CULTURA | 31 MAY 2024

ELIGIÓ A LOS MEJORES INTELECTUALES DEL PAÍS

Jacobo Timerman, el hombre que modernizó el periodismo

El diario “La Opinión”, a 53 años de su fundación, quizá no solo marcan un gran momento en la historia de la prensa argentina, sino también una época en la vida política y social de la nación que, aún hoy, invitan a reflexionar sobre la protección de la libertad de prensa y los derechos humanos: bases fundamentales para la construcción de un país con más pluralidad, igualdad y democracia.



Jacobo Timerman fue una figura central del periodismo argentino de la segunda mitad del Siglo XX. A 24 años de su muerte, compartimos un recorrido por los medios que fundó.

La primera edición fue el 4 de mayo de 1971. Reformas en el Gabinete del gobierno argentino; la devaluación parcial de la moneda nacional; especulaciones sobre la exportación; las preocupaciones de distintos Estados por la guerra árabe-israelí que se avecinaba fueron, entre otras noticias, las que se publicaron en tapa con formato de tabloide, inspirada en el estilo del periódico francés, “Le Monde”. Se trata del diario “La Opinión”, fundado por el periodista y escritor Jacobo Timerman. Una de las figuras más importantes de la historia del periodismo en la Argentina.

Timerman ya había creado en los sesenta las revistas “Primera plana” y “Confirmado”, desde donde dio cuenta de distintos sucesos de la historia cultural y social de la región. Por allí pasaron las figuras distinguidas del ámbito cultural argentino de la época. Colaboraron escritores, poetas, dibujantes y periodistas de la talla de Juan Gelman, Miguel Bonasso, Dante Panzeri, Carlos Ulanovsky, Tomás Eloy Martínez, Ernesto Sabato, Pompeyo Camps, Abrasha Rotenberg, Felisa Pinto, Tununa Mercado, Aída Bortnik, Osvaldo Soriano, Rodolfo Terragno, Hugo Beccacece, Ricardo Halac, Enrique Raab, Hermenegildo Sábat, Roberto Cossa, Victoria Walsh, María Esther Gilio, Raúl Vera Ocampo, Gerardo Fernández, José Agustín Mahieu, Hugo Gambini, Miguel Briante, Moira Soto, Pablo Urbanyi, Luis Aubele, Bernardo Verbitsky, Alicia Dujovne Ortiz, Luis Felipe Sapag, Máximo Simpson y Santiago Jorge Pérez Gaudio, entre tantos otros, para sumar estilo y calidad, con notas y entrevistas de gran nivel. Así, se animó más tarde al periódico, más allá de que todavía se vivían tiempos de represión y censura, con los generales Juan Carlos Onganía en el poder y, luego, Roberto Levingston.

“Pienso que Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, con su nivel cultural, sus apetencias informativas, son un mercado ideal para un diario de este tipo. Me da la impresión de que los grandes diarios, en su competencia para obtener avisos, en su competencia con la televisión y la radio, han descuidado la información profunda, analítica, la que realmente quiere la gente de alto nivel. Eso es lo que nos proponemos suministrar”, había expresado el propio Jacobo Timerman antes del lanzamiento del periódico, en una entrevista para la revista “Siete días”.

Con el eslogan creado por el escritor Pedro Orgambide, “El diario para la inmensa minoría”, “La Opinión” salió a la calle aquel mayo de 1971 y, como sostiene su biógrafa -la periodista argentina Graciela Mochkofsky, “tenía la marca de Timerman por todos lados: una subsección dedicada a Israel y a Medio Oriente, sin páginas policiales ni deportivas, un lenguaje directo y agudo, mucha interpretación, artículos firmados y hasta algunos de los avisadores que habían sostenido a “Primera Plana” y “Confirmado”, con la Aerolínea Braniff y aceros Acindar. Tenía, sobre todo, la calidad que lograba Timerman al reunir una redacción que, en conjunto, era mejor que la suma de sus (muchos) talentos individuales”.

El periodista, además de llevar adelante su cargo de director del diario, estuvo acompañado por Julio Algañaraz como subdirector, y Horacio Verbitsky y Juan Carlos Algañaraz, como secretarios de redacción. Timerman, por su parte, fijó las pautas periodísticas y de diagramación. Se dice que en cuanto a la ideología editorial, la indicación fue clara: “A la derecha en economía y política, y a la izquierda en cultura”, aunque este perfil fue más fuerte durante su última etapa.

No obstante, no se trataba de un medio que estaba preocupado por encontrar la noticia, sino más bien comentarla, repensarla, interpretarla. Por otra parte, si bien al principio prescindieron de fotografías, personalidades como Hermenegildo Sábat, Daniel Melgarejo y Patricio Bisso, entre otros, se encargaron de ilustrar las ediciones en distintos momentos. Luego del alejamiento de Sábat, en 1972, Miguel Ángel Otero fue quien llevó la fotografía para el suplemento de cultura.

