Por: Redacción Semanario de Junín

A fin de año se había conocido el caso que tuvo a Daniela Peralta como víctima. En un operativo de control de tránsito le habían secuestrado la moto el 18 de octubre. A los cuatro días presentó todos los papeles requeridos, pero cuando fue a buscarla al predio municipal ubicado sobre Ruta 7, se llevó la sorpresa más grande: se la habían robado.

A través de un agujero en el alambrado, desconocidos habían podido acceder a las dependencias de Seguridad Vial, sitas frente a un supermercado de nuestra ciudad.

Pero parece que no fue el único caso. En las últimas horas se conoció la denuncia pública realizada por Federico Bramajo, una situación calcada.

“Hoy me dirigí al corralón a retirar mi mot que me habían secuestrado inspectores de Seguridad Vial. Cuando llego me dicen que se la habían robado del corralón y ellos no se hacen cargo”.

“Quiero hacerlo público para que sepan qué clase de seguridad hay, uno se copra las cosas con esfuerzo y estos hdp no se hacen cargo”, dice el joven.

En estos casos, los funcionarios municipales –tan estrictos y exigentes a la hora de revisar qué le falta a vehículos que transitan por la ciudad- no responden con la misma celeridad. El municipio es el responsable de cada rodado mientras se encuentre secuestrado, y ante su desaparición, mira distraído para otro lado. Distintas varas para la responsabilidad y el cumplimiento: este gobierno es rápido para salir a cazar gente y poder incrementar las arcas municipales con vistas a un año electoral en el que deberán ponerse en marcha los colectivos, pero por otra parte no se hace responsable de los propios errores.

Cuando fue a reclamar, a la primera mujer que hizo pública la ausencia de su moto, el jefe de inspectores Adrián Ibáñez “me dijo que hizo todo lo que correspondía, que tuviera paciencia, pero que el tema ahora había pasado a instancias superiores, al Juzgado de Faltas. Ahí presenté una nota que me hizo un abogado reclamando la nota, también radiqué la denuncia en Fiscalía”.

En la Justicia le aseguraron en off que no era la primera vez que esto pasaba. No obstante, parece que los señores portadores de chupines del gobierno municipal andan tan preocupados por el marketing que no se les cruza por la cabeza tomar medidas de seguridad con bienes que están en custodia temporaria y deben restituirse a sus propietarios.

Mientras ellos piensan qué hacer, cuando en realidad lo único que deben hacer es devolver la moto o comprar una nueva, los damnificados deben tener esa misma “paciencia” que ellos no son capaces de practicar cuando encuentran a algún vehículo circulando sin determinado papel exigido.

Este gobierno municipal es capaz de organizar el Operativo Sol para que sólo entre determinada clase social a la Laguna de Gómez, y operativos recaudatorios en algunas esquinas, hasta incluyendo gendarmes con armas largas, debería al menos tener un predio seguro donde depositar bienes ajenos que secuestra. Y si faltan, responder con urgencia en su reposición: en muchos casos, se trata de vehículos utilizados para el trabajo diario.

 

Pero bueno, es apenas un detalle el tema de los derechos de los vecinos. Al intendente Pablo Petrecca le gusta la mano de hierro para gobernar, hasta enviar intimaciones con amenazas a los que no pagan las tasas, pero no es tan cumplidor a la hora de respetar su responsabilidad primaria de cuidar los bienes de los vecinos o de prestar las contraprestaciones correspondientes por las que intenta recaudar.

Por sus descuidos, su falta de personal idóneo para cuidar propiedades de vecinos, seremos todos los juninenses los que debamos pagar para que los bienes robados sean restituidos.