La semana pasada, la Ministra Bullrich se apuró en anunciar que decidió asistir en la emergencia a los distritos de 9 de Julio, Bragado con personal, maquinarias y asistencia financiera
En simultáneo, la provincia también avisó que dispuso la emergencia agropecuaria para 19 Distritos del noroeste bonaerense, entre los que se encuentra Junín. Además, el Gobierno de Axel Kicillof dispuso el jueves de la semana pasada la transferencia de más de $8.800 millones para obras hidráulicas en distintas localidades bonaerenses.
La medida fue oficializada en el Boletín Oficial mediante la Resolución 1054 del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, y tiene como objetivo financiar dos proyectos: gestión de desagües pluviales en la localidad de Mechita y los partidos de Alberti y Bragado; y la puesta en valor del sistema de bombeo de napas en Morón.
Conocidas estas acciones, aparecieron las reacciones. La productora y dirigente rural Patricia Gorza fue una de las tantas dirigentes que protagonizaron cruces mediáticos con la ministra de Seguridad de nación, Patricia Bullrich, que también tiene campos en la zona.
"En la provincia de Buenos Aires hay familias aisladas, caminos intransitables y pueblos que no pueden esperar. La Autoridad del Agua no resuelve. Nosotros sí. Con la Agencia Federal de Emergencias coordinando la asistencia, vamos a desplegar maquinaria de Vialidad Nacional, a las fuerzas federales y equipos del Ministerio de Defensa para abrir caminos, limpiar alcantarillas y asistir a cada familia. El agua no se puede evitar, el abandono sí", escribió la senadora electa.
"Nueve meses aislados por el agua sin que nadie de nación haga nada también es abandono Sra. Bullrich y Ud. conoce bien la situación porque tiene campo en 9 de Julio", fue la respuesta de Gorza.
Otro que la cruzó fue Pablo Zurro, intendente de Pehuajó. Dijo que la Ministra “vino a hacer un acting” a la zona y no solo cuestionó que haya ‘dejado afuera’ a su Distrito de la ayuda, sino que recordó la deuda de Nación con Provincia, que podría haber servido para paliar la emergencia. "Nos debe 12 billones de pesos, a la provincia de Buenos Aires, a Pehuajó, a todos. De ese dinero, por CUD, nos corresponderían 92.000 millones. ¿Sabe cuántas máquinas retroexcavadoras con oruga podríamos comprar? ¡307!", demandó.
Y este lunes se sumó Carlos Bianco. El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires dijo: “El dinero para realizar las tareas de dragado está, lo que falta es decisión política”. Bianco le sugirió a la Rosada que utilice fondos del Fideicomiso de Infraestructura Hídrica o Aportes del Tesoro, que están subejecutados.
El funcionario explicó que las obras en el río Salado avanzaron de forma ininterrumpida durante más de dos décadas, pero que a partir de la asunción de Javier Milei, la administración nacional paralizó los trabajos correspondientes a la etapa 2 del tramo 4. “Se descontinuó en diciembre de 2023 y se produjo una especie de embudo que impide que baje el agua como corresponde”, dijo.
El Plan Maestro del Río Salado, que debía terminarse en 2015, sigue en ejecución y aún falta completar tramos clave: unos 30 km a cargo de Nación y 90 km de la Provincia
EL ANUNCIO DE BULLRICH
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió la instalación de un centro de operaciones en 9 de Julio para brindar auxilio a los distritos del interior agrario de la provincia de Buenos Aires que se encuentran afectados por las inundaciones a raíz del desborde de la Cuenca del Río Salado.
“Vamos a poner recursos para abrir caminos e ir hasta las familias que están aisladas”, señaló la funcionaria en una conferencia de prensa, donde agregó que se harán tareas de “limpieza de zanjas, desagües y alcantarillas”, entre otras, para “garantizar la circulación por los caminos”.
Acompañada por el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, la ministra detalló la serie de medidas orientadas a asistir a la población afectada por la emergencia hídrica, que se implementarán a través de la Agencia Federal de Emergencias (AFE).
Bullrich afirmó que “a partir de la situación que sufren los productores agropecuarios y trabajadores de una gran zona de la provincia de Buenos Aires”, se ha decidido realizar “un despliegue operativo que permita abrir caminos y llegar a las familias que están aisladas y a los pueblos que atraviesan situaciones muy comprometidas”.
