Con la impronta y el acompañamiento del empresario Ricardo de la Fuente y Jorge Mendoza, ambos ex presidentes, Mauro Fernandez quien recibió a SEMANARIO para una entrevista, conduce hoy la Sociedad de Fomento del barrio La Merced, un sector en pleno crecimiento poblacional que no se detuvo en la pandemia y cuyos vecinos están bregando por llamar la atención del municipio para lograr algo más que una “lavada de cara” cada tanto y poder ser parte de un plan integral de desarrollo.
El barrio la Merced está integrado por dirigentes que se toman en serio la alternancia y cada dos años renuevan la figura del presidente. Geográficamente está delimitado por las colectoras de Ruta nacional 7, denominadas Alicia Moreau de Justo y Panizza de Gómez. Hacia el fondo por Lonegro y su continuación Soldado Argentino, y sus lados están trazados por Ramón Hernández y Mariano Moreno, ésta última que corre paralela al camino hacia el balneario.
-¿O sea que queda “de la ruta para allá”?
-Si, igualmente la ruta no nos delimita como una frontera, como la General Paz que divide la capital del conurbano. Pero siempre digo que estamos en el barrio ubicado a la “entrada” de Junín, algunos doblan a la derecha y otros hacia la izquierda.
-Uno de esos límites que marcás, como lo es de las colectoras, debe ser un problema para ustedes respecto al mantenimiento. Los municipios le escapan a esos arreglos alegando que son responsabilidad de Vialidad Nacional, pero lo cierto es que parecen una calle bombardeada.
- Justamente hace unos días presentamos un expediente en la municipalidad para que las reparen y las mantengan. Entiendo que sean jurisdicción de vialidad, pero el mantenimiento alguien debe hacerlo, no se puede transitar como están ahora. De hecho hicimos la presentación porque en uno de los pozos quedó un auto encajado. Después vinieron y taparon el agujero con tierra, pero no es una solución que sirva. En Benito de Miguel, la municipalidad hizo una buena tarea en el ingreso hacia la ciudad y quedó muy bien y también es parte de la colectora. Por eso creo que se puede trabajar en todo el sector si hay buena voluntad. En nuestro caso el deterioro es muy grande y requiere de urgencias. Después ocurren los accidentes y eso es mucho más grave que la burocracia.
-Además en esa zona hay una fuerte actividad comercial con empresas de gran porte y con mucho movimiento vehicular que favorece a la economía local.
-Hace seis meses que asumimos la conducción de la sociedad de fomento y algunas de las primeras charlas fueron con empresas y salió el tema de las colectoras, pero también el de la posibilidad de que en las calles transversales se haga “cordón cuneta” para favorecer el desagüe pluvial y que las calles no queden anegadas. Las empresas podrían colaborar, pero debe haber un interés de la gestión municipal para realizar esas tareas. Cuando se instaló el supermercado Chango Más uno de los requisitos era que tuviera un buen acceso algo que todavía perdura, pero no para el resto de los vecinos y las demás empresas locales.
-Si el ingreso está en esas condiciones ¿Qué pasa en el barrio en sí?
-Es una buena pregunta porque es lo que venimos reclamando y gestionando en el municipio para que tomen cartas en el asunto porque hay muchas cuestiones que arreglar. Debemos tener presentados más de 20 expedientes con reclamos diversos ya que esa es la vía que tenemos los fomentistas para dar cuenta de la situación al municipio.
Son cosas a resolver que además hemos planteado informalmente a los funcionarios y empleados municipales. El director de Relaciones Institucionales, Mariano Spadano siempre nos recibió y escuchó y pone voluntad y predisposición con que se solucionen algunas cosas, pero lamentablemente tardan mucho y no hay respuestas.
-Hace un par de semanas, la Municipalidad emitió una gacetilla de prensa, donde informaba de labores en el barrio ¿Eso fue así?
-Cuando asumió Luis Chami en la Secretaría general de Gobierno, tuvimos una reunión y le pedimos que escuchara a los vecinos del barrio y sus reclamos. Se puso en conocimiento de la situación y los expedientes iniciados y se generó un espacio de diálogo. Trajeron máquinas viales para arreglar un poco las calles, además se hicieron tareas de poda que hacía muchos años no se llevaban a cabo teniendo en cuenta que en el barrio hay mucha forestación. Además se planteó el cambio de luminarias, el reemplazo de las que están fuera de servicio y otras cosas que estamos esperando y viendo cuál es el accionar de la gestión.
-¿Se puso un poco de orden al desorden generalizado que tenían en el barrio?
