LOCALES | 17 AGO 2020
SEMANAGRO
El campo choca con la sequía
Los especialistas coinciden en que seguirá el tiempo con bajas precipitaciones incluso hasta mediados de la primavera. El julio 2020 fue anormal respecto al frío, una situación que ya dejará de preocupar de acá en adelante.
La sequía golpea duramente en las provincias del Litoral, en donde el déficit de lluvias en este 2020 es de 100 a 300mm.
Junín no ha estado alejado de estos valores y puede estar ubicándose en el extremo menor respecto a las necesidades.
Otro dato destacado que recientemente confirmó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) es que el último julio finalizó en la Ciudad de Buenos Aires como el sexto en menor cantidad de lluvias en más de 100 años, con un dato alarmante de solo 6mm. Ya nadie recuerda en la gran ciudad lo que es una sucesión de días bien lluviosos como sucediera de manera más frecuente en otro contexto.
En un informe dado a conocer por el meteorólogo Christian Garavaglia para el portal Meteored, se hace hincapié en que el déficit de lluvias en el Litoral argentino parece difícil de revertir en los próximos meses, mientras la sequía comienza a ser motivo de charla entre los productores de esta zona del noroeste bonaerense.
La falta de lluvias se ha ido acrecentando mes a mes en vastas zonas del país, y sus consecuencias se han ido visibilizando: primeramente la histórica bajante del Paraná y otros ríos de la Cuenca del Plata la cual no todavía no se ha podido revertir.
El meteorólogo destaca que “en estas últimas semanas, los incendios, la mayoría de ellos intencionales, que han encontrado las condiciones propicias de baja humedad y por momentos fuertes vientos del norte para propagarse por las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba fundamentalmente”.
PANORAMA DESALENTADOR
El panorama no parece alentador de cara al futuro cercano. El reciente pronóstico climático emitido de manera oficial por el SMN indica que ningún sector del país espera un cierre de invierno e inicio de primavera con lluvias superiores a lo normal que pueda revertir al menos parcialmente la situación.
El detalle indica que será el este y noreste patagónico en donde se espera con mayor probabilidad lluvias por debajo de los valores normales. Lluvias inferiores a lo normal o a lo sumo normal se esperan en el oeste y noroeste patagónico, las provincias cuyanas, La Pampa, Córdoba y Buenos Aires.
En el Litoral argentino, la zona más comprometida, es de esperar lluvias normales para el trimestre agosto-septiembre-octubre, es decir, valores de 100 a 400mm, con valores incluso superiores sobre la provincia de Misiones.
UN JULIO MUY FRÍO
Con respecto a las temperaturas, el 2020 venía desarrollándose de manera bastante cálida en el país hasta toparse con el mes de julio. Los primeros 6 meses del año han presentado una temperatura media por encima de lo normal en todas las regiones de Argentina, siendo algo más destacado sobre el corredor oeste que abarca a las provincias de Cuyo y región Noroeste.
Pero llegó el invierno, y de manera puntual, comenzaron a hacerse muy frecuentes las incursiones de aire frío al país como hace tiempo no se registraba. Las temperaturas muy bajas y la alta frecuencia e intensidad de las nevadas han sido factores muy destacados en la Patagonia.
Julio parece haber sido una excepción dentro de un 2020 que está siendo más cálido que lo habitual en el país.
El SMN en un reciente artículo publicado indicó que se llegaron a reportar hasta 14 días de nieve en Esquel, con un máximo de hasta 30cm en 24h también en esta ciudad, evidenciando lo intensas que fueron las nevadas en sectores altos de la montaña.
En el nuevo trimestre no se prevén regiones del país con temperaturas más frías que lo normal. Julio pareciera haber sido una excepción dentro de un 2020 que está siendo cálido.
El mismo artículo señala lo crudas que fueron las temperaturas en el último mes en la porción sur de la Patagonia, destacándose el caso de la ciudad de Río Grande que llegó a presentar 9 días de ola de frío con temperaturas mínimas entre -16.5 y -7.3 °C.
Este periodo anómalo de frío parece haber culminado exactamente con el cambio de mes.
Agosto ha comenzado mucho más cálido que lo habitual y según el pronóstico climático del SMN todo parece indicar que este próximo trimestre se mantendrá en valores de temperatura normales en gran parte del país, con algunas zonas particulares que podrían presentarse más cálidas, especialmente la costa patagónica y el extremo sur de esta región, la costa bonaerense, y toda la franja norte del país.
LOS CAMINOS SIN SOLUCION
A pesar de la sequía, el tema de los caminos rurales sigue siendo un problema a solucionar, pero los productores se acuerdan cuando tienen el barro al cuello.
En la Argentina hay 589.410 kilómetros en la red de caminos rurales y los problemas para transitarlos, sobre todo después de las lluvias, provocan al aislamiento de los productores y muchas dificultades para realizar su trabajo.
En Córdoba ya empezaron a reunirse mientras en la provincia de Buenos Aires, los intendentes de la zona Covid mediante y sequía después parecen hacerse los desentendidos.
De la reunión en La Docta, participó el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis, el de Agricultura de Córdoba Sergio Busso y Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, junto a otros integrantes de la entidad.
“Por los caminos rurales entra y sale la educación, la producción, la salud. El sector cooperativo, por su territorialidad, puede gestionar un relevamiento y diagramarlo procurando que haya conectividad entre los grandes corredores productivos para mejorar y optimizar la logística”, destacó Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro.
Para Iannizzotto es necesario plantear un plan de mejoras prioritario para la red troncal de caminos rurales que garantice una transitabilidad de al menos el 90%. “Este es el primer paso para otorgar conectividad a los principales corredores productivos del país, optimizando la logística, reduciendo costos y haciendo viable la vida rural”, insistió.
Los dirigentes de Coninagro plantearon la necesidad de geolocalizar las principales actividades productivas y aspectos sociales como escuelas y recopilar información respecto a cuántas toneladas de cada actividad pasan por cada camino, qué conectividad otorga entre poblaciones y a cuántas escuelas y alumnos atiende.
Para Iannizzotto, los consorcios son un instrumento fantástico. “No es la idea demandar al Estado, sino que con una coordinación de la Nación podemos generar financiamiento a través de unidades regionales para redes troncales, secundarias y terciarias de caminos”, planteó.
En cuanto al financiamiento se expuso que la mayor parte de la red de caminos rurales, bajo órbitas provinciales y municipales, cuenta con un subfinanciamiento general por lo que el mantenimiento se reduce a un mínimo de tareas de conservación.
“Son contados los casos de provincias que son capaces de aplicar programas de mejoras con enripiado u otro tipo de técnicas. Para ello, una alternativa es promover el financiamiento de organismos internacionales y ponerlo a disposición de las provincias para aplicar un plan de mejoras”, propusieron desde Coninagro. Las provincias, por su parte, podrían comprometer coparticipación como repago del financiamiento y los productores que se vean beneficiados por las mejoras podrían aportar las contribuciones.
