“El Gordo”, como muchos le solían decir, capturó momentos importantísimos de nuestra ciudad pero también dejó un amplísimo archivo arquitectónico que invita al recuerdo pero también a la melancolía social e individual al pensar en aquello que fue.
Capturas hay miles: puede ser de una esquina del barrio 9 de Julio, Belgrano o Villa –por nombrar algunos-, de las tan transitadas Roque Sáenz Peña, Rivadavia, Avenida San Martín, entre otras. De las plazas y escuelas, iglesias, bancos, calles de adoquines, estatuas. Todo parte del inventario que supo guardar como una joya en bruto Alberto Haylli.
Nacido en Buchardo, pequeño pueblo cordobés, el ojo de “El Gordo” dejaba entrever su amor por Junín, que lo adoptó y que él bien supo denotar el crecimiento de nuestra ciudad, su urbanización con el correr de los años. Le gustaba fotografiar la calle, los transeúntes, el pueblo en movimiento, sus edificios, casas, autos, que para la época era sumamente difícil y costoso –ni hablar de la falta tecnológica que deja en lugar indiscutible su profesionalización y calidad de sus fotografías.
Su anhelado sueño fue el de poder revelar su material que sirviera para un documental de la historia local. Hoy, la iniciativa denominada “Proyecto Haylli”, encabezada por Christian Rémoli, se está encaminando pese a que lleva mucho trabajo, tiempo y dedicación.
En esto no está solo, cuenta con el apoyo de la familia de Alberto y la colaboración de estudiantes de periodismo.
El periodista, productor y director de Koala Contenidos, quien actualmente se encuentra dirigiendo la serie documental de Alfonsín denominada “Raúl. La democracia desde adentro”, dialogó con SEMANARIO y ahondó sobre el proyecto que tiene mucho de investigación.
La puesta en valor significa revalorizar, en este caso la historia de Junín, nuestro lugar de pertenencia, visualizar quiénes fuimos, quiénes somos y sirve como ayuda central para completar el rompecabezas de nuestro archivo histórico y nuestra memoria colectiva.
-¿Cómo nace el proyecto?
-En 2005 hicimos un documental sobre los 25 años del ascenso de Sarmiento a Junín y cuando fui al archivo municipal en búsqueda de cosas, de historia, me dieron un VHS que decía “Junín 1950” y ahí había un montón de fílmicos de la ciudad. Lo que me pareció rarísimo porque generalmente las ciudades del interior no tienen fílmicos de esa época. Pregunté de quién era y me dijeron que de Haylli. Entonces averigüé quien tenía el material y me dijeron que la familia.
Cuando fui a ver las cosas me sorprendí de la grandilocuencia de las cosas que había en fílmico y en foto. Eso me pareció increíble en el momento en que lo vi.
-¿Qué te motivó a llevar adelante tal labor?
-Trabajo mucho con el tema de archivo para otras cosas, como por ejemplo hice trabajos sobre la historia del futbol, documentales y estoy muy acostumbrado a estar en contacto con archivos. Me parece que una aparición de este tipo se da muy de vez en cuando, y es muy importante porque esto ayuda a recuperar, no solamente el patrimonio histórico de Junín, sino que es una pieza fundamental para el armado del archivo histórico nacional. Tiene muchas cosas de época del 40, 50, de Perón, de Eva, la función de Frondizi, y de acá de Junín, ni hablar la cantidad de material.
-¿Quiénes te ayudan? ¿En qué aspectos y cosas?
-En el revelado y limpieza del material están Lucio Marchetti y Francina Tortorella, la desclasificación e identificación la van a hacer Carolina Corfield y Alfonsina Iacullo. Por supuesto que también está involucrada la familia de Haylli, que fue la que decidó compartir el material.
En este sentido, una de las cosas que hablamos de movida, con la familia, es que es un laburo que hizo Haylli y es patrimonio cultural de la ciudad, ahí está la historia de muchos de nosotros y de nuestras familias, de Junín como comunidad.
-¿Recibís alguna ayuda por parte del Estado?
-Desde que apareció todo esto, entre 2007 y 2008, recorrimos y tocamos todas las puertas posibles. Desde el Ministerio de Cultura de la Nación, Ministerio de Cultura de la Provincia, museos. El único lugar donde se nos abrieron las puertas en su momento fue en Canal Encuentro, justo a fines de 2015, antes de las elecciones. Habíamos alcanzado un acuerdo para hacer una serie de Junín teniendo al “Gordo” Haylli como eje, pero después como la señal Encuentro y otras estatales fueron implosionadas, no se pudo llevar adelante.
De todas las puertas que tocamos, la única persona que le puso el hombro a esto fue la legisladora Rocío Giaccone, quien gestionó los fondos en la Cámara de Diputados de la Provincia para empezar a trabajar con el revelado de las fotos.
De todas maneras, uno de los primeros lugares a donde fuimos fue al municipio, en esta gestión y en la anterior, y no hemos tenido una respuesta favorable.
-¿Por qué es importante para Junín tener en calidad este tipo de material de archivo?
-La memoria colectiva es fundamental para la gente, para los pueblos. Estas apariciones no se dan todos los días y nosotros tenemos una posibilidad de reconocernos en esos archivos, de mirar qué fuimos como ciudad, inclusive para saber quiénes somos ahora y quiénes podemos ser a futuro. La retrospectiva es muy fuerte. Si uno ve, por ejemplo, algunas de las fotos que revelamos del Central Argentino, que era la línea ferroviaria que pasaba donde hoy corre avenida San Martin, se va a dar cuenta que los cambios que sucedieron en nuestra ciudad en los últimos 70 años fueron tremendos. Y, a su vez, se puede ver como algunos lugares, con cambios mínimos, están exactamente igual.
Recuperar la memoria colectiva, conocer la cultura de Junín y reconocer a un artista como Haylli es súper importante, porque no solamente fue un fotógrafo y camarógrafo, sino que tenía el ojo del artista para retratar. Además, tuvo la visión de guardar, archivar todo lo que fue haciendo, de todas las décadas y bastante ordenado.
-¿Qué criterios se manejan en la selección de imágenes?
-No manejamos ninguno. Las latas están numeradas y a partir de eso vamos digitalizando, después lo vamos a seleccionar en cuatro o cinco ejes que seguramente van a ser cultura, deporte, sociedad, política. Vamos revelando en lo que, creemos, es un orden cronológico por cómo estaban numeradas.
-¿Sobre qué se está trabajando? ¿Qué se pretende a futuro?
-Buscamos seguir trabajando con el concepto que trabajaba Haylli. Él proyectaba en la calle, en su lugar más tradicional donde ahora es Paco el Loco, exponía las fotos ahí y la idea que tenemos en principio es que estas fotos estén de alguna manera en la calle, que no estén en un lugar físico en particular, sino que el arte y el laburo que hizo él pueda estar en la calle.
Después hay otras ideas como un libro, tal vez algún documental, pero el primer paso es digitalizar. Esto se tiene que ir haciendo de a poco, a pasos muy lentos y a medida que van surgiendo, se van desprendiendo las otras ideas
¿Qué es lo que más te sorprende de este trabajo?
-Me sorprende la calidad de laburo de Haylli y el talento. Y lo que más me llamó la atención es que fue una persona, que no murió en la pobreza, pero que necesitó vender fotos, algunas de ellas al diario La Verdad, para sobrevivir sus últimos años. Y según nos contó la familia, el sueño de él era poder revelar todas sus fotos y hacer una puesta en valor de ese material.
Me llama la atención que el Estado, municipal y provincial, nunca le haya prestado la debida atención en vida, que era lo que merecía para poder hacer público todo su trabajo; de alguna manera todos los que estamos trabajando en este proyecto, lo que más satisfacción nos da es poder cumplir el sueño de él, o irlo cumpliendo de a poco.