La presión sobre el dólar se aflojó y el ministro Toto Caputo celebra. Mientras en el Gobierno se entusiasman con una pax cambiaria, en el sector agroexportador apuntan al verdadero motivo detrás del aluvión de liquidaciones: el anuncio del gobierno de Javier Milei sobre el aumento de retenciones a partir del 30 de junio.
Desde el sector confirmaron que este es el motivo que está acelerando las ventas del campo y, con ellas, la entrada de divisas que frena la cotización del billete verde.
La movida no es menor. El tipo de cambio financiero cedió y el blue también encontró techo. Caputo sonríe, pero el alivio tiene fecha de vencimiento: se sostiene en una dinámica que no necesariamente es estructural.
Habrá que esperar a fin de mes para tener el informe oficial que confirme los datos desde el núcleo duro del complejo agroexportador. El dólar lleva alivio a Toto Caputo
En paralelo, el mercado cambiario reflejó el impacto: el dólar oficial cerró entre $ 1.160 y $ 1.170, con una baja del 1,3%, mientras que el dólar blue cayó 0,4 % y se quedó en $ 1.195, es decir, cinco pesos por debajo del cierre anterior.
El analista de granos en Futuros y Opciones (FYO), Nicolás Sesnich detalló a este medio lo que se percibe desde el terreno. “Hace 15 días que se empezó a reactivar fuerte: negocios nuevos y también gran parte de negocios que se están fijando ahora”, explica. Según el especialista, el fenómeno tiene varias capas.
El campo vende la soja Los números reflejan el salto.
"Si en plena cosecha se negociaban alrededor de 200 mil toneladas diarias con precio, actualmente se están moviendo cerca de 350 mil. Una parte por necesidad, otra por oportunidad; y el resto por miedo", grafica el analista de FYO.
“Entonces, todo aquel que en cosecha hizo ponerle el precio y se llevó un poquito más adelante la decisión de venta, actualmente lo está haciendo porque las necesidades de caja están”, sintetiza.
Las cuentas cierran por necesidad: muchas tarjetas de crédito agro y deudas de insumos vencen también el 30 de junio. “Necesitás hacer caja para cubrir todos los gastos de las campañas pasadas, campañas que no fueron tan buenas, y que encima hubo deuda que se renovó del año pasado a este”, advierte Sesnich. Según el analista, la región núcleo tuvo un muy buen año, lo que permite capitalizar mejor el momento, aunque no fue igual en todo el país: “El Nordeste, como Santiago del Estero, Chaco y el Norte de Santa Fe, estuvo bastante complicado”, diferencia.
Sesnich pone en números el peso de la amenaza fiscal: “El 60% vende porque van a subir las retenciones, pero en la general venden porque también el precio era mucho peor hace un mes. Son los dos motivos”. En otras palabras, el miedo a las retenciones explica más de la mitad del fenómeno, pero el resto se apoya en la mejora de condiciones comerciales luego del cuello de botella de mayo.
En los pasillos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y del Centro Exportador de Cereales (CEC), entidades que representan a las empresas que industrializan y exportan granos y sus derivados lo admiten sin vueltas: hay liquidaciones récord por temor a un mazazo fiscal.
En el Ministerio de Economía, en tanto, se agarran de la baja del dólar como un indicador de éxito. Los exportadores, sin embargo, sólo están apurando lo inevitable.