Ahora la gestión Petrecca quiere aprovechar las falencias en el Departamento Judicial de Junín, vacío de contenido en cuanto a funcionarios, pero también en lo que hace a infraestructura y organización, algo que guarda cierta lógica porque si hay quienes nunca han visto en sus oficinas al fiscal general Juan Manuel Mastrorilli, poco podía esperarse del apego al trabajo por parte del equipo a su cargo.
Pero no solo faltan los nombramientos de más casi una veintena de funcionarios entre fiscales y jueces, sino que se trata de casi el 70% de la planta que debiera estar trabajando a destajo en una justicia que aun en la normalidad se destaca por la lentitud.
¿Quién le pone el cascabel al gato? nos preguntamos alguna vez desde SEMANARIO y la situación no varió mucho aunque ahora se anuncia la llegada de Pamela Ricci y Martín Laius al ministerio fiscal y Renzo Cingolani como Asesor de Menores.
Es indudable que una sociedad no puede confiar en una justicia diezmada, al igual que nadie sería capaz de aceptar un hospital con un par de médicos a cargo de toda una población de 100 mil almas.
Por ese motivo acudimos a Javier Miquelez, exsecretario general del gremio que nuclea a los trabajadores judiciales, que son quienes tienen una idea certera de cómo funciona ‘in situ’ uno de los tres poderes más importantes de la República.
-Nos preocupa la calidad de la justicia que recibe la comunidad, pero imaginamos la situación de los empleados cuando faltan los liderazgos y esto trastorna el normal desenvolvimiento de la tarea judicial en todos los aspectos.
-Si, sin dudas. Nosotros hace por lo menos 20 años que venimos denunciando esto. Cuando planteamos el problema salarial también decimos que falta presupuesto, que hay problemas edilicios y que faltan nombramientos. Lo que pasa que ahora se politizó puntualmente por la carencia de fiscales, pero la realidad es que falta gente en todos lados. Entonces cuando la política se mete a querer resolver temas del poder judicial, se mezcla todo. El tema pasa además porque todos tuvieron tiempo de arreglarlo y no lo hicieron. Hubo una gobernadora, vino un gobernador y ninguno hizo nada para recomponer la situación y ahora se pasan la pelota.
-¿Y por qué no se resuelve?
-Este es un problema del Poder Judicial. En Junín faltan 13 fiscales, entonces cuando faltó el primero de ellos o el segundo o el tercero ahí se tendrían que haber nombrado porque los fiscales no se fueron todos el mismo día, lo hicieron en el tiempo y por eso es un problema judicial y no del Ejecutivo. Cuando hablamos de nombramientos de jueces y fiscales hay una instancia que es política porque se requiere la anuencia del Senado provincial producto de la reforma del ‘94 donde se pactó el Consejo de la Magistratura, pero no tiene porqué intervenir el Poder Ejecutivo. El gobierno de (María Eugenia) Vidal venía con el tema de la Reforma 2020 (NdR: promovía una escuela judicial obligatoria, traslados de jueces y nueva selección de magistrados, entre otros) donde quería reformar la parte laboral y nosotros dijimos que podía ser buena idea, pero con financiamiento.
-¿Y qué pasó?
-No hubo plata para invertir y la reforma nunca apareció. Nosotros desde 2019 hemos presentado propuestas para mejorar el Poder Judicial de Junín, pero a las autoridades nunca les interesó. Sin embargo hoy muchos salen a llenar espacios en las radios y diarios para hablar del tema. Cuando hacíamos paros decían que frenábamos a la Justicia. En pandemia arreglamos con la Corte Suprema para trabajar desde casa y decían que el Poder Judicial ‘estaba cerrado’. Bueno, esos son los mismos que ahora dicen que nada funciona porque no hay fiscales. Hace mucho que faltan fiscales esto no es de ahora y no hicieron nada. Yo no quiero que esto lo resuelva el Poder Ejecutivo.
-Además se trata de dirigentes que ensalzan los valores de la República y después parece que buscan violar la independencia de los poderes del Estado.
-No sé si lo están haciendo a propósito para desmejorar el servicio de la justicia. Yo no sé de justicia, sé del funcionamiento de la justicia. Y lo que pasa es que ante un problema mediático, a veces el Poder Judicial sale a crear oficinas y esas oficinas se crean en vano y hoy están prácticamente inservibles mientras en otros sectores se necesita gente y ampliación. Todo porque los ejecutivos de turno responden a la mediático, hay varios casos de esto y no solamente ocurre en Junín sino en toda la provincia. Acá ahora no coincide el gobierno local con el provincial, pero durante los cuatro años que coincidieron no hicieron nada. Y yo conozco la situación desde 1993. Por eso digo que el principal responsable es el Poder Judicial.
