El presidente de Chile, Gabriel Boric, condenó de manera contundente los graves incidentes de violencia ocurridos en el partido entre Independiente y la Universidad de Chile en Avellaneda, y culminó su descargo con una frase lapidaria en referencia al ataque de la barra local a los hinchas visitantes: "Y no, nada justifica un linchamiento. Nada".
Según consignó la agencia Noticias Argentinas, el mandatario aseguró que la prioridad de su gobierno es asistir a los chilenos afectados por la barbarie. Para ello, instruyó a la Embajada, el Consulado, la Cancillería y el Ministerio del Interior para que trabajen de manera coordinada en Buenos Aires.
Doble crítica: a las barras y a la organización
En un primer mensaje, Boric analizó la situación y apuntó a una doble responsabilidad en el escándalo que terminó con la cancelación del partido por la Copa Sudamericana, al tiempo que detalló los pasos que sigue su gobierno.
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El presidente de Chile concluyó que "la justicia deberá determinar los responsables" por los hechos de violencia, dejando en claro la gravedad con la que su gobierno tomó los ataques sufridos por sus conciudadanos.