Vecinos se encuentran organizando una rifa y requieren donaciones a beneficio de Rocío Terribile, de 18 años, para enfrentar los gastos relacionados con una intervención quirúrgica a raíz del desplazamiento de cadera y fémur prevista para mediados de febrero, y que requerirá un período de rehabilitación de entre 3 a 6 meses.

A fines de mayo de 2018, Rocío Micaela Terribile, en ese momento de 16 años, fue baleada por Patricio Ezequiel “Willy” Paolizzi. Desde entonces quedó postrada en silla de ruedas y debió dejar todos sus proyectos.

Su calvario comenzó el domingo 27 de mayo de ese año, un día después de haber festejado los 16, que había cumplido unos días antes. Esa noche todo fue alegría, que se truncó horas después cuando volvían de una tarde soleada disfrutada en familia en el Parque Borchex.

Como estaba cansada, Rocío se quedó amamantando a su hijo Gianlucas, de tres años, a bordo del auto, mientras su mamá acompañaba a su hermana a ingresar con los chicos a su casa, ubicada en Sanabria y Quintana.

Todo fue muy rápido: una discusión verbal que derivó en que un desquiciado disparara casi a quemarropas sobre la menor, que había bajado del auto y protegía a su bebé con su propio cuerpo.

Pero las lesiones serían irreversibles: Rocío ya no podrá caminar nunca más.

Así fue lo que pasó. Cuenta Rocío: “Me acuerdo hasta que subí a la ambulancia. Fue en el FONAVI, llegábamos a la casa de mi hermana desde el Parque Borchex, con mi mamá, una amiga, mi hermana y mi sobrino, cerca de las 18.

Fuimos a llevarla a ella a la casa, y yo me quedé arriba del auto con mi nene porque estaba tomando la teta. A una cuadra estaba Guillermo, que es la pareja de mi mamá, hablando con otra persona. Miré hacia el playón del FONAVI y vi a tres hombres, el que me disparó y dos más. Escucho que uno le grita a Guillermo y él le contesta, y en eso vi que llegaba Piscini en un auto, que frenó al lado del auto de mi mamá y empezaron a discutir con Guillermo, hasta que Paolizzi sacó un arma.

Lo primero que me imaginé fue que le tiraba en la cabeza, porque estaba al lado mío, así que me bajé del auto, abrazando al nene, pero no llegué ni a dar la vuelta que escuché los disparos. Me di vuelta, lo miré, pero volvió a tirar y caí arriba del nene.

En principio creí que me había dado en la nariz, porque tenía mucha sangre, y lo único que quería era salvar a mi hijo. Después que llegó la ambulancia, no me acuerdo más”.

LAS AYUDAS

La lucha por su salud continúa hoy, casi tres años después del hecho. Para esta campaña que se está organizando, quienes puedan colaborar con la compra de un número para ayudar a Rocío, tendrán la posibilidad de participar de sorteos, con premios previstos entre los que se cuentan: 1 pollo+ ensalada y vino; 1/2 docena de vasos + toallón; 1 remera de la Favela y 1 tabla de fiambres.

Los números a la venta tendrán el sello de la sociedad de fomento que estará a cargo. También los interesados en colaborar pueden comunicarse al 2364-662404, teléfono personal de Rocío.