En el proyecto de la nueva liga tiene en carpeta jugar con Barcelona, Real Madrid y Atlético Madrid, Paris Saint Germain, Bayern Munich y Borussia Dortmund, Inter, Milan y Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Chelsea, Arsenal y Tottenham, entre otros.
Ante este cuadro de situación, la FIFA salió a dejar bien en claro su postura y lanzó una dura advertencia contra toda institución y futbolista que se anime a disputar esta competición.
“En vista de la reciente especulación mediática sobre la creación de una ‘Superliga’ europea cerrada por parte de algunos clubes europeos, la FIFA y las seis confederaciones (AFC, CAF, CONCACAF, CONMEBOL, OFC y UEFA) desean reiterar una vez más y recalcar con firmeza que tal competición no sería reconocida ni por la FIFA ni por la confederación correspondiente. A todo club o jugador implicado en una competición así, como consecuencia, no se le permitiría participar en ninguna competición organizada por la FIFA ni por su confederación correspondiente”, anunció el ente que regula este deporte a nivel mundial.
Entre los principales propulsores de esta idea se encuentran John W. Henry (propietario de Liverpool) y la familia Glazer (dueños del United), quienes tendrían apalabrados 5.000 millones de euros con el banco JP Morgan. Josep María Bartomeu, antes de dejar su cargo de presidente del conjunto culé, firmó su pedido para ingresar al torneo.