Se aprobó por unanimidad unanimidad la ordenanza de PUPAAs

Como Mesa de Economía Social y Agricultura Familiar y Campesina de la ciudad de Junín, celebramos la noticia sobre la aprobación por unanimidad de la ordenanza de PUPAAs (Pequeñas Unidades Productivas de Alimentos Artesanales), por parte del Honorable Concejo Deliberante, entendiendo que es trascendente para el sector de la Economía Popular que produce alimentos de calidad.

Algunos aspectos importantes a destacar del proceso construido por los diferentes actores sociales, educativos y políticos, y por los sectores productivos que estuvimos dedicados a la tarea de haber logrado que la flamante norma local haya alcanzado materialidad. 

Existen en la actualidad numerosas producciones de alimentos de pequeña escala, generadoras de trabajo genuino, pero que por sus características no se encontraban hasta el momento, enmarcadas en el sistema de control bromatológico vigente, lo cual genera tanto la falta de inclusión en el circuito formal como la ausencia de articulación para las acciones de control por parte del Estado en materia sanitaria.

Frente a dicha realidad, la Mesa de Economía Social, Agricultura Familiar y Campesina, acercó a fines del año pasado, la demanda de un sector productor de alimentos de la Economía Popular, al Bloque de Concejales del Frente de Todos del HCD Junín, quienes iniciaron un proceso de búsqueda de consensos y mediaciones, prestado especial atención a los valiosos aportes de la diversidad de actores participantes, y en particular a los y las pequeñas elaboradores.

Se trata de una propuesta que responde a una demanda histórica de elaboradores artesanales de alimentos, que pertenecen al conjunto de las actividades económicas basadas en relaciones de solidaridad, reciprocidad y cooperación, dirigidas a satisfacer necesidades y generar ingresos, privilegiando el trabajo humano y el desarrollo sustentable de la Economía Popular.

La ordenanza aprobada, que dio respuesta a la situación descripta, alcanza de este modo a las PUPAAs, y se transforma en una herramienta que permitirá fomentar la formalidad sanitaria y comercial y, en consecuencia, la competitividad del sector.

La implementación de este marco regulatorio contribuirá a promover criterios de calidad productiva y organizativa del sector de la Economía Popular involucrado, con la finalidad de mejorar la inocuidad y seguridad de los alimentos.

Desde la Mesa subrayamos que existe una Resolución provincial vigente, aprobada recientemente, que tiene por objetivo procurar la seguridad y la soberanía alimentarias, impulsando el cumplimiento de principios básicos por parte de los productores que permitan dar mayores certezas al consumidor respecto del origen y calidad de los alimentos que adquieren.

Por este motivo, consideramos imprescindible mencionar que a partir de la iniciativa del Gobierno Provincial, que en diciembre de 2020, promulgó y publicó la Resolución provincial150/2020, creando el Registro Provincial de PUPAAs, aprobando el “Reglamento para el funcionamiento, y registro de PUPAAs individuales o comunitarias”, fue posible que los municipios de la Provincia de Buenos Aires decidieran emprender la iniciativa de sancionar una ordenanza local en consonancia con la norma provincial, sentando las bases para un modelo de inspección que se oriente hacia lo educativo, favoreciendo que el sujeto de trabajo que elabora artesanalmente, se constituya en sujeto de derecho.

La Economía Social y su relación con el Estado

Pero a su vez consideramos necesario mencionar, que esta norma no es punto de llegada, sino un lugar desde donde partir, para que junto a la aprobación de una norma local - en sintonía con la Resolución Pcial-, el Gobierno de Junín desarrolle políticas públicas -hoy inexistentes- que posibiliten una mejora de la actividad del sector, e impulse mejores niveles de gestión, formalización y comercialización de la producción de la Economía Popular.

Es decir, la novedad de la aprobación de la ordenanza sobre PUPAAs, permitirá a los productores de alimentos de pequeña escala, elaborar productos inocuos y seguros para la población. Nuestro reclamo sigue siendo, que el Gobierno Municipal, diseñe e implemente programas públicos con su respectivo presupuesto, a fin de impulsar a un sector productivo que hasta el momento ha sido ignorado por la gestión local.

La Economía Social, además de impulsar prácticas y valores económicos de un modelo productivo inclusivo, también se propone incidir en la encarnación de sus principios en el corazón de la administración pública y del sistema político.

¿Y qué significa esto? Nos referimos a las formas de gestión participativa a escala local, la creación de foros de intercambio para definir políticas sectoriales, instituciones o herramientas de planificación estratégica, así como el fortalecimiento de la organización de frentes de acción colectiva para aportar a la definición de políticas de Estado a favor de fomentar la Economía Social, y de practicar en general la democracia participativa, como recursos que hacen parte fundamental de una economía más justa.