La Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de Junín ordenó este jueves que la clínica "La Pequeña Familia" y su aseguradora deberán pagarle una indemnización a un paciente, al que le dejaron un pedazo de tubo en el cuerpo tras una cirugía.
En la resolución explicaron que se trataba de un drenaje que se rompió durante una operación en la próstata. Aunque esto no se debió por una mala praxis del médico, sino por la deficiencia en el servicio postoperatorio de la clínica.
El damnificado fue un jubilado de 59 años que se había sometido a la cirugía y, de la cual, se le debía retirar el tubo de drenaje a las 48 horas. Sin embargo, durante la extracción, el artefacto se rompió y un fragmento quedó olvidado en su cuerpo.
"Lo que generó un fuerte impacto emocional y complicaciones en su tratamiento posterior", explicaron por la víctima, debido a que sufrió un cuadro de ansiedad y angustia.
Sentencia contra La Pequeña Familia by SEMANARIO DE JUNÍN
De esta manera, los jueces Ricardo Castro Durán y Gastón Volta resolvieron condenar a la clínica a pagar una indemnización que incluye $4 millones por daño moral, incapacidad psíquica y gastos médicos.