Los vecinos de calle 25 de Mayo al 1200 ya probaron con reclamos al Municipio. Lo hicieron al teléfono que pusieron para eso, pero nada. También algunos conocidos, para que transmitieran el mensaje, y tampoco. Después, siguieron con otras dependencias, con la ilusión que tal vez dieran con 'el que decide la cuestión', pero tampoco.
Se ve que entre la euforia por el anuncio que la obra del bajo nivel continuará o porque el jefe ya prepara la partida a la ciudad de las diagonales, varios funcionarios se subieron a la misma ola de salida, porque se olvidaron de los barrios.
En algunos están peor, es cierto. Los hay con caca, otros con basura amontonada y están otros con problemas menores, como ramas desde hace más de un mes en el lugar, esperando un milagro.
Por eso, los vecinos agotaron las instancias y paciencia y se encomiendan al Señor. Tal vez en la previa de la peregrinación a Luján y antes de la lluvia que se espera para este fin de semana, algún alma bondadose se digne a pasar.
Ellos pusieron la estampita y dejaron las velas encendidas. Sueñan con que San Milagro que algunos en calle Rivadavia llaman Municipio, les concedan este demorado pedido.