Desde hace más de diez días, luego de intentar ocupar un predio para levantar precarias casas que los cobijen y ser desalojados, decenas de familias se asentaron en la plaza principal 25 de Mayo.
Ahí permanecen, frente a los ojos ciegos y los oídos sordos de la Iglesia y el municipio, a pesar de la vecindad.
Mañana sábado, en todos los kioscos, una edición imperdible en papel con el testimonio de estos vecinos. Cara a cara, contando qué esperan, qué tienen, cómo sobreviven… al estilo SEMANARIO.