sábado 20 de abril de 2024

HUMOR POLÍTICO | 5 nov 2020

pagina amarilla

El Reino de Alexia

El destinatario de todos los insultos es… obvio, Alexia. Es que su apatía, incapacidad y egocentrismo puso al reino primero bajo una calma inexplicable y más tarde bajo una angustia insoportable.


Por: Semanario

A Alexia se le escapó la tortuga y perdió el juicio. El reino es un desbole madre y no hay uno que no ponga el grito en el cielo. Posadeños, los de las afueras y también varios de los adentro. Cada vez son más que los que trinan de ira.

El destinatario de todos los insultos es… obvio, Alexia. Es que su apatía, incapacidad y egocentrismo puso al reino primero bajo una calma inexplicable y más tarde bajo una angustia insoportable.

La pandemia del virus de la corona hizo y sigue haciendo estragos en el reino amarillo desteñido, pero Alexia como si nada. Sigue con su cantinela, con sus fracesitas  hechas al estilo de ‘estar preocupado y ocupado para que ningún habitante del reino la pase mal’ y cosas por el estilo. ¿Todavía no se dio cuenta que el reino es un lodazal, que tapó de barro a todo el mundo?

Como damas de compañía quedaron los saltimbanquis del palacio, su entorno más cercano, que (algunos dicen que por miedo a perder sus acres o su comodidad de palacio) atinan a sonreír y decir a todo que sí. Ellos encarnan a los sialexistas, que reaparecieron con enjundia, para blindar a su jefe  y ponerle el rótulo de ‘política’ a cualquier crítica que venga de donde venga, y le pegue a su jefe.

Así, Alexia avanza en medio del desbole. Deshilachado pero convencido por su séquito de aduladores, que todo es una maravilla. Que los de las afueras andan fenómeno y que su reino es un sitio feliz. Que la revolución de la Alegría de su ex jefe Amarillo I y su teoría del derrame, derramó tanto en su pago chico, que la vida ahí, es otro mundo.

Otro mundo es el de Alexia. Alejado de la realidad, ignorante de las ideas distintas, cerrado a las críticas y a cualquiera que piense distinto. Anémico y anómico, apático e insensible. Un reino para cada vez más poquitos habitantes, y alejado de los necesitados, que cada vez son más, y con necesidades más urgentes.

Ya ni siquiera se plantea realizar alguna obrita en el reino, apenas si saca con la caballeriza mecanizada, algunos montones de tierra,  puestos para nada pero sacados con anuncios cmo si semejante acción fuera la construcción de un súper camino vecinal.

En el Reino desapareció el tiempo de plumaje blanco, de ideas luminosas y  promesas e ilusiones y quedaron al descubierto las carencias, las  ineptitudes y la incapacidad. Quedó en claro que cuando los vientos soplan a favor, cualquiera es capitán, pero cuando la tormenta llega de verdad, y no de pico, pocos son los que se le animan al temporal.

Es cierto, en épocas oscuras como éstas, hay reyes que se calzan las botas y meten los pies en el barro, se arremangan y salen a poner la cara. Hasta no hace mucho, hubo reyes que hasta fueron estadistas. Lástima que en otros lares, como éste reino amarillo,  hay otros, que  prefieren que el olvido y la desmemoria ocupen el presente, antes que asumir aquellos compromisos que les dieron la chance de poner el traste en el sillón.

Debe ser linda, la comodidad,  el despacho calentito, saber que, pase lo que pase, llegás a fin de mes y que además de acres, el pan no va a faltar en tu mesa… ¿No Alexia? Para qué preocuparse. Después de todo, no hay mal que dure cien años. Y si dura, mejor preparar el raje, algún amigo seguro dará cobijo.

Que Dios o alguien nos ayude.

PetrEgo

PetrEgo, el Necio. Así comenzaron a llamar al Lord Mayor de Ciudad Fría, varios habitantes, descontentos con su accionar. Y no es una cuestión política, como pretende hacer creer a propios y extraños. No, es humanitaria, de supervivencia. Suena dramático, pero es así.

No queda un sector de la salud que no haya pedido por mayores restricciones y acciones ante la pandemia de Covid en la ciudad. Menor circulación, menor posibilidad de transmisión del virus. Mayor atención, mayor rigurosidad en las medidas sanitarias, más energía en la prevención. Pero PetrEgo, cual crío mañero, sigue como si nada, negando y hasta ‘negociando’ aperturas, incluso con la misma Provincia que le puso el título de ‘preocupante’ al desmadre de contagios en la ciudad.

El invento de la Fase 4 adaptada hizo que la curva de contagios siga viva y coleando: se mantiene estable, 80, 90 y hasta 100 casos activos por día. Realmente un número fatídico. Pero peor es que contra todas las voces de precaución, PetrEgo sólo insista en caminar al revés, algo así como retroceder en ojotas. Vuelta a la escuela al aire libre, celebración de fin de curso, apertura casi total del comercio. La economía por sobre todo lo demás.  Para blindar su posición, no tuvo mejor idea que sumar aquellas pocas voces que suenan en sintonía con su idea. Lo bueno de esa postura fue que quedó en evidencia, el gran vacío: ninguna del otro lado, los que opinan lo contrario. O sea, la inmensa mayoría.

Contador al fin, todo lo centra en los números: tanto de comercios cerrados, equis baja o suba de la recaudación, subtotales de otra cosa y cosas por el estilo.

PetrEgo olvidó anteponer a la larga lista de números y planillas Excel que tanto lo preocupa, el de las vidas humanas. Al menos, por respeto a los 69 fallecidos que al día de la fecha dejó la irresponsabilidad, la insensibilidad y la apatía. Porque seguro que, si en vez de pensar tanto en la economía, se hubiera puesto el foco y toda la energía en la salud, muchos de ellos todavía estarían vivos.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Aunque peor es seguir siendo necio, contra todo y contra todos.


 

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