El combinado argentino debía vencer a su rival de turno o conseguir un empate superior al 2-2 para clasificar, gracias a la ventaja por el tanto de visitante. El final del encuentro fue con escándalo, ya que el árbitro Sandro Ricci expulsó a Adrián Sporle (42′) y Renato Civelli (49′). El malestar de todo Banfield se debió a un claro penal que no sancionó el juez brasileño sobre Nicolás Bertolo a los 18′ del complemento.