Estuvo dos años con Mario Andrés Meoni dirigiendo el área de Deportes municipal y luego Pablo Petrecca le ofreció hacerse cargo del mismo espacio al iniciar su segundo mandato en 2019.
Claudio Yópolo está muy identificado con la Liga Deportiva del Oeste, entidad que preside desde 2005 y es asambleísta de AFA por la provincia de Buenos Aires, pero guarda “in pectore” una vocación hacia la política en general, algo de lo que habló en una entrevista con SEMANARIO, haciendo foco puntualmente en la inclusión, un tema con el que está comprometido de lleno y por eso también forma parte del Consejo Federal de Fútbol femenino, el ente que rige a este deporte en el interior.
-Cómo dirigente estás sumamente “fogueado”. ¿Encontrás alguna diferencia entre la conducción privada y lo que es parte del Estado municipal?
-Todo lo que se relaciona con la Liga es un trabajo para relacionar a los clubes, hacer los campeonatos y que los chicos y chicas jueguen al fútbol. Antes era todo fútbol masculino y desde hace ocho años se agregó la parte femenina que fue furor y empezamos a trabajar en inclusión de un montón de chicas que jugaban, pero sin organización. Hoy hay unas 700 mujeres jugando al fútbol en nuestra liga en todas las categorías. Eso es política de inclusión. Ahora, desde el Estado, trabajo mucho ayudando a las entidades para que cada vez haya más variedad de deportes, que crezcan esos que no son tan tradicionales. Estamos haciendo mucho en la parte social para que crezcan el tejo, la suelta de palomas, la pesca y tantos otros olvidados.
-Alguna vez fueron deportes tradicionales entre los juninenses, al igual que las bochas
-Si, pero además la pandemia afectó a muchas instituciones. Por eso desde la Dirección de Deportes trabajamos mucho en estar cerca de las instituciones. Ayudamos a que puedan desarrollar sus disciplinas y el Estado tiene que estar presente para que puedan seguir en ese camino y crecer. No es fácil porque hoy todo cuesta, pero estoy convencido en la política de inclusión. Que todo el mundo tenga la posibilidad de hacer deporte y cuando más chicos y chicas están incluidos en el deporte, es que están saliendo de la calle, donde sufren un montón de flagelos. Trabajo mucho en este tema.
-Desde la Liga incluyeron el tema de género, poniendo énfasis en el fútbol femenino y desde el municipio la inclusión fue la discapacidad.
-Si, también estamos trabajando muchísimo en discapacidad junto a un grupo de profesores excelentes que se ocupan de este sector. Un sector cuyos chicos sufrieron mucho en pandemia donde hubo contención de modo virtual, pero indudablemente no es lo mismo que ahora, ya que este sábado justamente arranca la primera fecha de la Liga regional de Fútbol Inclusiva, de la cual Junín es la sede y se realizará durante todo el año, un proyecto que es continuación del de olimpiadas especiales que realizamos en 2014.
-La tecnología permitió sobrellevar algunas actividades sociales en pandemia, pero el deporte fue prácticamente imposible mantenerlo. ¿Cómo viviste esa situación?
-Fue muy difícil, pero sirvió para aprender cosas. Hicimos muchísimas reuniones con todos los sectores deportivos porque la gente necesitaba trabajar y en eso fuimos muy abiertos. Articulamos muy bien con (la secretaria de Gobierno municipal) Agustina de Miguel que en ese momento era mi jefa y con quien fuimos abriendo actividades, proponiendo los gimnasios al aire libre en las plazas, ayudando a profes de gimnasia para que pudieran trabajar. Soy un convencido de que las cosas no se hacen por una persona ni por el Estado solo, siempre se debe trabajar en conjunto. Escuchamos a todos los sectores y pudimos ir dando soluciones en la medida de lo posible. Con “el diario del lunes” hoy se opina, pero era un momento duro donde se morían compañeros, amigos, familiares. Había que tener muchas precauciones, pero logramos que Junín fuera las primeras ciudades en realizar actividades deportivas.
-También había un deterioro económico de los clubes para su mantenimiento y que no tenían para pagar la luz siquiera. ¿Cómo se enfrentó?
-También fue muy difícil, generamos ideas y en un momento autorizamos a los clubes de fútbol y básquet para que pudieran vender pizzas y empanadas mediante la entrega a domicilio, trabajaban con los cuidados protocolares cuatro o cinco personas en el club y los socios retiraban la mercadería. En la Liga Deportiva del Oeste organizamos un bingo virtual que se vendía entre los socios. También lo hicieron en otras disciplinas. Por eso siempre digo que “me saco el sombrero” ante los dirigentes de las instituciones de Junín por haber podido mantener a los clubes a pesar de la pandemia.
-¿Por lo general criticamos a la dirigencia por sus carencias, pero cuál sería el valor agregado que vos le encontrás a quienes se ocupan de los clubes?