La gran calidad de sus redactores -entre ellos, Juan Gelman, Ernesto Sábato, Tununa Mercado, Roberto Cossa, María Esther Gilio, Alicia Dujovne Ortiz, Mario Diament, Abrasha Rotenberg- posicionó el periódico como uno de los más importantes y exitosos de la región.

Paco Urondo y Juan Gelman fueron los responsables del suplemento cultural del diario, marcando una clara disruptividad para la época, un enfoque de avanzada en el que los suplementos podían contar con su propia línea editorial.

Cada vez, contaba con más lectores, más influencias y una gran presencia frente al resto de los medios gráficos. Sin embargo, no todo fueron buenas noticias, ya que las tensiones políticas e intereses particulares de distintos sectores desembocaron en dos atentados. En junio de 1972, una bomba explotó en la redacción y otra en la puerta de la casa de Timerman. El fundador de “La Opinión” dejó el país y se dio al exilio, hacia Israel. Abrasha Rotenberg, en ese momento, se convirtió en el nuevo director, mientras Timerman protegía su vida. Pero el exilio no duró demasiado: a los seis meses, estaba de regreso en la Argentina para continuar con su ejercicio periodístico.

Durante el gobierno de Isabel Perón, algunos periódicos cerraron sus puertas por las amenazas y secuestros de periodistas, como “El Mundo”, y otros se resistieron y continuaron dando batalla, como “El Cronista Comercial” y “La Opinión”. Así, permaneció en activa edición varios años más hasta 1977, cuando la última dictadura militar clausuró y expropió la publicación. En ese mismo año, Jacobo Timerman fue secuestrado, preso y torturado durante dos años y medio, no solo por la circulación de sus ideas, sino también -como sostienen algunos- por su condición de judío y por las sospechas de que “La Opinión” estaba financiada por grupos montoneros. Liberado en 1980 y después de otro exilio en Israel y Estados Unidos, Timerman volvió a la Argentina para declarar ante la Conadep en 1984 y, un año después, testificó en el Juicio a las Juntas Militares.

Bibliografía: Secretaría de Cultura de la Nación.


CARNET DE JACOBO


 

Nació el 6 de enero de 1923 en Bar, cerca de Kiev, Ucrania. Falleció el 11 de noviembre de 1999, en Buenos Aires.

En el año 1928 llega junto a su familia a Buenos Aires. En 1943 se inició en el mundo del periodismo. Su primer trabajo fue en la revista “Correo Electrónico”. Posteriormente trabajó en “Noticias Gráficas”, “La Razón”, “El Mundo” y “La Nación”.

Bajo el mandato de Juan Domingo Perón estuvo censurado. Trabajó por entonces en la agencia France Press. En el año 1959, hace su debut en televisión en la conducción del ciclo “Qué pasó en siete días”. El programa recibió el primer Martín Fierro otorgado a periodistas. También participó del segmento "Sala de periodistas".

En 1962 fundó la revista “Primera Plana”, en 1965, la revista “Confirmado” y en 1971 el diario “La Opinión”, que llegó a convertirse en referente de los sectores progresistas, de claro corte europeo e inspirado en buena medida en “Le Monde”, que se convertiría en el principal instrumento de oposición contra el autoritarismo del último Gobierno de Juan Domingo Perón (1973-74) y contra las acciones terroristas de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) registradas en el periodo de Isabel Martínez de Perón. En 1977 el gobierno militar clausuró “La Opinión”, del que era director. Ese mismo año fue secuestrado por una fuerza dependiente del ex general Ramón Camps. Estuvo detenido dos años y medio. Poco después los militares legalizaron su detención y el periodista permaneció arrestado en su domicilio. En 1979 fue expulsado del país y se le privó de la nacionalidad argentina. Timerman sobrevivió al horror gracias a una vasta campaña de solidaridad que tuvo lugar en la prensa internacional. Resultado de esa experiencia fue el libro “Preso sin nombre, celda sin número”. Fue autor además de otros tres libros: “La guerra más larga: la invasión de Israel al Líbano”; “Chile, el galope muerto” y “Cuba: un viaje a la isla”.

Junto a Alberto Gainsapaz recibió “La pluma de oro de la libertad”, otorgada por la Federación Internacional de Editores de Diarios. Posteriormente el galardón fue donado a un museo. También ganó el premio “María Moors Cabot”, que otorga la Universidad de Columbia.

En 1995, Jacobo participó activamente en la formación de la “Asociación para la defensa del Periodismo Independiente”, junto a una veintena de otros reconocidos periodistas y escritores argentinos. Timerman fue un tenaz sostenedor de ésta asociación que apoyó a los profesionales de prensa amenazados y fue uno de los responsables de que se creara una red mundial conocida hoy como la International Freedom of Expression Exchange (IFEX), con sede en Canadá.