Catalina (10) está internada en el Hospital Garrahan y sufrió una operación de más de 11 horas con procedimientos de alta complejidad, luego de que le impactara en el rostro un fragmento metálico.
La nena ingresó hace una semana al hospital tras ser derivada en un helicóptero sanitario desde la ciudad de Pergamino. Tras su llegada a la institución médica fue operada durante más de once horas por un equipo multidisciplinario compuesto por siete áreas quirúrgicas y se confirmó que actualmente la niña “se encuentra estable, respira por sus propios medios y tiene una buena evolución clínica”.
El incidente le provocó un grave traumatismo craneofacial por el impacto de un fragmento metálico que ingresó por el maxilar superior del lado izquierdo hacia la cavidad intracraneal, y se alojó finalmente a dos milímetros de la arteria carótida comprometiendo su vida.
Estricto seguimiento
“Si bien se mantiene estable y fuera de peligro, continúa con un estricto seguimiento dada la magnitud del traumatismo. Respondió muy bien al tratamiento quirúrgico y a la medicación, el domingo se hizo una toilette y el martes se suturó toda la herida facial. Ya respira por sus propios medios y responde a órdenes simples”, detalló Daniel Buamscha, jefe del área de Terapia Intensiva.
Tras la primera operación, la paciente se mantuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos donde permaneció bajo monitoreo constante, con soporte hemodinámico y sedación analgésica “para garantizar su comodidad y controlar el dolor”, especificaron.
Los especialistas manifestaron que serán días de suma importancia ya que continuarán con un despertar “paulatino y controlado” para ver posibles secuelas.
La cirugía
Las autoridades explicaron que la operación realizada días atrás duró más de once horas y consistió en la realización de varias técnicas con el principal objetivo de preservar la vida de la paciente.
La intervención incluyó procedimientos de neurocirugía y reconstrucción facial de alta complejidad: una craniectomía descompresiva, polectomía del lóbulo temporal para controlar el sangrado intracerebral, abordajes combinados de base de cráneo y rostro, la extracción controlada del fragmento metálico y una traqueotomía para mejorar la ventilación.
“El procedimiento requirió la presencia de profesionales de siete áreas que acudieron especialmente al Hospital: Neurocirugía, Cirugía Cardiovascular, Cirugía Plástica y maxilofacial, Oftalmología, Odontología, Endoscopía Respiratoria, Anestesia e integrantes del centro quirúrgico y de cuidados intensivos”, sumaron.