Por: Redacción Semanario

Corría la década de los noventa y la dupla Menem-Cavallo no dudaba en congelar las jubilaciones en $150 mensuales, entre otras medidas que abrían ampliamente las puertas a un neoliberalismo que producía multimillonarias ganancias para los grandes capitales que luego fugaban al exterior a fuerza de generar exclusión social, pobreza, desocupación y erosión de los sistemas de protección social.

Sin embargo, las respuestas desde los sectores populares se traducían en intensas huelgas durante los años 1989 y 1990, que luego decayeron, hasta reaparecer con mayor fortaleza años después. A pesar de todo, las tradiciones de lucha permanecieron presentes en la cultura popular durante los 90’, tal vez fragmentadas y aisladas pero que sembraron presencia para la reaparición del nuevo sujeto social, protagonista de grandes cambios: el movimiento que encabezó Norma Plá, cara visible de la resistencia de los jubilados durante aquellos.

Casi tres décadas después, un ajuste estructural en el sistema de prestaciones  agudiza la difícil situación de los 5 millones de adultos mayores que hasta ahora venían lidiando con la falta de médicos de cabecera, el recorte en la cobertura de medicamentos, la falta de sillas de ruedas, prótesis y plazas de internación.

La implementación de la Resolución N° 408 firmada por el interventor del PAMI Sergio Cassinotti a fines de abril estableció la vuelta a un sistema de pagos por cápitas en vez de por prestaciones. Es decir, el PAMI pagará ahora a los hospitales y clínicas un monto fijo por paciente en vez de por recetas efectuadas, sistema de contrataciones por prestación que funcionó desde 2013 hasta este año.

La nueva modalidad implicó la baja unilateral de todos los contratos existentes y presenta dos complicaciones: por un lado, que los montos fijos que paga el PAMI por paciente son muy bajos (implican una reducción del 30%) y muchos prestadores se resisten a adherir al convenio; y, por otro, que la implementación del nuevo sistema alienta a los centros de salud a brindar la menor cantidad de prestaciones posibles, ya que se recibe un monto fijo por jubilado, se utilice o no el servicio.

En mayo venció el plazo para que los centros de atención primaria y de mediana complejidad adhieran al nuevo sistema de pagos del PAMI. Al menos en provincia de Buenos Aires, quienes adhirieron todavía no saben a ciencia cierta los montos que recibirán, y otros centros de salud que se resisten al nuevo convenio -y cuya adhesión es fundamental para mantener un equilibrado sistema de atención y asistencia- aún están en tratativas con las regionales y con la central que encabeza Cassinotti.

Lo cierto es que en los municipios bonaerenses el cambio en la modalidad de pagos incrementó la crisis en un sistema que, a pesar de tener uno de los cuatro presupuestos más grandes del país (140 mil millones de pesos), mantiene deudas millonarias con los prestadores y una pérdida mensual de 900 millones de pesos.

 conLa situación en jurisdicción de la Unidad de Gestión Local (UGL) XXXI, que involucra al PAMI de Junín, a cargo de la ex concejal radical Luciana Gómez Panizza, es de las más complicadas, según el diagnóstico de José Luis Alvarez, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados de ATE, quien Semanario dialogó en la sede del gremio estatal. 

-¿Cómo define la situación de los jubilados?

-La situación hoy es gravísima. Nunca los jubilados hemos tenido un tiempo así, y no sabemos por qué. En mis 84 años, con mucho tiempo de dirigente, me pregunto todos los días qué hemos hecho mal los jubilados para que nos estén castigando así.

En Junín tenemos tres denuncias realizadas ante la Fiscalía por muertes. ¿Puede ser que alguien se muera por una infección generalizada? Un señor fue operado por un marcapasos, se le cayó y por la burocracia, no llegaba, así que lo metieron en la cama y lo dejaron. Tuvo una infección generalizada y se murió por eso.

Hicimos esta denuncia con nuestro abogado Jerónimo Torres, no quisimos hacer el reclamo en ‘PAMI Escucha’ porque ahí todo se encajona y está todo bien, cuando no es así.

-La corporación médica también se lleva su parte…

-Toda la vida fuimos robados y castigados por gente inescrupulosa, una mafia institucionalizada que es el Círculo Médico. No tengo miedo que me hagan juicio, estoy esperando ir ante un juez federal para demostrar todo el robo que le han hecho a todo el país, facturando en negro toda la fortuna que hicieron. Mientras tanto, a un pobre que quiere salvarse poniendo un kiosco, le van a decir hasta qué color de calzoncillo debe ponerse.

Por los años que tengo, veo que esto es un mal argentino. La Justicia salta el cerco y se pone al servicio del gobierno de turno, como pasó con De la Rúa, los Kirchner y ahora.

-¿Y entonces?

-Vamos a seguir luchando por el PAMI, sin bajar los brazos, hasta que sea nuestro. El anterior director hizo una resolución, cuando el PAMI está regido por una ley que es superior a cualquier tipo de resolución. Todas las intervenciones estuvieron gobernando dejando de lado la ley, cuando las prestaciones se consideran de servicio público. Pero hacen cualquier cosa con la plata nuestra.

