El problema no es el arsénico

EDITORIAL PUBLICADO EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 490 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 29 DE NOVIEMBRE AL 5 DE DICIEMBRE DE 2025.

Cada tanto, como aconteció en esta última semana, algún organismo serio y por lo tanto confiable como fue el caso del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), da a conocer un informe respecto a la presencia de arsénico en el agua de red de un sinnúmero de poblaciones del país, entre las cuales siempre, pero siempre encontraremos a Junín.

Entonces, las noticias de los medios concentrados en CABA, como una suerte de “patrones de la información”, bombardearán diarios, televisión, radios, portales y cuanto medio audiovisual se invente con una serie de datos, para ellos reveladores, respecto de una situación que a nosotros nos tiene de rehenes desde toda nuestra estancia en el distrito, al igual que pasa con otros vecinos regionales.

El problema no es el arsénico, sino la desidia de administradores comunales como el intendente Pablo Petrecca, que desde hace 10 años vive en una burbuja, separado de la realidad que deben transitar una inmensa cantidad de juninenses para llevar adelante una vida digna.

SEMANARIO, a diferencia de algunos medios locales que replican datos cada vez que los exponen los informativos nacionales, ha sido un faro respecto no sólo a esta problemática sino también a cada uno de los temas ambientales que nos envenenan día a día, incluyendo con esto a los agrotóxicos usados sin control en la producción agropecuaria.

Indigna que de modo circunstancial se pongan en agenda cuestiones de gravedad que deben ser solucionadas y sin embargo luego de algunos días vuelvan a ser enterradas.

El ITBA clasificó las muestras en tres niveles de riesgo: Verde: menos de 10 ppb, dentro del rango considerado seguro. Amarillo: entre 10 y 50 ppb, situación que requiere seguimiento y estudios adicionales. Rojo: más de 50 ppb, donde el agua no debería consumirse ni utilizarse para cocinar.

Justamente Junín está en el rango de 50 pbb, junto a localidades como Tres Arroyos, Balcarce, Mar de Ajó, Monte, Navarro, Cañuelas, Azul, Tandil, Necochea, Pehuajó, Olavarría, La Plata, San Nicolás y Zárate, entre otros.

Preocupan este tipo de intempestivas manifestaciones para que luego sigamos en la misma situación, con funcionarios que conocedores hace mucho del problema, sencillamente optaron por usar bidones de 20 litros que semanalmente les llegan a sus domicilios.

Causa desazón que un fallo judicial que ha sentado precedente respecto a nuestro medio, haya sido utilizado por magistrados para dictar otras sentencias similares.

Con fecha 15 de julio de 2009 la Corte Suprema “condenó a la Municipalidad de Junín a ajustar la prestación del servicio de agua a los parámetros de calidad establecidos en el Código Alimentario Argentino y le dio 90 días corridos a la gestión de Mario Meoni para sanear la situación y desde aquella causa caratulada “Boragina, Juan Carlos; Miano, Marcelo E.; Iudica, Ignacio C/ Municipalidad De Junín S/ Amparo” hasta nuestros días, nunca más tuvimos datos certeros del gobierno municipal sobre la calidad del agua que llega a nuestras canillas y que ahora, conociéndolos a través de estudios científicos de reconocidos organismos, siquiera se les presta atención y no hacen el más mínimo comentario.

Insistimos entonces que lo que mata no es el arsénico, sino la falta de un intendente honesto y responsable de la gestión, entregado a solucionar los problemas de los vecinos, en lugar de priorizar sus apetencias personales.