No les alcanzó con hacerle la vida imposible a los “viejos” a través del PAMI. Con sacarles remedios, ponerles obstáculos y dificultar su acceso a la salud.
Ahora van por los pibes. Porque en un ambiguo comunicado de prensa difundido por el municipio del soldado de Vidal, se asegura que “se garantizan todas las vacunas del calendario nacional”.
Sí, se garantizan todas. Pero no a todos. Porque en el caso específico de la antimeningocócica, ya no hay para los chicos de 11 años que debían recibir la última dosis, según lo planificado e ideado a través del mismísimo calendario de vacunación obligatorio.
“Se acordó la estrategia de priorizar a los grupos más vulnerables de 3, 5 y 15 meses de vida y posponer la dosis de los 11 años hasta contar con la disponibilidad necesaria. Esto es a causa de las dificultades en la adquisición y entrega desde su incorporación al Calendario Nacional de Vacunación”, dice el comunicado oficial proveniente del municipio de Junín.
“La vacuna tetravalente (ACYW) conjugada contra meningococo fue incorporada al Calendario Nacional de Vacunación por Resolución Ministerial número 10/2015 e implementada a partir de enero de 2017. El esquema de vacunación comprende dos dosis (3 y 5 meses de vida) y un refuerzo (15 meses de vida) en lactantes; y una dosis única a los 11 años...”.
En síntesis: debemos ajustar. Ajustar y reajustar. Por eso, como son pocos los que se enferman a los 11 años, por ahora la suspendemos. Dicen que cada dosis tiene un costo de alrededor de 3.000 pesos. ¿Cuántos padres están en condiciones de colocársela a sus niños?
UN ESPANTO
La salud ha ido en decadencia. En el gobierno provincial de Scioli no había vendas ni alcohol en los hospitales, ahora ya no quedan ni médicos.
Las unidades sanitarias de Junín están devastadas: no hay especialistas disponibles, en muchos casos faltan enfermeros y ahora hasta se restringen las vacunas.
Mientras, sólo se les ocurre tapar el sol con las manos: los medios locales, obedientes, repetirán palabra por palabra para llevar tranquilidad a los vecinos. Que leerán el título de “garantizan” y respirarán aliviados.
La realidad los golpeará de frente cuando concurran con sus hijos de 11 años y se les anoticie que fueron eliminados del calendario por “las dificultades en la adquisición y entrega” que tiene este Gobierno desalmado con los que menos tienen.
Es que la gente como ellos, seguramente podrán pasar por una farmacia y pagar el precio que sea para que sus hijos crezcan sanos y salvos. ¿El resto? Qué importa...