Finalmente, el PAMI logró imponer un sistema de entrega de insumos médicos que prescinde de las farmacias, que hasta ahora eran los puntos finales de la cadena, y le entregó al Correo Argentino un negocio millonario que está lejos de beneficiar a sus afiliados, ya que no se trata de un modelo "puerta a puerta", sino que ahora los jubilados deberán retirar los productos en las sedes del correo.

Desde los diferentes Colegios de Farmacéuticos venían advirtiendo sobre esta posibilidad, que por el momento solo alcanza a los insumos que utilizan los pacientes ostomizados, que antes podían acceder a esos mismos productos en las farmacias de su barrio y que ahora deberán trasladar hasta las sedes del correo, lo que en algunos casos implica recorrer decenas de kilómetros.

Según datos oficiales, la medida perjudica de forma directa a 10 mil jubilados, pero podría extenderse si se suman otros productos como pañales para adultos o directamente medicamentos, lo que además sería violatorio de las normativas vigentes que establecen que los remedios solo se pueden dispensar en farmacias.

En ese sentido, vale recordar que el ex vicejefe de Gabinete y dueño de Farmacity, Mario Quintana, impulso en su momento un sistema de distribución que beneficiaba casi exclusivamente a su cadena de farmashopping, en desmedro de las farmacias de barrio y sin tener en cuenta las necesidades de los pacientes de contar con bocas de expendio cercanas para acceder a sus medicamentos e insumos médicos.

Por otro lado, las maniobras del gobierno de Mauricio Macri en relación al Correo siempre fueron controversiales, debido a que durante muchos años su empresa fue controlante del servicio postal privatizado a nivel nacional, situación que hoy se encuentra judicializada y con denuncias cruzadas del Estado contra la empresa y viceversa, con reclamos millonarios de uno y otro lado.

Según los profesionales del sector, el verdadero objetivo de las autoridades del PAMI es prescindir de las farmacias y concentrar a través del Correo la dispensa de medicamentos, para luego trasladarlos a las cadenas farmacéuticas que consideran a los remedios una mercancía y no un bien social, como establecen las leyes vigentes.

Fuente: Agencia NOVA.