Alexia mueve las fichas según su conveniencia

PÁGINA DE HUMOR PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y DIGITAL Nº 369  DE SEMANARIO DE JUNÍN. CORRESPONDE A LA SEMANA DEL 5 AL 11 DE AGOSTO DE 2023

De Tín Marín De Do Pingüé, Cucara Macará títere fue… garabateó Alexia en un papel. Parece que la martingala que usó las elecciones pasadas no le dio resultado y toda su idea de tomarse el palo se fue al demonio. Lo intentó primero con Gran Cuña, después con hermano Walexia pero como ninguno movió el amperímetro, se atornilló al sillón, aguantando los chubascos.

Porque hace rato que Alexia está pero no está. Es decir, dice que hace pero es una foto del pasado. Sigue con el cotillón como si gobernara Amarillo I mientras el reino se cae a pedazos. Sin obras, pero peor que eso, sin rumbo, avanza a los tumbos, dejando la gestión en el cajón de los recuerdos.

Ahora, en vísperas de recambio de sillón, salió como lo hizo en ocasiones anteriores. Una vez más, apeló a sus retratadores amigos que lo muestran hasta en la sopa en cuanto ladrillo ande suelto sea de quien sea, intentando convencer a incautos y distraídos, como si fuera un ‘monarca de acción’.

Así es Alexia. Mueve las fichas según su conveniencia, buscando asegurar su permanencia, una vez más. Cuenta que en su pago, pero en verdad su gran objetivo es dar el salto a otros lares, lejos del reino y con menos problemas. El problema es que no puede hacerlo ya que ninguno de sus apuntados, le da para saltar; justamente porque de todos ellos, ‘no hay uno que mida’.

Ni midieron ni miden, ni tampoco van a medir, porque a ninguno le importa la gente, a quienes dijeron iban a ayudar. Amarillos al fin, traicionaron sus dichos, sus promesas quedaron en el olvido, gobernaron para pocos y el derrame del que tanto se llenaron la boca, cayó en unos poquitos bolsillos, los propios y algunos familiares cercanos.

En eso fueron unos campeones mientras al resto distrajeron con lindas palabras y muchas mentiras. Así,  Alexia aseguró sus acres, prometió una vida mejor para todos, pero se quedó en la propia. Estrenó pilcha nueva, hijos nuevos, palacio nuevo, vida nueva, y ni siquiera llevó adoquines viejos a los de las afueras, que todavía siguen en medio del barro y el olvido.

En todo este tiempo, Alexia sostuvo su relato, contó maravillas de la producción, de la seguridad, de las oportunidades de su gestión y lo lindo que es la vida en su pago. Menos mal que la cruda verdad diaria, se encargó de desmentir cada afirmación.

No obstante, siguió con la suya. Recibió Duques, Condes y Monarcas de otros lares, sonrió con todos y se recostó con quien sospecha será el ganador. Falta poco para dirimir la verdad y sabe que tiene del otro lado, a Sir Luis Cham, alias ‘El Carpenter’ que busca dejar las maderas de lado y pegarle un par de lonjazos con los votos.

En el Reino arrecian las críticas, se multiplican las desconfianzas y todos se sacan el cuero cada día. El sillón de Rivadavia espera solo a uno y los tiene a todos enfrentados. Alexia busca ganar, pero solo para tomarse el palo. Ya lo intentó una vez y no le salió.

En este último tren, busca dar el salto, mintiendo una vez más. Contando que busca el poder para ayudar a todos, cuando lo único que busca, es seguir salvando su traste.

 

 

 

PetrEgo

Cualquier cosa es buena para sumar. No importa que sea propia, importa que parezca que ‘se acompaña’. Esta modalidad PetrEgo la puso en práctica tras descubrir que no hace pero le sirve para la foto. Como si hiciera que hace.

Es que no se puede dejar nada librado al azar,  la elección se preanuncia reñida y el descontento no se disimula.

Su apatía y falta de soluciones a los problemas recurrentes de los barrios alejados pero que son parte de Ciudad Fría, se le está volviendo en algo más que un dolor de cabeza.

Por eso ya sacó a relucir su hiperactividad previa de elecciones anteriores: ‘Para nosotros, todos los barrios son iguales’ o, ‘Todos son vecinos de mi ciudad’ son algunos slogans que buscan convertir los enojos de tanta ausencia en simpatías y…obviamente, un voto positivo.

Ciudad Fría se queja hace añares por lo mismo de siempre. Y ni siquiera esas cuatro o cinco cosas básicas, PetrEgo solucionó. Pero además, tampoco se ocupó y peor que eso, fue que no le interesó. La burla queda reflejada en un mero número de expediente, allí descansa la necesidad de la gente, con promesas que todo va a cambiar algún día.

En la letra chica no dice nada. Pero debería estar escrito: “El día que los chanchos vuelen, o cuando nosotros dejemos la Muni”.

Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

*) Lograr instalar a Gran Cuña. No hay caso, por más compañía que le hacemos,  sigue sin medir.

*) Avanzar con la bicisenda. Ya sacamos la foto.

*) Trabajar en la ZAL. Desarmamos la carpa y dejamos la idea.

*) Contar que no sabemos qué hacer. Si todavía seguimos sin saber para qué llegamos al poder. Bueno, sabemos, a nosotros nos va bárbaro, pero no podemos contarlo. Jijiji.

*) Ordenar el tránsito en el barrio Eusebio Marcilla tras el desvío por la construcción de la rotonda en avenida Circunvalación.

*) Poner algunos cartelitos, alguna señal, algunas columnas de luz para que los que se pierden de noche en el barrio Respuela por el desvío, sepan que siguen en Junín.