Lorenzo Isidro Barbero (6 de setiembre de 1918 – 23 de junio de 2009), fue un gran director de orquesta, además de violinista y compositor. Quizá haya sido la típica que más veces visitó Junín, esencialmente en un reducto donde tenía innumerables amigos: el Club Defensa Argentina.
“Su orquesta fue sencilla, con poco vuelo musical, pero muy popular. Además del tango, tenía la pretensión de abarcar todos los géneros originarios de Argentina, con espectáculos que incluían bailarines con coreografías de relativa calidad, dentro de un clima entre tanguero y folclórico. Era, posiblemente sin saberlo, parte de un proyecto político cultural, propio de aquella época”. (Abel Palermo).
Comenzó como director en 1942, con una numerosa agrupación destinada al Teatro Capítol de la capital cordobesa y como conductor en 1947 de la orquesta Copacabana. Posteriormente actuó en Buenos Aires, incluyendo en su conjunto algunos instrumentos regionales para la interpretación de un vasto e inquieto repertorio de danzas y de canciones argentinas. Colaboraron, en distintas instancias en su conjunto, el arreglador Pascual Mamonne y los vocalistas Pablo Moreno, Roberto Florio, Danielito Ray y Jorge Sobral, grabando sus versiones para los sellos Pampa y Odeón. Luego de 1970, produjo programas de TV por Canal 13.
Esto decía el cantor Abel Palermo, colaborador de la página Todo Tango, fallecido el 14 de abril de 2014, a propósito de Lorenzo Barbero:
“Nació en la localidad de James Craik, provincia de Córdoba. Su padre se llamaba Francisco y era violinista. De niño comenzó a aprender los secretos del instrumento al lado de su papá.
A los 12 años, la familia se trasladó a la ciudad de Córdoba, donde cursó su enseñanza secundaria y comenzó a estudiar, con el maestro Domingo Patruco, que era violinista de la orquesta sinfónica provincial.
Con su padre concurrían a los conciertos que realizaba la sinfónica, donde tomó contacto con la música clásica: Bach, Wagner, Mozart. Por supuesto que además le gustaba el tango, en especial la música compuesta por Agustín Bardi, Eduardo Arolas y Julio De Caro.
A partir del tango, nació en él la intención de crear un estilo de música, lírica auténticamente argentina. Debutó dirigiendo su orquesta a los 23 años, en el Teatro Capitol de Córdoba, con el nombre de “Agrupación Copacabana”, hasta que fue requerido por la emisora cordobesa LV2. Su agrupación estaba integrada por 20 músicos y la participación de bailarines, en el marco de una escenografía bien criolla.
Al poco tiempo, Radio Splendid de Buenos Aires creó su filial en Córdoba y designó director a Luis M. Moretti, quien contrató a Lorenzo, quien logró un éxito importante que tuvo repercusión en otras provincias.
Generó distintos espectáculos con gran aceptación en el público y variados nombres: “Teatros de Tango”, “Sinfonía Variable del Tango” y “Orquesta de Cuerdas del Tango”, razón por la cual, comenzaron a contratarlo para giras en todo el interior. La primera fue por el norte argentino, llegando hasta la ciudad de Asunción, capital del Paraguay.
El éxito de esas presentaciones repercutió en Buenos Aires y fue convocado por don Jaime Yankelevich para actuar en la radio y, más tarde, en la década del 50, en la televisión oficial, en el Canal 7, recientemente creado.
La orquesta debutó en mayo de 1948, en Radio Belgrano, en “La Gran Audición Federal”, el programa más exitoso de la radiofonía argentina. Llegaba a todo el país a través de su red nacional. El encargado comercial de dicho programa era Donato Sabia y el padrino artístico, Francisco Canaro, ambos apoyaron y fueron responsables del crecimiento de Barbero.
