¿Cuándo arrancan a trabajar por Junín?

EDITORIAL PUBLICADO EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 484 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 18 AL 24 DE OCTUBRE DE 2025

Lo triste de la historia llega después de las elecciones, cuando el vecino advierte que fue engañado. Las promesas de los actos de campaña se desvanecen hasta la próxima elección, para dar vueltas en un circuito eterno.

Junín se ha transformado en eso, en un distrito acuciado por las falsedades, por los carteles luminosos sin contenido y la dirigencia que vaga por los medios de comunicación cada dos años expresando las mismas cosas, con sus repetidas caras de feliz cumpleaños y sus cánticos de esperanzas renovadas, con sus baratos pasacalles y coloridos afiches con Photoshop.

Pero el día a día hay que bancarlo en el trabajo, en la escuela, la universidad, el negocio, la industria y la casa.

Mientras tanto, el intendente, que no deja de rosquear en la política desde hace cuatro años acomodándose a lo que pueda manotear, sigue ahora de gira debido a los renovados bríos del macrismo para ser parte del gabinete libertario que hace un par de meses lo humilló.

Todo recuerda al inefable Groucho Marx por aquello de “si no le gustan mis principios, tengo otros”.

De la misma forma, el Concejo Deliberante se puso en “modo siesta” hasta diciembre cuando se renueven la mitad de las bancas.

El interrogante es: ¿cuándo arrancan a trabajar por Junín? Al fin y al cabo, todos, incluido el Ejecutivo municipal, prometieron que así lo harían en sus respectivas campañas, pero eso no ocurre.

Y no es que no haya nada por hacer, por el contrario. Paradójicamente, las últimas palabras de un ícono de Junín como Moisés Lebensohn dijo: "No debo morir; hay tanto que hacer, tanto que luchar, luchar...". Una frase que los dirigentes actuales han dejado en el abandono.

Cómo entender a una gestión municipal con ínfulas de “estadistas”, que dejan todo a medias y se transforman en una máquina de impedir a la hora del desarrollo del distrito, además de cortar cintas en lugares ajenos y beneficiar a los amigos con ordenanzas que perjudican al resto de los vecinos.

Hace falta, sí, hace falta recordar al Ejecutivo y Concejo que buena parte del comercio y la industria de Junín están en bancarrota por las medidas tomadas por un gobierno de ideología muy similar al municipal, mientras dan lecciones de seguridad vial para no reconocer que le dieron tránsito libre al concesionario del teatro que todavía no tiene validadas las medidas de seguridad requeridas frente a un siniestro.

Que aun después de 10 años y tras la inauguración de campaña, la Terminal de Ómnibus sigue teniendo serias falencias de organización que debieron ser contempladas y causan problemas a los usuarios.

Que el problema de los caminos rurales no está resuelto, que los anegamientos ya afectan a miles de hectáreas y las inundaciones son azarosas precisamente porque no hubo previsión ni local, ni regional.

Que el tránsito es caótico, aunque después de la campaña para captar votos hayan salido nuevamente a perseguir a los motociclistas sin casco.

Que el turismo es un relato vacío, como lo fueron los millones de pejerreyes sembrados, los vuelos de cabotaje desde el aeródromo y los nuevos parques industriales.

Que hay funcionarios que siguen vagando por radios, canales de televisión y diarios amigos para desembarazarse de la culpa por la muerte y desatención de los abuelos en los geriátricos truchos que pululan sin control y como ganapanes de la política no se animan a renunciar para sostener sus baratos privilegios.

El colmo de la situación llega a su punto de desvergüenza cuando estos pseudopolíticos a los que apuntamos levantan su voz acusadora de “vayan a trabajar” para referirse a los que padecen las políticas infames y reclaman por sus necesidades y derechos.

¿Y ustedes, para cuándo?