El gobierno de Irán puso a la Argentina en el listado de enemigos, como uno de los únicos cuatro países que respaldaron los bombardeos de Israel en territorio iraní, en junio. En un extenso informe entregado en Naciones Unidas, dedicado a denunciar la ilegalidad de aquel ataque, el régimen de los ayatolas señaló a Javier Milei como uno de los pocos mandatarios del mundo que respaldaron lo que ellos llaman “el ataque al derecho internacional por parte de Israel”.
La declaración en sí misma no parece entrañar un peligro: seguramente Irán no le declarará la guerra a Argentina ni emprenderá una acción contra el país. Siempre los peligros provienen de los grupos de fanáticos que deliran con una “venganza”, lo que sí entraña un riesgo para la Argentina y, en especial, las instituciones vinculadas a la comunidad judía.
El documento de Irán se difundió en las vísperas del 31 aniversario del atentado contra la AMIA -el 18 de julio de 1994-, que en sí mismo encierra una polémica porque se puso en marcha el llamado juicio en ausencia contra sospechosos iraníes y libaneses, entre ellos cuatro altísimos cargos de Teherán. La mayoría de las organizaciones de familiares -Memoria Activa, APEMIA, 18-J- ya se manifestaron en contra, pero el proceso tiene el respaldo de la AMIA y la DAIA.
Milei se hará presente en el acto oficial del viernes a las 9.30, frente al predio de la calle Pasteur, aunque no hará uso de la palabra. Memoria Activa estará en Plaza Lavalle a la misma hora y, a la tarde, habrá una conferencia en la Asociación de Abogados en la que estarán APEMIA, Memoria Activa y el Llamamiento Argentino Judío.
Irán acusa a la Argentina
En la extensa denuncia de Teherán ante las Naciones Unidas, la Argentina figura dos veces. En el punto 92: “algunos otros países han declarado su apoyo a los actos de agresión del régimen sionista contra Irán. Entre ellos se encuentran Canadá, Argentina, República Checa y Paraguay”, obviamente, además de Estados Unidos, que participó del ataque. Y en el párrafo 94, se señala que “el 13 de junio, el presidente Javier Milei respaldó las acciones militares del régimen sionista contra Irán y condenó los ataques defensivos iraníes contra el régimen sionista expresando su apoyo a las acciones militares anteriores de Israel”. En realidad, no hubo respaldos solapados ni tácitos: Milei fue explícito sosteniendo que “Irán es enemigo de la Argentina” o “la Argentina mantiene una alianza inquebrantable con Israel y Estados Unidos”.
La inmensa mayoría de los países se pronunciaron por buscar acuerdos, desescalar el conflicto e impulsar un cese del fuego, aunque buena parte de los gobiernos europeos insisten en que Irán debe permitir controles a su desarrollo nuclear. Es otro punto que Teherán le achaca a la Argentina: el titular de la OIEA (Organización Internacional de Energía Atómica), Rafael Grossi, es un diplomático argentino y los iraníes lo acusan de poner sospechas sobre el enriquecimiento de uranio de Irán.
Los riesgos del conflicto
Desde ya que son muy pocos los países en el mundo que respaldan, casi sin límites, al gobierno de Benjamín Netanyahu. Hubo una amplia condena a la matanza perpetrada por Hamas el 7 de octubre de 2023, con más de 1200 víctimas israelíes civiles. Pero esa condena se resquebrajó con fuerte cuestionamiento internacional a los bombardeos indiscriminados y a las acciones ordenadas por Netanyahu en Gaza. La cuestión es debatida de manera durísima dentro mismo de Israel y en casi todos los países del mundo.
Distintas son las polémicas con el régimen teocrático de Irán, que tiene apoyos geopolíticos de relevancia -China, Rusia- y que el conflicto con Israel, sumado a la cuestión de Gaza, le acerca solidaridades de un mundo islámico en el que no recogía demasiadas simpatías. En esa caldera, que bajó de temperatura en las últimas semanas, Irán seguirá acusando al gobierno argentino, pero aparentemente no irá más allá de las palabras: por ejemplo, hoy en día sigue habiendo relaciones diplomáticas, sólo que a nivel de encargados de Negocios. No hubo una ruptura total.
Más riesgo entrañan los grupos radicalizados e incluso los llamados lobos solitarios como los que perpetraron algunos de los ataques antisemitas en Europa o Estados Unidos. La Argentina -por obra del gobierno de La Libertad Avanza- no aparece neutral ni como impulsor de la paz, sino como parte del conflicto de Medio Oriente. Parecido a la época en que Carlos Menem hablaba de las relaciones carnales con Washington, justamente en tiempos de los dos atentados de Buenos Aires, contra la embajada de Israel y contra la AMIA.