Agenda 2030: ¿Fantasía o hipocresía?

SECCIÓN SEMANAGRO PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 419 DE SEMANARIO DE JUNÍN. CORRESPONDE A LA SEMANA DEL 20 AL 26 DE JULIO DE 2024.

La agenda 2030 proclamada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) allá por 2015, reúne una lista de buenos deseos a la cual parte de las potencias mundiales le pusieron fecha y otras todavía la rechazan.

Lejos de ser potencia, la Argentina de Javier Milei, rechaza la propuesta que se trata de un llamamiento para la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo.

Entre los 17 objetivos que propone se mencionan:

- Fin de la pobreza - Hambre cero

- Salud y bienestar

- Educación de calidad

- Igualdad de género

- Agua limpia y saneamiento

- Energía asequible y no contaminante

- Trabajo decente y crecimiento económico

- Industria, innovación e infraestructura

- Reducción de las desigualdades

- Ciudades y comunidades sostenibles

- Producción y consumo responsables

- Acción por el clima - Vida submarina

- Vida de ecosistemas terrestres

- Paz, justicia e instituciones sólidas

- Alianzas para lograr los objetivos

Ninguna de las “personas de bien” de las que gusta diferenciarse el presidente de la Nación, podrían rechazar tales conceptos que, de cumplirse, seguramente constituirían un mundo ideal.

Y aunque a mediados de 2024 cause hilaridad saber que cada uno de los 17 objetivos tiene metas específicas que deben alcanzarse en el año 2030, tampoco debiera tirarse todo por la borda.

La propia Naciones Unidas reconoció que “se está progresando en muchos lugares, pero, en general, las medidas encaminadas a lograr los Objetivos todavía no avanzan a la velocidad ni en la escala necesarias”.

Acaso quien esté medianamente informado y no se mire sólo el ombligo ¿puede creer que se conseguirán resultados? No sólo hacia 2030 sino siquiera al 2050, teniendo en cuenta el “orden mundial” establecido por los grupos económicos poderosos que no sacan el pie de encima sobre más del 90% de la población de la Tierra.

En la agenda 2030 se postuló la meta de asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales

DESARROLLO SOSTENIBLE

En la Agenda 2030 se persiguen objetivos que integran todas las dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la ambiental y la social y se basan en un enfoque de derechos (UNESCO)

El desarrollo sostenible se ha definido como el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Para conseguir el desarrollo sostenible, se necesitan esfuerzos concentrados “en construir un futuro inclusivo, sostenible y resiliente para las personas y el planeta”, de acuerdo con ONU.

Cuando se fijaron los objetivos y las metas para la Agenda 2030, se tuvo en cuenta que era fundamental armonizar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Esos elementos están interrelacionados y son todos esenciales para el bienestar de las personas y las sociedades.

Si nos animamos a hacer una rápida revisión de lo que pasa en nuestra “patria chica”, veremos con desazón que en Junín no ha habido crecimiento económico (por el contrario), menos aún inclusión social cuando la mayoría ha elegido para gobernar a líderes clasistas que sólo buscan su propio bienestar y el de algunos de un grupo. Por otra parte y particularmente en el distrito hay una fuerte desprotección del medio ambiente cuando no se tiene en cuenta la contaminación del agua (arsénico, nitritos, nitratos y otros), del aire (agrotóxicos), ni de la tierra (también pesticidas).

El mensaje de la ONU acerca de que “la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones es una condición indispensable para lograr el desarrollo sostenible. A tal fin, debe promoverse un crecimiento económico sostenible, inclusivo y equitativo, que cree mayores oportunidades para todos, que reduzca las desigualdades, mejore los niveles de vida básicos, fomente el desarrollo social equitativo e inclusivo y promueva la ordenación integrada y sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas”, llega en un momento fuera de todo lugar cuando a siete meses de gobierno mileísta, todos esos indicadores se han agudizado negativamente, claro está sin olvidar a alguno de los gobiernos anteriores.

No resulta llamativo entonces que Milei se pronuncie en contra de la agenda 2030 y lo manifieste tanto en el país como en el exterior, cuando dentro del objetivo de poner fin a la pobreza en el mundo, se estableció la meta de que se debería reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en cualquiera de sus dimensiones en 2030.

También se consensuó la meta de implementar sistemas y medidas de protección social apropiados a nivel nacional y garantizar que para 2030 una parte significativa de las personas pobres y vulnerables se beneficien de ellos.

Se acordó “garantizar que todos los hombres y mujeres, en particular los pobres y los vulnerables, tengan los mismos derechos a los recursos económicos, así como acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de la tierra, otras formas de propiedad, herencia, recursos naturales, nuevas tecnologías y servicios financieros, incluidas las microfinanzas”, algo totalmente contrario a lo que proponen los preceptos del anarco capitalista.

De hecho, en la agenda 2030 se postuló la meta de asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales.

La propia Naciones Unidas reconoció que “se está progresando en muchos lugares, pero, en general, las medidas encaminadas a lograr los Objetivos todavía no avanzan

CENSURA EN EL INTA

A pesar de la posición de Milei, la Argentina suscribió oportunamente a la Agenda 2030. Se comprometió con su implementación y con el establecimiento de un proceso sistemático de seguimiento y análisis de los progresos hacia el alcance de los ODS. Se sabe que cumplir con la Agenda 2030 podría incluso beneficiar económicamente al mundo. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible podría crear hasta 12 mil millones de dólares de oportunidades de mercado y generar hasta 380 millones de nuevos puestos de trabajo en siete años.

El ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, apuntó contra una supuesta censura de parte de las autoridades del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) a través de un video que viralizó en las redes. El funcionario tildó de “oscurantismo” y “terraplanismo” en materia agropecuaria, una afirmación de un gremio de los trabajadores del organismo. En el INTA aclararon que todas las comunicaciones se hacen por resolución y no existe una bajada de línea en ese sentido, por lo que consideraron que hay un tinte político detrás.

Días atrás trascendió en distintos medios que empleados del organismo hicieron referencia a una prohibición de hablar del “cambio climático y la “agroecología”.

Según pudo saber SEMANARIO efectivamente la comunicación existió y el malestar llegó a las entidades gremiales de la institución que evaluaron en su momento realizar asambleas al respecto, motivo por el cual lejos de calmarse las aguas, la tensión sigue vigente.