-¿Y cuál sería la solución?
-Hay un par de caminos visibles. Por un lado veo con preocupación que terminen desvirtuando el espíritu del Poder Judicial y por el otro creo que sería importante lograr la autarquía económica y subir el presupuesto para la Justicia, el cual nunca superó los dos dígitos. En algunas provincias la autarquía se implementó, pero no en Buenos Aires. Aunque sea debieran hacerlo durante un tiempo hasta lograr soluciones y allí se va a ver que todo funciona, pero si no se ponen recursos será difícil. Desde el 2014 hasta la fecha tenemos el mismo número de empleados, pero el crecimiento de causas en los distintos fueros creció muy fuerte. Junín tiene cuatro juzgados civiles desde hace más de 30 años. Con el Dr. Sergio Avalle armamos un proyecto pero no prosperó. Por eso vemos que se hacen reformas pero sin presupuesto y eso no sirve.
-¿Todo va en desmedro de una buena gestión de la Justicia?
-Claro, porque todo repercute también líneas abajo. Hay jueces que están subrogando en otros lugares y lo cierto es que no pueden cumplir con el trabajo que tienen en su propia dependencia como para hacerlo en una segunda y a veces, en una tercera.
-¿Eso tiene que ver con la “calidad” que ofrece la justicia? Claramente parece haber una precarización ¿Cómo el ciudadano puede sentirse tranquilo de que la Justicia va a impartir justicia?
-Tal cual ¿Por qué creés que los fiscales se van a trabajar al ámbito privado? Por los sueldos. Entonces cuando un gobierno se va y nos deja un 25% debajo de lo que cobrábamos históricamente y viene otro y no lo mejora y lo que da siempre llega tarde, la ecuación es sencilla, los funcionarios se van a trabajar con los privados. Eso pasa en todas las provincias.
-¿Cómo puede ser que en un poder independiente como el Judicial, sus cuadros superiores acepten este tipo de discriminación? ¿O “los de arriba” están bien y no se preocupan por el resto?
-Hay un cálculo aproximado al respecto y es que un 10% de los empleados judiciales se llevan el 25% del presupuesto en salarios. Eso te da la pauta de lo que ocurre. Nosotros somos uno de los gremios donde más se manifiesta la diferencia entre el máximo y el mínimo. Calculá que si hay un aumento del 10% en toda la escala, la cantidad de dinero que representa ese aumento para el sueldo más alto es igual al sueldo del empleado más bajo. O sea, por poner un ejemplo en números aunque no son los reales, si hay un aumento del 10% para el sueldo máximo de 400 mil pesos, recibiría 40 mil de aumento, que sería igual al salario del empleado ingresante. Con esto no digo que debemos sacarle al de arriba, sino que debemos incrementar los salarios de abajo.
Por ese motivo nosotros venimos planteando desde hace 30 años una negociación por la cual los empleados tengan como salario un porcentaje del sueldo del presidente de la Corte Suprema y no que sea un aumento porcentual ya que las categorías más altas terminan pasando por arriba a las más bajas.
-¿Qué se puede esperar de acá hacia adelante respecto al trabajo de la Justicia en medio de una situación que aparece como caótica?
-Lo primero es lograr que el Poder Judicial sea manejado por el Poder Judicial en lo que hace a lo edilicio y a los nombramientos y si hay un Ejecutivo comprometido que se dedique a aprobar una ley de autarquía y elevar el presupuesto que en la provincia es muy exiguo. No hay mucho para inventar. Algunos pueden decir que recorren los pasillos del departamento judicial de Junín y hay gente tomando mate, y también es cierto, porque –como te decía antes- se crearon oficinas mediáticas por parte del Ejecutivo para dar respuestas del momento y quedaron dando vueltas y no se hacen las reformas como corresponde. Nosotros desde la asociación no somos quienes deben decir cómo hacer una reforma judicial, pero podemos hablar sobre el funcionamiento debido a que hace 30 años que estamos adentro y el gremio tiene 60 años de experiencia. Yo no tengo la solución para resolver un problema en Junín, pero tengo la posibilidad de llamar a los compañeros de las 20 departamentales que tenemos en toda la provincia y saber si en alguna pasó algo similar y cómo lo resolvieron y aportar a la solución.