En las últimas horas, se conoció que personal policial ingresó a la vivienda ubicada en Córdoba y avenida República, de donde fue rescatado un gato de corta edad, que se encontraba dentro de una jaula en el patio trasero, entre matorrales de pasto, en estado de desnutrición.
La intervención surgió a partir de la denuncia efectuada una vez más por una proteccionista, y con la anuencia de la fiscal Iparaguirre, de la UFI 1, quien dispuso el inicio de una investigación penal preparatoria con la participación de la Comisaría Segunda.
En este caso, el final fue “feliz”, pero este domicilio habitado por una mujer es el escenario de permanentes denuncias públicas realizadas por proteccionistas, alarmadas por el “almacenamiento” de perros y gatos que realiza la propietaria. Recolecta los animales y después los mantiene hasta atados, sin alimentarlos y se sospecha que hay varios muertos por el olor nauseabundo que despide el lugar.
Una y otra vez se da la voz de alerta en el sacrificado ambiente de mujeres que luchan contra todo en defensa de los animales, haciendo el trabajo que le correspondería al municipio en la atención permanente de perros en estado de calle. Y también redoblan esfuerzos para paliar los efectos de la inacción judicial, en lo que respecta a animalitos que caen en la órbita de esta mujer domiciliada en Córdoba y República.
En muchas oportunidades, arriesgadas mujeres amantes de los animales se animaron a ingresar a la vivienda para rescatar perros y gatos que se encontraban en situaciones inimaginables, pese al peligro que esa acción pudiera traerles.
Dado el tiempo transcurrido, resulta imperioso que autoridades tomen medidas sobre este caso del que todos tienen conocimiento pero no registra una intervención definitiva, para que tanto animales como personas dejen de correr peligro.
No sólo piden ayuda para suplir la ausencia del municipio en un tema de salud pública como son los perros en las calles y su atención, las proteccionistas redoblan su reclamo para dar fin a esta nefasta historia de la casa de Córdoba y República. Alguien, desde algún cargo público, alguna vez deberá escuchar y tomar medidas.