Juntos por el Cambio ya no es más un bloque de 10 concejales. El intendente optó por jugar con los libertarios acompañando a sus socios políticos a nivel provincial.
En su manejo del “toma y daca”, el intendente Petrecca logró obsecuencias de las que ahora se desprendió sin más, dejando a algunos ex aliados heridos y a otros en ascuas.
El jefe comunal se metió solo en la trampa, ávido a un cargo que le permitiera huir de Junín acuciado por los problemas de gestión que se le fueron acumulando y demostrando su total irresponsabilidad política.
Los radicales fueron los primeros en advertir que no compartirían espacio con el PRO local en el caso de que se alinearan con La Libertad Avanza, tratando de ser orgánicos con el partido a nivel provincial y dejando de lado esos ‘amores políticos’ que mantuvo Carlos Mansur con Petrecca, algo que continuó por estos tiempos el presidente boina blanca, Leandro Salvucci.
Habrá que ver todavía si hay un corte real o se trata solamente de una muestra para la tribuna.
Por su parte, los miguelistas enrolados en la Coalición Cívica, parecen todavía seguir por la senda del “ni”.
El mensaje de Javier Prandi, tras la alianza LLA/ PRO fue ambiguo, no dijo si se quedan o se van, aunque el partido al que dicen representar también rompió con el PRO y se incorporó a nivel bonaerense a una nueva alianza junto con radicales y peronistas díscolos.
Ocurre que las huestes del ex intendente tienen varias y jugosas cajas políticas para manejar -negociadas oportunamente con el petrequismo- como el caso de Grupo Servicios Junín y a través de su director Pablo “Tuta” Torres y el conocido ex secretario de Haciendo del “vasco”; el contador Marcelo Pastormerlo.
Si aludimos a la famosa frase de “billetera, mata galán”, se podría especular con que “los lilitos” terminen pasándose al PRO para seguir contando con las bondades que les prodiga la S.A.P.E.M. (Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria) juninense, ya que, de seguir avalando en el Concejo al bloque oficialista, ello podría acarrearle sanciones disciplinarias por parte del partido hasta llegar a la expulsión.
Sólo cabe esperar que posición tomará el otro integrante del mismo grupo, el productor agropecuario Rodrigo Esponda, quien en el último tiempo se mostró contrariado con el ejecutivo local debido al estado de los caminos rurales y las permanentes excusas del intendente para poner orden en el área.
Así las cosas, lo que hasta ahora era el “oficialismo” de Petrecca, contaba con cinco integrantes del PRO (Balestrasse, Marini, Mosca, Spadano y Fiorini), tres radicales (Itoiz, D’Andrea y Cavallo) y dos de la Coalición Cívica (Prandi y Esponda).
Los tres radicales ya anunciaron que formarán bloque aparte y falta saber si alguno de la CC respetará lo resuelto por su partido, en ese caso podrían pasar dos más.
Asimismo, cinco concejales de Juntos por el Cambio terminan su mandato en diciembre, tres del PRO, dos radicales y uno de la CC. Hasta esa fecha los 10 del petrequismo -sumando los dos libertarios, pero restando tres radicales- dejará de tener la mayoría; motivo por el cual deberán negociar los proyectos en el Concejo, entre ellos el de la licitación para la privatización de los caminos rurales, que viene siendo seguida al detalle por la sospecha de irregularidades en su concreción.