Desde la Asociación para la Protección del Patrimonio Natural y Cultural del Noroeste Bonaerense se están juntando firmas para apoyar una petición dirigida al intendente Pablo Petrecca, contra la desinfección con cloro de las calles de la ciudad. Se realiza a través de la plataforma Change.org.
Esta tarea se cumple en Junín, donde se está esparciendo cloro al 10% alegando protección contra el COVID-19, algo ya refutado por la OMS: “Rociar o fumigar las calles con desinfectante, como se hace en algunos países, no sirve para eliminar al nuevo coronavirus y además plantea un riesgo sanitario”.
Según considera la organización, “el cloro se evapora rápidamente al esparcirlo y afecta a las personas y mascotas que los respiran provocando alergias y problemas gastrointestinales a los que son vulnerables como asmáticos, enfermos de cáncer, colon irritable, etc. El cloro puede concentrarse en ciertos tramos en el aire afectando plantas y organismos beneficiosos”.
Por el contrario, el cloro no afecta para nada a los mosquitos ni al barigüí.
Además al evaporarse, el agua queda entre el empedrado o en el cordón cuneta entre las hojas y basura creando un lugar adecuado para la proliferación de otros gérmenes y también para las larvas de mosquitos transmisores del dengue.
“Por otra parte, afecta organismos con valor comercial como a las abejas que están directamente afectadas por pesticidas y productos de fumigación y también los residuos van a parar a la miel”, agrega la Asociación.
Y el agua clorada mancha maderas y metales y provoca que se oxiden chapas, perjudicando así las aberturas de los frentes de las casas, vehículos, (que si no se secan enseguida se estropean.)
“Es una molestia y un gasto innecesario. Sólo se justificaría que se fumigue donde hay concentración de gente y no hay basura, ni vegetación, algo que no sucede en ciudades del interior”, sostiene el organismo local, en esta propuesta para la que se solicitan firmas, a los efectos de elevar el petitorio al Ejecutivo municipal.