Lourdes Pedroza: “Lo que más nos preocupa son las mamás solas”

Lourdes Pedroza viene de “patear los barrios” durante cinco años junto al Frente Renovador y en las últimas elecciones llegó al Concejo Deliberante empujada por los votos de los vecinos.

“Siempre supe que sería docente”, dice a SEMANARIO quien es hoy directora de un Jardín de Infantes e inspectora en el distrito de Chacabuco.

“Desde muy chica me atrapó el trabajo social y colaboraba con Ana María Prato que tenía un hogar para niños. A los 18 años eso me alimentaba el alma, pero me gustaba la docencia, estudié maestra jardinera y empecé a trabajar. Hoy tengo 22 años de antigüedad, de los cuales 12 fui directora y eso origina que día a día trates con 200 familias”, resume.

Dice que vivió “la realidad en el Jardín 917, también en el 910 y actualmente soy directora titular del jardín 914 en calle Maipú, pero rendí además para el cargo de inspectora y desde hace un año cumplo funciones en Chacabuco”.

-¿Cómo llegás a la política?

-Cuando pedí una vez algo para mi jardincito ahí estuvieron Mario Meoni y Valeria Arata acompañando y escuchando y no sólo colaboraron con el jardín desde lo institucional, sino además con algunas familias que necesitaban ayuda.

Los últimos años yo sentía que no podíamos solos. Hacíamos rifas para comprar materiales para los chicos, pero con la cooperadora nunca llegaba. Siempre había que pedir una ayuda extra y en eso Valeria siempre estuvo ahí. Nos conseguía lo necesario, fuera pintura, infraestructura para el jardín, pero además ayuda para las familias.

-¿Cuáles son las principales necesidades de esas familias hoy en día?

-Nos pasaba primero que las mamás nos decían “Seño, no podemos traer el material” y les respondíamos “bueno, no importa. Lo aporta la cooperadora”. Pero en los últimos años debíamos escuchar cosas como  “Seño, no la traje ayer (a la nena) porque el papá vino con unos pesitos de una changa a las dos de la tarde y a esa hora recién pudo comer y ya era tarde para traerla”.

Hoy lo que se necesita es resolver el tema económico de las familias. El sueldo del que trabaja dura una o dos semanas, pero los últimos reclamos estaban referidos directamente a la falta de comida.

-¿Y cómo ha sido tu militancia?

-Valeria (Arata) me invitó a sumarme a sus recorridas hace casi cinco años y hemos visitados otros jardines y comedores. Nunca dejamos de hacerlo porque lo social nos atrapa, más allá de que uno cuando está en campaña quiere contarle a la gente quién es, qué hace, lo cual es lo que más lo apasiona en lo político, pero desde hace cinco años que, una o dos veces a la semana, conocemos a alguna familia nueva y recorremos los barrios.

-Y se encuentran con esa realidad en Junín que pide lo básico que ya no es infraestructura o salud, sino el alimento.

-Sí, hemos estado en lugares donde se atrasaba el almuerzo o la merienda, porque sabíamos que los papás o las mamás no podían darles la cena. Valeria, que tiene muchos años en esto, me decía que antes le pedían para agrandar una piecita, materiales, chapas, porque había nacido otro nene. Pero ahora el pedido es de mercadería, eso me ha llamado mucho la atención, me parece increíble que en Junín, hoy en día, las familias nos llamen para pedirnos alimentos.

-¿Por qué pareciera que en la ciudad no todos perciben esta situación dramática por la que atraviesan algunos vecinos?

-Es que en el caso de los docentes también tenemos algo de psicólogos, médicos, estamos mucho en el contacto directo con los chicos y sus familias

-Y cuando tienen tiempo se dedican a lo curricular…

-Claro. Es que esta posibilidad de estar en contacto con 100 o 200 familias nos hace percibir esto y también ocurre lo mismo en la militancia. Creo que lo que le faltaba al gobierno que ahora fue reemplazado, era la sensibilidad de poder escuchar al otro.

Lo que más nos preocupa son las mamás solas que están pasando por una situación de violencia género que tienen tres chiquitos y deben salir a trabajar y no tienen dónde dejarlos. Tal vez no tienen padres o si los tienen sabemos cómo lo están pasando los jubilados hoy. Antes si eras mamá soltera te podían ayudar tus papás, hoy nadie puede ayudar a nadie. Los jubilados deben salir a trabajar porque no les alcanza y las mamás no pueden salir porque no tienen con quién dejar a los chicos.

-¿Y cómo lo resolvemos?

-Me parece que hay que sentarse a escuchar. Seguir recorriendo y preguntar ¿qué es lo que necesitás? A veces no se trata de dar sólo algo material sino de escuchar, de asesorar.

Hay papás que tienen un trabajo estable y hay mamás que no saben que deben luchar por el alimento de sus hijos y reclamarles esa cuota. Algunas no lo saben porque son muy jóvenes, pero el papá debe pasar la mantención. También debemos saber indicarles que pueden ir a una salita de salud y dónde están. De qué se ocupa el Servicio Local. No siempre se trata de dar, a veces es asesorar.

