Tras el partido en Mar del Plata Valenti fue autorizado a volver a Buenos Aires por su cuenta, por eso estaba en la casa de su novia y junto con un amigo salieron a comprar una pizza. Ese fue el momento en el que los encañonaron al voleo y cuando el propio Valenti les dijo que era futbolista llamaron a su representante, Adrián Ruocco, para pedirle dinero (unos 3.000 dólares) y luego liberarlo. Afortunadamente, el futbolista solo sufrió algunos golpes y cerca de las 5 de la mañana pudo rencontrarse con su familia.
Valenti, quien no fue cedido por su club a la Selección sub 23, había jugado unas horas antes y no habría sufrido lesiones, según la escasa información oficial.
El defensor, de solo 21 años, había llegado a la quinta amarilla en el partido contra Aldosivi de este viernes y se perderá el próximo encuentro del Granate, cuando enfrente el 2 de febrero a Godoy Cruz.