-¿La justicia no actúa de oficio?

-Nosotros no podemos encontrar un fiscal que actúe aunque sea de oficio, a pesar de que tenemos muchísimas pruebas a favor. La última resolución fue del 2005, con Néstor Kirchner y Diego Bossio firmando una intervención del PAMI por 180 días; ya llevamos doce años así.

-Doce años y un vaciamiento encubierto

-Se está haciendo un vaciamiento total y absoluto del PAMI: se han sacado los medicamentos gratuitos, hoy el 50% presupuesto de la obra social se lo llevan los medicamentos, con 3500 millones de pesos para laboratorios. Detrás de todo esto, anda el señor Mario Quintana, que es el dueño de FarmaCity y funcionario de este gobierno (NdR: secretario de Coordinación Interministerial).

-Hace unos años, en un acto, CFK dijo “vamos por todo, por todo”, frase que fue tomada como consigna en el kirchnerismo y que despertó la alerta en la oposición. ¿Macri también va por todo? 

-No puedo creer que un gobierno de derecha, neoliberal, sea votado por el pueblo. Así lo estamos pagando, van por todo: en estos momentos por los jubilados, después van a ir por los trabajadores, por la clase media y entre cuatro familias más ricas se repartirán el país.

-¿Qué opina sobre la ley de reparación histórica?

-Una hipocresía y mentira más grande no he visto. Es una ley de reparación extorsiva histórica, porque un jubilado de 90 años y enfermo, va a aceptar 5 pesos que le ofrezcan para disfrutarlos antes de morir. Y encima todavía no pagaron nada, no cumplieron con nada. Sacaron esta ley cuando la Suprema Corte ya había avalado los reclamos de los jubilados, por qué meten esto. No hay razones democráticas o éticas para hacerlo.

-Personalmente, ¿cómo se banca todo esto?

-Me hace muy mal toda esta situación, con una esposa que sabe que estoy afuera todo el día yendo y viniendo. Yo era de Lomas de Zamora, soy técnico en telecomunicaciones, pero como mi señora era juninense, del barrio Evita, nos vinimos para estar más tranquilos. Me compré una casa en la Laguna, era mi sueño y paso ahí los fines de semana, disfrutando. Yo no voy a pelear para derrocar a ningún gobierno, sino para que cambie la economía, que se piense en el pueblo.

Los jubilados vivimos para que la gente esté bien, para nuestros hijos, para el futuro. Pero para nosotros es hoy, no tenemos tiempo. Podemos equivocarnos, claro que sí porque el que hace se equivoca. Pero no pensando en el mal, como hacen los políticos que engañan a la gente.

-¿Cómo es la relación de los jubilados con Luciana Gómez Panizza?

-Hemos intervenido el PAMI cuatro veces para sacar gente que no servía, el último fue Juan Carlos Peña, un señor de Chivilcoy, de los servicios. Las puertas siempre se nos cerraban: teníamos que hacer una nota por mesa de entrada, como si fueran personajes, y a la semana o quince días te atendían, cuando el problema grave era hoy. Con esta señora, yo golpeaba y me atendía. Teníamos el caso de un señor al que le sacaron la enfermera, cuando sus familiares debían trabajar, y en 24 horas me dio una solución.

Tengo otro compañero que tiene cáncer de próstata, que requiere medicamentos y solucionamos también la falta de medicamentos. Otro hombre estuvo un año sin que le dieran los remedios para la quimioterapia, y se los dieron enseguida.

Por eso, creo que esta mujer se acerca más a los jubilados, por eso firmé en apoyo: cuando voy ahí me atienden.

-Entonces, al menos usted, banca su gestión

-Se puede pensar cualquier cosa políticamente, pero hay que tomar en cuenta lo que está detrás. Yo estoy por un período, en el que debo romperme el alma por mis afiliados. Pero no me voy a callar cuando hay algo mal. Ella nos debería decir que estamos en situación grave y entre todos vamos a buscar soluciones, para ser lo mejor posible atendidos.

Yo quiero que vaya al Hospital para que vea que los 1500 pacientes que van a llevar no se podrán atender. Pueden recibir servicios como tomografía, análisis o atenciones, pero no hay lugar para internaciones. Soy defensor del Hospital pero no se puede castigar a la gente.

Esta señora es una interventora, por más que no le guste que le digan así. Ella no es directora, porque fue políticamente nombrada en ese cargo y cobra por mes lo que yo percibo en dos años.

-¿Qué avances hubo después de las movilizaciones de las últimas semanas?

-Presentamos un petitorio y después vamos a buscar soluciones en la Justicia. Nuestra lucha es la normalización del PAMI. Queremos que un juez federal se haga cargo de nuestro problema, porque hay muertos. Acá nadie nos da bolilla. Nosotros siempre vamos a estar al lado de los jubilados, es nuestra lucha recuperar PAMI y la ANSeS para sus verdaderos dueños.