“Estar en bolas” forma parte de las jergas y modismos del habla de los argentinos y si bien guarda diversas acepciones, una de ellas tiene por significado “no tener idea de nada”.
En esa situación se halla en este nuevo ciclo el intendente Pablo Petrecca, que después de sostenerse cuatro años de la mano de sus socios políticos de Cambiemos, quedó al desnudo ante el nuevo gobierno opositor y hoy aparece “macridependiente” desprendido del cargo para el que fue elegido y aferrado al reparto provincial de las próximas elecciones, con la finalidad de ganar posicionamiento partidario para él, su familia y amistades.
Luego de dos semanas en las que intentó romper la fortaleza gremial de los trabajadores municipales que le reclamaban “sueldos dignos” que él mismo y sus funcionarios de alto rango ya se habían otorgado, terminó sellando un acuerdo del 55% con revisiones por inflación, recategorizaciones para los más rezagados y una readecuación para las áreas de salud y educación que, a pesar del apoyo que le brindaron durante la pandemia, las dejó olvidadas en forma inexplicable.
La foto de Petrecca esta semana ingresando a la municipalidad y saludando a los trabajadores movilizados, en el momento más caliente de la protesta, como si se tratara de amigos que fueron a visitarlo, da cuenta del grado de desaprensión hacia quienes son el sostén de una administración que esconde los números del erario, aprovechándose de la abulia del Tribunal de Cuentas provincial, que no sacó un solo fallo sobre Junín en 2021.
Un ejemplo de desidia del líder del Cambiemos local, que termina contagiándose a sus propios funcionarios, como lo es el caso del director de Obras Sanitarias, Guido Covini, quien por estos días salió de gira por Córdoba y Santa Fe con su banda “Parientes”, acompañando al grupo “Cruzando el Charco”.
Un desprecio por la gestión y un grado tal de impunidad, que se demuestra al punto que el ingeniero y músico grabó un video que se hizo público en las redes sociales, donde con su grupo inicia el viaje, anunciando que el periplo terminará este domingo en Santa Fe.
De este modo, Covini se comunica con su público, pero no da respuestas a los vecinos acerca de la falta de presión y la calidad del agua que llega a los domicilios, el tratamiento de los líquidos cloacales y la carencia de obras proyectadas, entre otras cuestiones que son su responsabilidad.
Algo similar acontece en materia de Salud, donde pareciera que el director ha decretado el fin de la pandemia cuando se anuncia una segunda ola, ya que no hay más reuniones interinstitucionales, las salitas siguen con las mismas carencias y Junín tiene estadísticamente una letalidad del coronavirus mayor a la media en la provincia de Buenos Aires, y ese fracaso es debido probablemente a las campañas anticuarentena y antivacunas que se gestaron desde el mismo seno del partido gobernante a nivel local.
Funcionarios que no funcionan como ocurriera con el “lanzamiento marketinero” del rojense Alberto del Solar Dorrego, quien tuvo por dos años un salario VIP para gestionar la mejora de los caminos rurales avalado por un porcentaje de la recaudación de la Red Vial que sólo figuró en las promesas y que durante ese tiempo dejó contenta a la dirigencia chacarera.
Hoy, sin embargo, renunciado el ex presidente de la rural de Rojas, los caminos siguen en malas condiciones, transitables sólo por la sequía, con un frustrante “tiempo perdido” y con el reemplazo por parte de un funcionario municipal que siempre estuvo allí y (parece que) nadie se había percatado.
SIN CABEZA
Con Petrecca abocado a la interna de Juntos por el Cambio, la gestión municipal que siempre se manejó como un unicato, ha perdido toda convocatoria prometida.
Las entidades intermedias tratan de realizar encuentros de modo desordenado para paliar algunas dificultades, pero la falta de dirección a partir de un ente rector como lo es la comuna hunde todas las proyecciones.
La convocatoria para determinar el futuro de la vieja terminal y elevar una “propuesta juninense” a la empresa constructora se postergó para más adelante.
Las dificultades que tiene el transporte urbano de pasajeros para seguir brindando el servicio siguen soslayándose.
Lo mismo ocurrió con la agencia de Desarrollo que parecía despegar a fines del año pasado con grandes anuncios y como si se tratara de un “efecto fósforo”, luego del primer resplandor, se fue apagando.
Los encuentros con las sociedades de fomento se olvidaron hace tiempo.
No hay siquiera respuestas del Ejecutivo a los pedidos de las áreas municipales que tienen alguna dificultad para llevar adelante los servicios.
Petrecca sigue “en bolas” en materia de gestión para el desarrollo de Junín y seguramente en un par de meses reaparezca en el escenario que más le gusta: el electoral, acompañado de su troupe para ofrecer espejitos de colores que tal vez sigan deslumbrando, sin dejar ver la realidad.