La ministra informó que el centro de operaciones servirá para coordinar las acciones de los distintos organismos afectados al operativo. Por un lado, estarán las máquinas de Vialidad Nacional que limpiarán zanjas, alcantarillas y aliviadores, además de camiones volcadores y equipos especiales con personal operativo.
En tanto, el Ministerio de Defensa, a través del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, sumará máquinas viales para movimientos de suelo, limpieza de drenajes y cunetas, y la instalación de puentes provisorios en los caminos más afectados.
También se desplegarán fuerzas federales con camiones y personal especializado para realizar tareas de asistencia y garantizar la conectividad en las zonas donde aún permanecen familias aisladas.
Bullrich destacó que, al mismo tiempo, el Gobierno trabajará junto a los productores agropecuarios afectados por una acumulación histórica de lluvias y detalló que cayeron ‘entre 1.200 y 1.800 milímetros de agua cuando más de 500 milímetros es una anomalía para esta época del año’.
Previamente, Adorni había señalado que “el equipo del Gobierno nacional está ocupándose de los bonaerenses”, aludiendo al enfrentamiento político con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. De hecho, Bullrich reconoció que la medida de instalar el centro de operaciones en 9 de Julio corrió por cuenta de la Nación y no fue analizada previamente con la gestión provincial.
“Si el gobierno provincial quiere ir a 9 de Julio será bienvenido”, planteó la funcionaria, quien además recordó que “la Provincia tiene la responsabilidad sobre las obras en la Cuenca del Salado. Hace dos semanas (el gobierno provincial) anunció obras para la Cuenca. Obras que hace 50 años que no se hacen”, cerró.
De repente, los planetas se alinearon y todos se apuraron a ofrecer la mano tendida. Claro, tarde, con el agua al cuello.
Fue Carbap, entidad agropecuaria que viene alertando hace años la problemática del agua, quien aseguró que la política alguna vez debiera empezar a trabajar cuando está seco y no cuando no se puede, porque el agua lo cubrió todo.
Su Presidente, Ignacio Kovarsky, dijo que muchos distritos del interior bonaerense están atravesando una situación de “catástrofe” por las inundaciones y, aunque destacó que tanto la Nación como la Provincia están enviando ayuda, “la política tiene que entender que el agua se maneja en la seca”.
El titular de CARBAP dijo que hay unos cinco millones de hectáreas de campo anegadas en la provincia de Buenos Aires, pero que el área afectada es mayor porque, al haber caminos cortados por el agua, hay pueblos que quedan aislados, lo cual produce “una desesperación terrible”.
“Muchos chicos pierden la escolaridad. Mucha gente, si llama una ambulancia desde el campo, no llega, porque los caminos se convirtieron en canales y no se puede acceder”, dijo el dirigente ruralista.
“Hace ya ocho meses que estamos con esta situación. Es doloroso para todos ellos”, dijo Kovarsky, en referencia a los habitantes de los distritos afectados, entre los que mencionó a General Viamonte, Carlos Casares, Nueve de Julio, Bolívar, Veinticinco de Mayo, Saladillo y partes de Lincoln.
El ruralista remarcó, por ejemplo, que el Plan Maestro del Río Salado, concebido para concluirse en 2015, aún está en ejecución y no se finalizó siquiera la etapa inicial de dragado.
“De hecho, todavía faltan un tramo que corresponde a Nación, que son unos 30 kilómetros, y otro, de 90 kilómetros, que es desde Bragado hasta Junín, que corresponde a Provincia”, señaló Kovarsky. “Y después quedan muchas obras más, que hay que ir consiguiendo el presupuesto para ir haciéndolas”, añadió.
La Cuenca del Salado involucra 17 millones de hectáreas que representan un 55% de la superficie provincial y la convivencia de 55 distritos
LOS CRUCES DE KATO A PATO
El Ministro bonaerense Gabriel Katopodis fue otro que se sumó a los cruces mediáticos. Apuntó a Nación por el abandono libertario y su política de obra cero que dejó sin ningún avance al Plan Maestro del Salado, que debió haber estado listo hace años, pero por las históricas y recurrentes miserias argentinas, sigue en espera.
