Hace dos años, lo que se quería transformar en una tradicional fiesta del Pejerrey, se registraron más de mil inscriptos y se contó con la participación de más de 400 embarcaciones. Fue una colorida edición que entregó cien mil pesos al ganador.

En un escenario distinto, este año ni siquiera los 180 mil pesos prometidos para el pescador que obtenga la pieza mayor, sirvieron de carnada. Si bien desde el municipio insisten con una “gran fiesta”, sobre todo el improvisado director de Turismo y Cultura Luis Bortolato, no llegaron a recolectar ni la mitad de inscriptos que en el 2017, con apenas 150 embarcaciones.

Es que en el mundo del pescador, se conocen las diferentes realidades y se sabe que el pejerrey ya no abunda en la Laguna de Gómez como sucedió tradicionalmente.

“Es un problema cíclico que tenemos en esta zona. Cada cierto tiempo desaparece por arte de magia el pejerrey. Este año estamos padeciendo la falta de peces en la parte de la Laguna Gómez; no así en la parte que está más al norte, que pasaría a ser Mar Chiquita, donde están unidas estas lagunas y hay buen pejerrey”, admitió el fomentista del Parque Natural, Néstor Villores.

Para calificar para el concurso, las piezas tienen que medir más de 25 centímetros. Habrá que ver cuántos participantes lo logran, después de llegar de distintas ciudades de la región. Porque no habrá presente nadie que haya recorrido cientos de kilómetros, para llegar a una fiesta que no tendrá ni mucha gente ni pejerrey, lo que se supone la “vedette” para el evento.