Quedaron reservadas para las vueltas finales, todas las emociónes de la carrera: en el 16º giro, en la punta, se produjo un golpe de escena: Lambiris tocó a Mazzacane en un frenaje y lo hizo entrar en trompo, por lo que el platense volvió al pelotón en el cuarto lugar. Unos giros después, los comisarios lo sancionaron al uruguayo que retornó en el noveno lugar, permitiéndole a Canapino subir un puesto: en la 18, Canapino se tiró antes de ingresar en el curvón contra Di Palma y, pese a un toque, pudo ubicarse en el 7º sitio, detrás de Ugalde, de quien dio cuenta un rato después y, con la penalización de Lambiris, quedó a una posición de la consagración.
Y fue en la última vuelta, se convirtió en héroe. Porque salió mejor que Ruggiero a la recta principal y, antes del curvón, luego de la superación, ya se encaminaba a su segunda corona en el TC.
"No lo puedo creer, no sé si es verdad", comentó el Titán antes de subir al podio para recibir la Copa de Oro. Es la segunda corona que logra Agustín Canapino en el Turismo Carretera, la primera fue en la temporada 2010 en el autódromo de Buenos Aires. Además logró la doble corona, ya que hace siete días consiguió el campeonato de Top Race.