Con el éxito habitual, se cerró la 25a edición del Encuentro Internacional de Escuelas de Ajedrea 'Peoncito 2018' que se desarrolló en la ciudad de Junín desde el pasado viernes 21. La verdadera fiesta del Ajedrez Infantil Sudamericano volvió a convocar a participantes que llegaron desde Ushuaia, Chile, y el resto del país.

Coordinado por el profesor Celso Rissolo, ésta no fue una edición más. Peoncito llegó a sus bodas de plata. 25 años que, a pesar de la adversidades, lo mostraron fortalecido. Las delegaciones del país y del exterior que se dieron cita fueron testigo de ello. Partidas multitudinarias, charlas, rondas de mates y charlas relajadas, le dieron un excelente marco a las partidas que se llevaron adelante en el complejo deportivo del Sindicato Empleados de Comercio de Junín.

Participaron jugadores de las categorías sub8, sub10, sub12, sub14, sub16 y sub24.

En esta ocasión, entre partidas tuvo lugar el tradicional Torneo Táctico dictado por el profesor Fabián Fiorito, de Capital Federal. En el difícil examen analítico, Enzo Letto y Tomas Pugliese, de la Escuela Mercantil, se consagraron en su categorías. También hubo tiempo para capacitaciones, esta vez les tocó el turno a los profesores que atentamente siguieron la charla del Gustavo Medina.

Reconocido
La Municipalidad de Ushuaia a través de su delegado el Sr .Daniel Romero, y la delegación de Zárate - Campana, por medio del Sr. Fernando Romano y los representantes de Corrientes, reconocieron la labor desarrollada por el profesor Celso Rissolo.

Finalizó una edición especial. La de las bodas de plata, que tuvo la ausencia de Julio Henestrosa, el fallecido secretario del Sindicato Empleados de Comercio de Junín que acuñó la frase "Que los chicos jueguen todo lo que quieran, pero no jueguen con los chicos".

Culminó una edición más del habitual ámbito formativo, de camaradería, de escuela, superando la anécdota de quién gana y quién pierde y la excusa de alcanzar la cima en el torneo. Peoncito cumplió vigorosamente a sus Bodas de Plata.
Al contrario de lo que podría pensarse o podría pasar por el paso del tiempo, Peoncito no sólo llegó pleno a los 25 años, sino que que lo hizo renovado, más fresco y vital.