La empresa pesquera Ostramar, perteneciente al Grupo Caputo, despidió a 50 fileteros registrados en Mar del Plata y les propuso una indemnización equivalente a la mitad de lo que marca la ley, además de la posibilidad de reincorporarse bajo condiciones de informalidad laboral. Ante esta situación, los trabajadores realizaron este lunes una protesta en la casa de Marcela Caputo, dueña de la firma.
Según denunció el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP), los fileteros llevan tres meses sin tareas ni cobro del garantizado, y recientemente fueron notificados de que la empresa los considera despedidos. La oferta empresarial incluye, además del pago del 50% de las indemnizaciones en 12 o 18 cuotas, la promesa de volver a trabajar, pero sin estar registrado
El caso refleja un fenómeno creciente en la industria pesquera local, donde plantas que operan con personal en blanco luego reabren bajo contratos informales. Situaciones similares ya se vivieron en firmas como Apolo Fish, Gaveteco, Fishing Ground MDQ o Sur Trade, lo que configura lo que los gremios denuncian como una “reforma laboral de hecho” en el puerto.
Ostramar, ubicada en Guanahani y Beltrami, ya había sido escenario de conflictos laborales en 2023, cuando un grupo de 17 trabajadores precarizados organizados en la cooperativa “Owencoop” mantuvo un acampe durante 73 días reclamando el reconocimiento de su relación de dependencia.
En esta oportunidad, tras las audiencias convocadas por el Ministerio de Trabajo sin resultados, los trabajadores decidieron llevar su reclamo a la residencia de Caputo, en el barrio General Roca, donde realizaron una ruidosa protesta.
Desde el sector gremial advirtieron que la oferta de la empresa fue rechazada de plano y denunciaron que el escenario abre la puerta a la consolidación de un esquema de trabajo “en negro” en una de las ramas más importantes de la economía marplatense.