Este 12 de junio se cumplen hoy dos décadas de la eliminación de la Selección Argentina en primera ronda del Mundial Corea-Japón 2002. Aquel equipo comandado por Marcelo Bielsa arrancó la competencia como uno de los grandes candidatos a levantar la Copa, pero dijo adiós sin pasar de octavos y en medio de un clima desolador.
Luego de la victoria por 1-0 ante Nigeria y la derrota por el mismo resultado ante Inglaterra, el 12 de junio de aquel año millones de argentinos se levantaron en medio de la noche para ver el partido que arrancó a las 3:30 de la madrugada: la Albiceleste debía ganarle a Suecia para avanzar a octavos de final, pero apenas pudo rescatar un empate 1-1 a dos minutos del final, luego de la conquista de Hernán Crespo, tras capturar el rebote de un penal que Magnus Hedman le detuvo al Burrito Ortega.
El Kily González calificó aquella eliminación como “una de las decepciones más grandes” de su carrera y relató: “Nunca más en mi vida vi un vestuario así. Nunca vi a un entrenador llorar como lloraba Marcelo. No te imaginás lo que fue eso”. “Ya en el hotel, todos llorando en las mesas mientras comíamos. Fue lo más triste que me tocó en la vida deportiva, no me lo voy a olvidar más”, completó durante una nota con Hablemos de Fútbol.
Marcelo Bielsa no eludió a los periodistas e hizo un análisis de la eliminación. “Yo creo que claramente fuimos el mejor seleccionado del grupo, merecimos ganar holgadamente ante Suecia, merecimos un mejor resultado que el que tuvimos ante Nigeria y no merecimos perder ante Inglaterra. Pero el fútbol tiene esa emoción de que el que es mejor no necesariamente va a ganar”, comenzó el Loco.
“Ha sido un fracaso porque estábamos en condiciones de obtener más de lo que obtuvimos, pero no me parece justo dejar fuera del análisis a un montón de otros aspectos positivos. No hay duda de que fue el mejor equipo del grupo. Si bien eso no suaviza la sensación, la explica”, continuó.
Luego del Mundial, Bielsa extendió su vínculo con la Selección argentina hasta 2006. Sin embargo, el entrenador presentó la renuncia en septiembre de 2004, poco después de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas.