El descontento con el gobierno es el más alto desde que asumió Milei

La opinión de los argentinos sobre Javier Milei y su administración, así como la percepción general de la situación del país, están en baja, y la aprobación del gobierno, en particular, se encuentra en su punto más bajo desde que arrancó.

Así lo revela la última encuesta de satisfacción política y opinión pública (ESPOP), que elabora bimestralmente la Universidad de San Andrés (UDESA), y que muestra que la insatisfacción de la gente crece y la imagen de todas las figuras del gobierno, pero también de los principales referentes de la oposición y de los tres poderes del Estado en general, está en rojo.

Según los resultados de la ESPOP, el nivel de satisfacción con la marcha de las cosas cayó en todos los segmentos poblacionales, ubicándose en un promedio del 37%. No sorprende que quienes se declaran más descontentos sean quienes votaron a Myriam Bregman en 2023 (un 95% de los votantes del Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad se declaran insatisfechos).

El descenso revierte la suba registrada el mes anterior, consolidando un movimiento de acordeón a lo largo de los últimos dos años (la satisfacción sube un mes y baja al siguiente), aunque el nivel general es muy superior al que se registró durante todo el gobierno de Alberto Fernández, excepto al comienzo.

Aunque la satisfacción general con la marcha de las cosas supera a la que había en el gobierno anterior a esta misma altura del mandato, es inferior a la que se registraba en idéntico período del único mandato que tuvo Mauricio Macri.

En consonancia, el porcentaje de desaprobación hacia el gobierno creció y es el más alto desde que se inició la gestión Milei.

La aprobación es baja en todas las áreas de gestión y todas marcan, además, una caída respecto de la medición anterior. La mejor nota del gobierno en este sentido sería un 3,7 en el boletín, en la política económica. Se sacaría un uno en salud (quizás motivado por el manejo de la situación del hospital Garrahan) y un dos en ciencia, infraestructura, educación, política social y política energética.

Aunque hay una marcada insatisfacción respecto de todos los poderes del Estado, a la Justicia parece haberle redituado la confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner en términos de imagen. Se registra un fuerte salto en la conformidad con el Poder Judicial desde la medición anterior.

No hay ningún político, entre los personajes relevados por la UDESA, que tenga mayor imagen positiva que negativa. El que peor registro tiene en este sentido es Alberto Fernández, con un diferencial de –80. Lo sigue Máximo Kirchner, con –54. . También tienen un muy mal registro Lilia Lemoine (–49), Sergio Massa (–47) y Guillermo Moreno (–46).

Un reclamo que se da de bruces con la idea de que el apoyo que aún mantiene el gobierno libertario se debe a motivos ideológicos: el 50% de los consultados afirma preferir un Estado más grande, es decir, lo contrario de lo que propone el mileísmo.

Una mayoría abrumadora piensa que debería aumentarse el presupuesto para jubilaciones, salud pública, educación, universidades públicas, ciencia, seguridad e infraestructura.