-Todos trabajaron con un grado de responsabilidad excelente. Cumplieron con las exigencias que recomendaban en pandemia. En el básquet se llegó a entrenar con media cancha 10 chicos y otros 10 en la otra parte. Hicieron un gran trabajo y cuando llegó el momento para reabrir los clubes para la competencia no hubo ninguno que no haya podido hacerlo. Eso habla de la capacidad de trabajo de la dirigencia. En los veranos por ejemplo se pudieron abrir las colonias y dejar que los chicos salieran después de meses de encierro. Confié en los dirigentes porque los conozco y porque yo también fui dirigente de club, eso me permitió saber que se iban a hacer las cosas bien y el tiempo me dio la razón. Lo mismo me pasó con los profes que trabajan en los clubes.
-Cuando hablamos de inclusión en el deporte no debemos olvidar a los pibes que necesitan zapatillas y estar bien alimentados para practicarlo y tener acceso al club. ¿Cómo se resuelve eso?
-Lo encaramos ayudando, comprando cosas, viendo las necesidades. Te doy un ejemplo. El hockey es un deporte que requiere implementos y venían trabajando bien desde el Club Social y Los Miuras, Sarmiento también hizo un trabajo espectacular. Y por nuestra parte estuvimos ayudando para que otros puedan tener este deporte. Hoy Independiente está haciendo hockey. Aportamos palos pelotas y arrancaron. El Newbery está con futbol-tenis y el Rivadavia con beach vóley y patín, también Moreno con hockey y patín. Siempre tratamos de ayudar con materiales. Desde el municipio hicimos una compra importante de zapatillas para los chicos del futbol que eran los más necesitados. Te reitero que eso me lo da la experiencia de conocer los clubes y saber qué se necesita. Lo hablo con el intendente y le digo de ayudar con materiales para que los clubes puedan hacer una cantina y que le ofrezcan una merienda a los chicos. El Estado debe apoyar en esas cosas. Si bien a veces se necesita plata, la plata la generan las instituciones. Lo que nosotros debemos acompañar es con lo que a veces se hace difícil, como pelotas de fútbol, de básquet, de vóley, palos de hockey. Un poquito a todos hemos ido ayudando.
-Lo vemos a diario a nivel nacional que hay muchos políticos que han arribado a las instituciones deportivas para, en algunos casos, tener mayor exposición. ¿Te gustaría hacer el camino inverso, de salir del plano político deportivo para participar de la política partidaria?
-Desde que entré en el deporte estoy convencido de que política se hace todos los días. En mi caso es deportiva y de inclusión, pero sí, me gusta y creo que hay que estar “adentro”. Es fácil estar en un café y hablar y decir. A mí me gusta la política, participo y me veo en algún momento trabajando a nivel provincial o nacional.
-¿Cuáles son las características que debiera mostrar un político?
-El dirigente político tiene que “tener calle”, territorio. Y no creerse superior a otra persona. Yo estuve con Mario Meoni y trabajamos muy bien y terminé el mandato y me fui a mi casa y seguí trabajando en el deporte hasta que Pablo (Petrecca) me vino a buscar para que lo acompañe. Y acá estoy porque soy un convencido de que las cosas se mejoran participando y no hay que tenerle miedo a la participación política. Con quienes hablo les digo: “no defenestren a los políticos, hay que participar”, porque si no es muy fácil criticar desde un café. Tampoco el político debe creer que el puesto es suyo. Todo lo que administramos del Estado no es nuestro, estamos de paso y cuando termina la gestión hay que seguir caminando las calles de Junín. Soy uno más y sigo escuchando a la gente. Me gusta el diálogo y lo peor que puede hacer u político es encerrarse y no salir dónde está el pueblo que es el que vive la realidad y sufre el día a día. La política tiene que salir a los barrios, por eso es raro que me vean encerrado en mi oficina, me gusta recorrer clubes, ir a las canchas a ver partidos de inferiores. El político está en el territorio. Recibo un montón de mensajes las 24 horas del día, pero siempre me tomo el tiempo para responderles a todos. Siempre digo la verdad, no vendo soluciones. Pero siempre vamos a tratar de ayudar, hay mucho por mejorar.
-¿Qué mirada tenés acerca del Junín actual?
-A Junín lo veo lindo, tiene buenas instituciones. Hay fomentistas que trabajan muy bien y la gente debe involucrarse en las sociedades barriales, no es fácil porque la vida diaria no te deja mucho tiempo, pero hay que seguir proyectando un Junín con mucho diálogo en este caso entre el que conduce la ciudad y la oposición. Debemos trabajar en una docena de cosas puntuales para que los ciudadanos construyamos una ciudad para todos. La grieta se disuelve con el diálogo y los que la sufren son los habitantes de Junín.