A esta formación se la denominó “La Orquesta de la Argentinidad” y actuó junto a grandes figuras, como Pedro Maffia y Alberto Castillo. El programa salía al aire los jueves, de 21 a 22.30 y los domingos de 12 a 13.30. La orquesta estaba integrada por 25 músicos, algunos de ellos, ejecutaban diversos instrumentos regionales, para tocar otros ritmos aparte del tango, con la idea de representar a todas las provincias argentinas.
A partir de 1951, fue requerido por el sello Odeón y en octubre, registró con los cantores Roberto Florio y Carlos Del Monte a dúo, el tema de Francisco Canaro, “Tomá mate, tomá mate”. Cuatro fueron las grabaciones de Florio, las otras tres: el tango de Barbero, “La serranita”, “La virgen del perdón” y el chámame “El Recluta”, de Mario Millán Medina.
El Chocho Florio se fue a la orquesta de Francini-Pontier y lo reemplazó Jorge Sobral, a quien, posteriormente, sustituyó el uruguayo Pablo Moreno. Otros cantores, además de los nombrados, fueron: Osvaldo Ribó, Carlos Uriarte, Oscar Brizuela, Enrique Lucero, Mario Córdoba, Fontán Luna y Daniel Rey.
En 1955, se produjo el golpe contra el general Perón y Barbero, como tantas figuras del espectáculo que simpatizaban con el gobierno justicialista, tuvieron algunos inconvenientes, muchos se exiliaron, otros ingresaron en las listas negras y hasta hubo quienes fueron encarcelados. Barbero siguió actuando, principalmente en distintas provincias y en países vecinos.
Durante 1956 recorrió incansablemente el país, actuando en muchísimas ciudades: Mendoza, San Rafael, Junín, Tres Arroyos, Chacabuco, Río Cuarto, Córdoba, Villa Mercedes (San Luis), Rosario; en bailes, confiterías, locales nocturnos y emisoras de radio. Hacia mediados de año actúa en la calle Florida y en Radio Belgrano de la ciudad de Buenos Aires.
En la primera mitad del año 1957, tuvo un resonante éxito en Chile, actuando en Santiago y Valparaíso. De vuelta en la Argentina, actuó en distintas emisoras y en la confitería “La Armonía” de la calle Corrientes. Fue el final. En la década del 60 se dedicó a la producción y dirección artística del sello Disc-Jockey y, en el 70, como productor del Canal 13 de televisión.
Como compositor se destacan estas páginas: “Taconear porteño”, “Candombe del carnaval”, “Topacio era tu nombre”, “Volvemos a encontrarnos”, “Mi flor de percal”, “Serranita”, “Ven tesoro” y “Organito malevo”.
Bibliografía: Horacio Ferrer y el Tango y sus invitados
VARIAS VECES TOCÓ EN JUNÍN
Lorenzo Barbero tuvo un romance entrañable con nuestra ciudad, al extremo de llegar en repetidas ocasiones con su orquesta típica y sus brillantes cantores. Su primera actuación fue el 18 de febrero de 1950, en el Parque Recreativo, con sus cantores Carlos Del Monte y Osvaldo Brizuela. Luego, el 4 de enero de 1952, lo hizo en el Prado Español, con un espectáculo llamado “De la Argentinidad”, y tres vocalistas: Roberto Florio, Mario Córdoba y Carlos Uriarte. Esa noche, repleta de público, el “Chocho” Florio cantó un chamamé: “El recluta”.
Entre 1953 y 1956, Barbero tuvo cuatro noches exclusivas con la entidad celeste de Defensa. El 10 de enero de 1953 se presentó con su orquesta y los estribillos de Roberto Florio y Carlos Uriarte. Volvió al CADA el 17 de julio de 1954, ahora con los vocalistas Jorge Sobral, Mario Córdoba y Enrique Lucero. Repitió al año siguiente, el 19 de noviembre, con sus cantores Fontán Luna y Osvaldo Ribó. Barbero tocó por última vez en el Defensa El 26 de mayo de 1956, con la voz de Daniel Rey.
La despedida de la orquesta de Lorenzo Barbero de Junín fue en el Club Ambos Mundos, el 15 de junio de 1957, con las voces de Daniel Rey y Pablo Moreno.