La vuelta de las clases en la provincia de Buenos Aires está claramente definida y será el 1 de marzo. Eso no admite ninguna discusión, al menos por ahora.
Una resolución firmada por la directora general de Cultura y Educación, Agustina Vila, y de la subsecretaria de Educación, Claudia Bracchi, establece que la vuelta a las aulas será el lunes 1 de marzo y el ciclo lectivo 2021 finalizará el 17 de diciembre.
Las secundarias, técnicas y agrarias regresarán el 8 de marzo y los Institutos de Educación Superior, el 15.
Lo que queda por determinar -y cada vez aparecen más preguntas- es acerca del sistema presencial.
En ese caso lo que indican algunas normativas del Ministerio de Educación bonaerense es que según las condiciones epidemiológicas que presente cada distrito se tomarán las decisiones respecto a la modalidad en que se impartan las clases.
Los protocolos son distintos en cada provincia y en cada municipio o jurisdicción. Las medidas de higiene que se repiten son aquellas que priorizan la limpieza, la guía de cuidados, el uso de barbijo y la distancia social de dos metros. En algunas escuelas, por cuestiones de infraestructura, estarán obligados al sistema combinado para que puedan entrar los chicos en las aulas asegurando las medidas de higiene.
Hay un hecho no menor y que hace a la labor docente y es el desprecio que muestran dirigentes de la oposición por la tarea desplegada por los maestros el año pasado, tratando de encontrarle la vuelta a la educación virtual que de repente se hizo esencial tras declararse la epidemia y luego el aislamiento.
Si bien poco y nada tiene que ver con las clases presenciales, la virtualidad sirvió al menos para incorporar a buena parte del alumnado conocimientos mínimos a cada quien en su curso, los cuales deberán ser reforzados en el ciclo que habrá de comenzar.
Querer hacer una estimación precisa de cómo será el desempeño de la comunidad educativa en el año calendario es entrar en el terreno de las suposiciones. Todo dependerá del comportamiento del coronavirus y del impacto que tenga en cada localidad, pero aún más, habrá que depender de la infraestructura que posea cada establecimiento y las herramientas para cumplir los protocolos.
Se deberá agregar a todo esto el resultado de la puesta en marcha del sistema.
Lo esperable es que donde haya 30 chicos por aula habrá una combinación de tres días de presencialidad y dos de virtualidad.
De todas maneras, hay autoridades políticas y grupos de padres que por cierto desconocen la realidad áulica y por eso todo lo que pueda implementarse para la vuelta a la presencialidad será materia de ensayo y error y, entre otras cosas, tendrá un factor de peso para ello y es la capacidad de inmunización que se logre con la llegada de la vacuna, cosa que de no ser eficiente podría a complicar nuevamente el ciclo lectivo.
GOBERNADOR ESPERANZADO
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, tiene una bolsa llena de esperanzas en materia de educación “normalizada” y por eso el jueves pasado anunció un Programa de Fortalecimiento de la Planta de Docentes y Auxiliares para un retorno seguro a las clases presenciales.
La iniciativa consiste, sobre todo, en una inversión mensual de "hasta 700 millones de pesos" para la contratación de docentes y auxiliares que reemplacen a los que, por ser grupo de riesgo, no puedan volver a las aulas.
"Haremos una inversión de hasta 700 millones de pesos por mes para poder sustituir a los docentes que pertenecen al grupo de riesgo en esta vuelta a la presencialidad", expuso el gobernador, acompañado por la directora general de Cultura y Educación provincial, Agustina Vila.
"Hemos dispuesto hacer un refuerzo, una inversión para poder acompañar esta vuelta a la presencialidad sin exponer a esos trabajadores de riesgo del sistema educativo", explicó el mandatario bonaerense y confió en que la provincia busca volver a las aulas el 1° de marzo con "la mayor presencialidad posible".
En esa línea, aseguró que consideran que sería "un riesgo doble traerlos a esta presencialidad", y que por ello resolvieron "situarlos como prioridad en el proceso de vacunación".
Los 700 millones de pesos implicarían alrededor de 20.000 nuevos cargos de docentes y auxiliares -cifra que variará según el tipo de cargos en que se distribuya la partida-, sobre una plantilla total de 330.000 docentes. Se estima que son unos 25.000 los agentes educativos en toda la Provincia que se encuentran impedidos de retomar la presencialidad de modo inmediato por formar parte de grupos de riesgo.
Estos reemplazos forman parte de los pedidos de los gremios docentes le hicieron al Gobierno provincial para el retorno a las aulas.
"Para volver a las clases con presencialidad necesitamos llegar a un acuerdo con trabajo conjunto y colectivo con los maestros y maestras, los directivos, los consejos escolares y con las familias", detalló el gobernador.
Además, insistió en que "en 2020 en la provincia de Buenos Aires hubo clases" y expresó que se cansó de repetirlo, "pero más de escuchar lo contrario".
Finalmente, el gobernador anunció además que desde el 17 de febrero van a continuar de manera presencial "la intensificación del vínculo de los chicos con la escolaridad", y que para eso harán "una inversión de más de 1.400 millones de pesos, para tener un apoyo docente que pueda acompañar a los chicos en las escuelas de la provincia".