-En algunos ámbitos no se conoce cuál es la estructura del Estado para brindarles atención

-Tal cual. Hay familias que desconocen las instituciones y a mi me pasa mucho en lo educativo. Muchas veces no saben cuáles son sus derechos como mamá. Que pueden pedir asistentes externos para algún chiquito con dificultad, que hay una atención psicológica y pedagógica a disposición, hay asistentes sociales. Un montón de posibilidades que pueden ayudar a las familias con sus chicos. Después también está el trabajo. El trabajo dignifica, creemos que se deben promover emprendimientos para matrimonios jóvenes, capacitar gente, hacer un trabajo de articulación con la UNNOBA. Hay chicos que salen de la secundaria y nos saben siquiera qué carreras hay en nuestra universidad.

-¿La educación tiene una deuda al hacer que los chicos aprendan las tablas o las reglas ortográficas, pero no ponen énfasis en que conozcan sobre sus derechos?

-Sí, creo que hay que hacer más reuniones de padres. Siempre hablamos de las obligaciones y perdemos de vista los derechos de la familia. El Estado debe garantizar la educación de los chicos, que debe ser gratuita y de calidad, y a veces las familias no lo saben. No saben cuáles son las herramientas que tienen para colaborar en la formación sistemática de las escuelas. La deuda es sentar a las familias y decirles “no están solos, estamos nosotros, está el sistema educativo”. Hay que sensibilizarse para eso. No todas las familias necesitan lo mismo, es un trabajo de hormiga.

-¿Confiás en que toda esta impronta la vas a poder llevar al Concejo Deliberante?

-Sí, por supuesto. Estoy en la comisión de Educación, toda mi experiencia está en esto. Confío en que vamos a lograr acuerdos con la oposición para lograr mejoras en el sistema educativo. Que vamos a poder empezar a articular con otros actores como la UNNOBA y otras instituciones de nivel municipal con las que las escuelas deben articularse si o sí. Cuando se trabaja en equipo es mejor que cuando se lo hace aislado y sectorizado.

Confío en el diálogo con este nuevo Concejo que además es de paridad con 10 varones y 10 mujeres, me parece que todos vamos a poder poner nuestro granito de arena para mejorar a nuestra ciudad de Junín, en un montón de situaciones. En lo económico, en lo educativo, en salud, donde han despertado enfermedades como el sarampión o la varicela por falta de vacunas.

-Y obviamente habrá que poner el foco en la desigualdad de género, tal como adelantabas, ya que hay una víctima junto a la niñez que es la mamá que está sola con su o sus hijos ¿Cómo trabajar en eso?

-En la Escuela de Gobierno que promovió el Frente Renovador en Junín, nos capacitamos todos hace casi dos años y lo que sacamos de esa experiencia es que muchas veces las mujeres se encuentran en una desventaja que los hombres no pueden ver. Lo ven recién cuando nosotras mismas se lo ponemos en palabras. Esto de la maternidad en cuanto a lo orgánico es muy fuerte. Cómo se hace para salir a trabajar con un bebé de seis meses y otros chiquitos más. Algo en lo que debemos trabajar más, por ejemplo, es en hacer más salas de dos años, es imprescindible ya que sólo hay tres jardines en Junín con esta característica. Esto posibilita que la alfabetización más temprana achique las brechas sociales. Hay familias que necesitan que sus hijos estén escolarizados.

Lo debemos tener presente porque lo único que nos puede sacar de la situación en que estamos viviendo de pobreza y vulnerabilidad de derechos, es la educación. También vamos a impulsar el trabajo con la Educación Sexual Integral (ESI) en el nivel inicial. A veces los niños desconocen qué pueden hacerles los adultos y que no. Qué es lo normal y qué no es normal. Los docentes tenemos también la enorme responsabilidad de enseñarles a defenderse. A defender su cuerpo y a saber cuándo empieza a ser su cuerpo y cuando es el del otro. Hay un inmenso trabajo por hacer. El sistema educativo tiene muchas herramientas para mejorarlo, no necesitamos crear nada sólo ponerlo en acto. Los adultos somos los únicos responsables de la infancia y por eso debemos cuidarla porque está dejada de lado y sin modelos porque no están presentes.

-¿Cómo creés que se pueden articular estos temas con el Concejo Deliberante?

-Me parece que esa es la palabra clave: articulación. Hay que hacer un fuerte trabajo de articulación con las escuelas. Escuchar a los docentes, trabajar con las jefaturas regionales y distritales y junto a los concejales y consejeros escolares invitar a los inspectores y hacer mesas de trabajo para conocer qué es lo que le está pasando a la educación hoy, porque este es un tema que yo lo tengo presente pero no todos lo tienen presente, así como yo carezco de información de otras temáticas. Tenemos que juntarnos todos y ver qué hacemos para mejorar, pero por sobre todo debemos resolver el tema económico.

-¿Cuantás ganas tenés de llevar tus ideas al Concejo?

-Todas las ganas, mucha. Estoy estudiando mucho, mi hijo mayor es politólogo así que todos los días durante una hora y media nos conectamos y le planteo mis dudas y el me asesora en esto. Tengo muchas ganas de sentarme a escuchar qué es lo que está pasando en el distrito y ver la forma de que juntos lo podamos resolver. Llevar soluciones a los barrios. Desde nuestro bloque tenemos toda la disposición para lograr consensos porque nuestra función es estar de lado de los juninenses. Espero que sean cuatro años donde todos nos pongamos a trabajar terminando con la incertidumbre, que estén mejor los ancianos y que la infancia sea más mirada, porque van a ser nuestro futuro. La personalidad de un niño se forma de 0 a 7 años y lo que hagamos será determinante para las generaciones futuras. Eso es lo que me interesa recalcar, por la importancia que resulta estar escolarizados desde temprano porque aprenden desde el juego.