“Esto no lo voy a ver yo, pero es lo más importante que podemos hacer por el básquet femenino argentino. Es un proyecto que me entusiasma mucho porque sentimos que estas cosas son las que pueden cambiar la historia”, destacó el entrenador de la mayor, Gregorio Martínez, en un comunicado oficial de la entidad.
“Estamos en un momento bisagra, en el que debemos ir por un básquet femenino grande, con una competencia interna que mejore y, sobre todo, con más chicas jugando nuestro deporte, la gran asignatura pendiente”, dijo Martínez.
Este es el nuevo eslabón de una cadena que busca potenciar la rama femenina en el país. Todo comenzó con la decisión de destinar la totalidad (46 en 19 provincias) de las Escuelas de Deportivas Argentinas (EDA) a la rama, luego siguió con el fichaje de Martínez –coach de gran éxito en el femenino y hasta en la Liga Nacional masculina- y su cuerpo técnico, continuó con la decisión destinar todos los recursos para que, durante 73 días, la preselección U18 se entrenará de forma segura durante la pandemia -el Premundial comienza el 3 de febrero en Colombia-, avanzó con el 3x3 –se aprobó que un equipo femenino competirá en los torneos top de la disciplina en Europa, igual que otro masculino- y seguirá con este plan, con la firme voluntad de que cada vez más mujeres ocupen puestos profesionales en la estructura femenina.
Las metas son ambiciosas, a mediano y largo plazo: que la Mayor se clasifique por primera vez a los Juegos Olímpicos 2024, mejorar el ránking FIBA de 3x3 y que de las EDA y este nuevo programa salgan varias de las chicas que integren las selecciones menores, por ejemplo en los próximos Juegos de la Juventud.