Por: Redacción Semanario

A principios de mayo, una joven de 32 años murió por neumonía en el hospital interzonal y sus cuatro niños de entre 4 y 12 años quedaron bajo la protección de tíos y vecinos.

En aquel entonces los familiares, vecinos y grupos solidarios hicieron un llamamiento a la comunidad y al gobierno local para dar una respuesta a esta delicada situación, más aún en medio de una pandemia que arrasa con los sectores de mayor vulnerabilidad.

La ayuda de los vecinos fue importante, a punto tal que los familiares de los chicos pidieron que no acercaran más ropa y alimentos porque ya tenían suficiente y no disponían de un lugar donde guardarlo.

Sin embargo, volvió a fallar el Estado local, el cual se comprometió a colaborar con los materiales para que pudiera autoconstruirse una pieza y baño para el cobijo de estos chicos que hasta la muerte de su mamá vivían entre cuatro chapas, acomodadas con palos y cerradas con bolsas de plástico.

La gestión del intendente Pablo Petrecca, adicta a las fotos y la publicidad, atendiendo con mate cocido a los jubilados en la cola del banco o a los policías en los controles callejeros por el Covid 19, no se ha acercado al barrio ni ha enviado a su servicio de desarrollo social o salud, por alguna de dos razones, o la foto no da marketing o sólo visitan los barrios marginales en tiempos de elecciones.

Gracias al apoyo de empresas y vecinos, hace 10 días pudieron terminar la platea para empezar a construir. Recién el pasado fin de semana les llegó -vía municipio- un pallet de ladrillos (el otro fue donado), pero sin los materiales para la construcción los cuales se consiguieron mediante una colecta.

Ya han pasado casi 60 días del reclamo y los niños están en casa de familiares, separados entre sí.

Pero más allá de la falta de compromiso y responsabilidad del municipio que rápidamente corrió a arreglar la camioneta incendiada del comerciante que no supieron proteger por la negligente actitud del área de seguridad, en este caso sólo responden con evasivas.

Pero no sólo se trata de incumplir la promesa de entregar materiales para la autoconstrucción que llevan a cabo los vecinos, sino además en la falta de atención a través de especialistas médicos, psicólogos y asistentes sociales que cumplen (o debieran cumplir) servicio en la municipalidad de Junín y estar recorriendo los barrios, porque para ellos el “Quedate en casa” no cuenta.