Katopodis recordó que el Plan Maestro Integral de la Cuenca del Río Salado es una política de Estado iniciada en 1997, desarrollada de forma conjunta entre Nación y Provincia, y con resultados comprobados en las etapas ya ejecutadas. Según detalló, el 75% de la obra, unos 402 kilómetros, ya está concluido, mientras que otros 33 kilómetros permanecen detenidos por decisión del Gobierno nacional y 95 kilómetros están pendientes de ejecución provincial.
El ministro explicó que la interrupción nacional afectó la etapa 2 del tramo 4, una de las más avanzadas, y que esa parálisis “traba las gestiones para obtener financiamiento internacional del tramo 5”, que depende de la Provincia. “De haberse mantenido el ritmo de ejecución previo, la obra del tramo 4 podría haberse finalizado durante 2024”, señaló. Además, precisó que el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica, que debía financiar los trabajos, mantiene los recursos inmovilizados en cuentas y plazos fijos.
En ese sentido, desde la Provincia remarcaron que la inversión en infraestructura hídrica no puede quedar supeditada a decisiones financieras, ya que las consecuencias se observan hoy en municipios rurales con campos anegados y caminos intransitables. “La inversión en obra pública es fundamental para que la Argentina pueda crecer produciendo más y con mejor calidad de vida”, remarcó Katopodis.
La aclaración provincial llega luego de que el Gobierno nacional anunciara un operativo de emergencia en el distrito de 9 de Julio con maquinarias y fuerzas federales. Si bien esas acciones apuntan a mejorar la transitabilidad y asistir a familias aisladas, desde la administración bonaerense sostienen que la respuesta llega tarde y sin resolver el problema estructural: la falta de continuidad en las obras del Plan Maestro.
De este modo, la gestión de Axel Kicillof marcó su posición frente al discurso oficial de la Casa Rosada, que responsabilizó a municipios y provincias por la falta de mantenimiento. Con cifras y antecedentes en mano, Katopodis insistió en que la parálisis nacional de la obra del Río Salado explica buena parte del impacto actual de las inundaciones, y advirtió que solo con planificación sostenida “se demuestra el verdadero valor de la obra pública y del trabajo mancomunado entre los distintos niveles del Estado”.
En medio del agua, los productores denuncian que la asistencia estatal “llega tarde o no llega”. Aunque el Gobierno nacional anunció fondos de emergencia y la provincia dispuso exenciones impositivas para 19 distritos, en muchas zonas los caminos siguen cortados y los campos, bajo el agua. Una clara muestra de la falta de previsión y la negligencia de años sin hacer las obras necesarias. También de miserias, tironeos, egoísmos, negaciones y oportunismos.
LA CUENCA DEL SALADO EN CIFRAS
La campaña gruesa, la más importante del año, la que define buena parte de los ingresos del campo y del país con cultivos como soja y maíz está prácticamente detenida. En muchos distritos calculan que solo se podrá sembrar alrededor del 40% del área prevista.
Las lluvias registradas en los últimos días profundizaron la situación crítica a la que se enfrentan desde marzo de este año los productores rurales del interior de la provincia de Buenos Aires, en el que se registran más de 1.000.000 de hectáreas anegadas.
Según un relevamiento elaborado con imágenes satelitales por CARBAP, 9 de Julio encabeza la lista con 118.929 hectáreas afectadas, seguido por Bolívar con 100.123 y Carlos Casares con 100.057, mientras que, en 25 de Mayo, Pehuajó, General Alvear, Saladillo, General Viamonte, Hipólito Yrigoyen y Bragado completan el mapa de los distritos más comprometidos por la emergencia hídrica.
La mayoría de los distritos los caminos rurales están bajo agua o convertidos en una masa de barro espeso que hace muy difícil llegar a los lotes.
Del total de 17 millones de hectáreas de la Cuenca del Salado, 3.8 millones de has están dedicadas a la agricultura, 11,25 millones de has a la ganadería. De hecho, la cuenca concentra el 75% del stock vacuno bonaerense, lo que representa el 28% del total nacional. Y en cuanto a la agricultura, entre el 60% y el 70% de los granos que produce la provincia se generan en esta región.