Alexia anduvo de "festichola" en "festichola" y luego hizo la plancha como siempre

Después de haber dejado atrás una festichola y en vísperas de una nueva (en el reino siempre hay un motivo para hacer la plancha) Alexia volvió a la escena vernácula luego de haberse guardado un par de días, donde aprovechó para pasear con reyes amigos, buscando un buen palenque ande rascarse.

Vivió la primavera, el Día de los Jubilados, el del saco y el chupín, las fiestitas de los pueblos, y siguió con la jornada de Capa Revoleada, disfrutando de hacer la plancha sin encontrar en el camino ni uno solo que le haga olas.

Alexia armó una carpa, juntó a la pibada del reino y él se dio una vuelta a pura sonrisa, para retratarse y abrazarse,lo que mejor hace y le sale. Fue otro de esos momentos intrascendentes que practica de sobra y aprovecha para hablar de cualquier cosa, pero que  le sirven para desviar la atención de los temas importantes, que le importan un comino.

Ya quedó visto, y bien que lo aprovechó, que hacer la plancha y echarle culpas a los demás, garpa. Y garpa bien. La fórmula es simple: cualquier cosa que sirva a la causa, es esfuerzo propio, sea pintar un sendero, plantar un arbolito o poner cuatro caños en alguna calle. Y todo lo que resta, es por la manga de dañinos de AlFer y Axel I, alias los discriminadores. ¿Total, quién se va a poner a enumerar las obras en el reino y a ponerse a pensar que es impulso ajeno? Así lo hace desde hace añares y mal no le ha ido. Esa vieja fórmula de Alexia y su séquito de retratadores amigos que ‘supervisan’ cómo va la cosa y poner su capa en el lugar, para confundir a los distraídos, fue la que lo puso en el trono y lo mantuvo. Y así, quedó como el campeón de los trabajos, aunque apenas sea el rey de los chamuyos.

Porque, no hace falta aclararlo, en el reino hay poco y nada, pero lo poco que hay es gracias a los ‘discriminadores’ que tanto osa criticar. Sean posadas, terminal para la caballada o lo que sea.

A Alexia le quedaron sus discursos, pero parece que, como el gato entre la leña, logró capitalizarlo a su servicio. Así, pasó su segundo mandato, después que a Amarillo I lo rajaran del Reino por inútil y descansador eterno. Pero Alexia zafó de la tormenta y ahora que Amarillo I empezó otra vez y con ganas de un segundo tiempo, este monarca amarillento empezó otra vez a cacarear.

En ese camino, ya se peleó con Axel I, le sacudió los piojos a AlFer y busca su lugar: va, viaja y vienen otros reyes. La campana de largada ya lo puso en movimiento. Y ahí anda, con los mismos cuentos de siempre, con las mismas y viejas promesas paseándose por los despojos del reino muy orondo, como un auténtico ganador.

PetrEgo

Semana laxa la de PetrEgo. Tranquila, casi como si hubiera ganado el Viaje a Bariloche en el viejo Feliz Domingo del desaparecido canal 9 de Romay. Festejó la primavera, festejó la fiesta en Roca, el Día del Turismo, se abrazó con los jubilados, comió, bebió, sonrió. Una maravilla.

Con la casa en orden, sigue buscando el sol del 2023, que viene asomando. Por ahora  en silencio, para no herir susceptibilidades por el desbole que sobra en todos lados, nada mejor que hacer todo tranqui, sin  olas para evitar enojos y susceptibilidades, que de eso sabe un montón.Es que con fábricas cerradas, comercios que pelean el mango cada día y obras que no hay, mejor guardarse las promesas para el momento oportuno.

Eso sí, como el perro, igual marca territorio:no pasa un día que no despotrique contra todos los demás,sin importar que ‘los demás’ sean los únicos que pueden contar las obras que se ven en Ciudad Fría.

Mientras tanto, y a tono con la ciudad de PetrEgo, donde todo el año es carnaval, dos o tres funcionarios patean penales, comen  tortas y buñuelos, y festejan los cumpleaños en la oficina, como si vivieran en el mejor de los mundos.

Bicho PetrEgo. Con qué poquito gobierna la ciudad, mientras se llena la boca de gestión.Tres empanadas, cuánta miseria che.

Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

*) Cambiar la circulación de los pasillos de la Muni. La tenemos a la Troncoso en eso.

*) Limpiar los baños del balneario.

*) Sacarnos unas fotis con la demolición del espigón. Nos dio un poquito de vergüencita.

*) Mejor callarnos por la que están poniendo esos discriminadores. Todavía tenemos que terminar la Terminal.

*) Mandarla a la Troncoso a que cambie la mano a alguna calle, cualquiera, aunque sea para hacer bardo.

*) Reponer los señaladores de las calles, poner donde no hay y repintar los que se borraron.