-Creo que debiera trabajarse al barrio estructuralmente. Con un desarrollo integral para lo que son estos sectores periféricos. Antes de asumir nosotros como fomentistas nos juntamos con las sociedades de los barrios Los Almendros y Güemes que son aledaños por que Ramón Hernández comunica a los tres barrios y esa arteria es un símbolo del abandono. Cada tanto pasa una máquina para arreglar la calle, pero si uno la mira desde Soldado Argentino hacia la ruta observará que tiene una pendiente que es la que produce los anegamientos cuando llueve. En 2017 se había hecho una licitación para pavimentarla y quedó desierta y no se habló más del tema. Pasamos del entusiasmo a la frustración. Hoy ni siquiera se habla de un cordón cuneta. O sea que el desarrollo tiene que ver con esto de pensar en las comunidades periféricas para el futuro. Es imprescindible darle empuje a Benito de Miguel para permitir que siga la continuidad del centro comercial a cielo abierto. Ya hay muchos comercios y emprendedores pero todavía tenemos falencias en iluminación por ejemplo. Hay un gran potencial y el hecho de la inauguración de la farmacia fue una prestación de servicios esencial y en eso trabajaron mucho los vecinos.
-Hablabas de lo importante que resulta la articulación con otras sociedades de fomento, pero además Junín tiene una federación que las nuclea ¿Qué papel juega la federación?
-Ahora la federación no juega ningún papel. Es una entidad que existe porque existen las sociedades de fomento. Estando la federación en funcionamiento sería una herramienta importante para tratar de aunar esfuerzos y visibilizar reclamos que muchas veces son comunes en los barrios más desatendidos y con más necesidades. Pero desde hace un tiempo la federación cumple con la función que debería, atento hay que hay un montón de situaciones problemáticas que no se visibilizan.
-Esos reclamos comunes podrían verse potenciados
-Si, incluso institucionalmente la federación estaba en un proceso de regularización que no se si está resuelto. No sé en qué situación está respecto a los cargos electivos y su renovación. Hubo pandemia y algunos mandatos se extendieron, pero creo que debiera haber un proceso más democrático.
-Seguramente la federación debiera tener representatividad de todos los barrios de Junín, pero siempre la cara visible es la del presidente Osvaldo Giapor “instalado” en el sillón hace décadas.
-Exacto. Creo que todas las instituciones deben tener la alternancia de su dirigentes para consolidar el proceso democrático de las mismas, pero la federación desde hace un tiempo mantiene una hegemonía en las que las decisiones son unipersonales. Vemos que el presidente se reúne con el intendente sin consultar sobre las necesidades de los barrios o se pasea con un concejal de Cambiemos por ferias de antigüedades, cuando el rol debiera ser otro. Estar más en los barrios, con los fomentistas, reclamando, poniendo en la agenda la cantidad de problemas que hay y que son muchos.
-¿No se cansa el vecino de tanto reclamar y que no lo consideren?
-Nuestros vecinos ya están cansados y agotados, se lo nota en los grupos de chat y en las redes sociales. Son muchos años de desidia, negligencia y desatención. La clase política empieza a perder credibilidad y si no hay soluciones la gente se va a llevar puesta a la dirigencia. Hay un ambiente enrarecido que trae ecos del 2001. Aunque creo que después de aquel período nefasto, la “corpo” política hizo un pacto para mantener el ‘statu quo’ y que los dirigentes se cuiden las espaldas entre ellos. Pero se está llegando a un punto disruptivo luego de lo que vivimos con la pandemia y las situaciones que generó en hipocresía y doble vara. La dirigencia debe dar un salto cualitativo para mantenerse en funciones, como pasó hace algunos años en España con los “indignados”.
-¿Vos creés que en el barrio hay indignación por tenerlos olvidados?
-Los vecinos ven que se tienen prioridades en el centro tal como anunció el municipio con obras en avenida San Martín o en Villa Belgrano, lugares que ya están consolidados. Pero hay que tener una proyección de desarrollo urbano integral y esto tiene que ver con dotarlos con los servicios básicos, algo con que nosotros contamos, en materia de cloacas y agua. Se pavimentó una arteria que es Lonegro con salida al camino a la laguna. Pusieron reductores de velocidad y pasa el colectivo. Todo eso lo reconocemos como mejoras. Pero no se puede seguir hablando de lo que se hizo sino de lo que falta. Porque hay que gestionar el conflicto y los problemas que hay. Hablamos del Junín del bicentenario y los barrios deben ser prioridad, para tener un Junín inclusivo. Y es nuestra zona una de las que más ha crecido poblacionalmente debido al entorno con el camino a la laguna.