domingo 10 de noviembre de 2024

OPINIÓN | 16 ene 2021

Mirada extrema

De principio a fin

Escribe Andrés ‘Tato’ Rissolo, especial para Semanario.


Justo cuando Superman se va a presentar con su señora y dos hijos en la nueva edición de la serie que Netflix emitirá en la próxima temporada, en la Argentina el Senado de la Nación terminó de sancionar y convirtió en Ley el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En la misma jornada también se aprobó otra ley que modifica el índice de movilidad jubilatoria y se une subrepticiamente a la ciudadanía digital, mientras queda en espera la ley de flexibilización laboral.

De los 38 votos positivos, 26 fueron aportados por senadores del Frente de Todos, mientras que otros 10 provinieron de Juntos por el Cambio y los 2 restantes de partidos provinciales. En tanto, 29 legisladores votaron en contra el proyecto

Tal vez como índice de aceptación ante alguna futura negociación internacional el presidente Aníbal Fernández expresó que: “El aborto seguro, legal y gratuito es ley. A ello me comprometí que fuera en los días de campaña electoral. Hoy somos una sociedad mejor que amplía derechos a las mujeres y garantiza la salud pública. Recuperar el valor de la palabra empeñada. Compromiso político”.

Fue evidente el desencanto del Sumo Pontífice de la iglesia católica apostólica romana, el Papa Francisco I al encabezar en el Vaticano su última audiencia general del año expresó: “todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida… Los cristianos, como todos los creyentes, bendicen a Dios por el don de la vida… Toda persona descartada es un hijo de Dios”.

La voz del ex Cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, ha sido la única que a nivel religión trascendió la decepción por los medios de prensa donde, además, se logra percibir una desavenencia entre el gobierno actual y la posición de la Santa Sede.

La ley, que fuera aprobada en una de las tan acostumbras jornadas maratónicas de fin de año a que nos tienen acostumbrados los legisladores argentinos, que duran hasta altas horas de la madrugada en un acabado accionar para lograr objetivos otrora perdidos.

Pero las maratónicas jornadas no son más que otro ejemplo donde los legisladores consolidan el poder delegado en sus mandatos frente a temas de gran envergadura. Aún falta la ley de flexibilización laboral y en ese caso, junto a los legisladores habrá de verificarse la posición que asume cada gremio en defensa de los trabajadores o de nuevas legislaciones que auguran mejores condiciones salariales y laborales.

En tanto, la ciudadanía, agobiada y abatida por la pandemia y la situación económica, ahora con la controversia instalada en la vacunación, no se percata de estas dos leyes que son el Alfa y el Omega, el principio y fin en la organización de un país.

Si las palabras no son suficientemente claras como para entender cómo se vive en el país, el panorama puede ser mejor comprendido con números. Los argentinos tienen más de 336.000 millones de dólares en cuentas en el extranjero. Lo dijo el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (Indec) que reveló que en el tercer trimestre de este año los depósitos de ciudadanos de este país en cuentas en el extranjero alcanzaron una cifra récord de 336.224 millones de dólares.

Los guarismos superan a los de la deuda externa, cuyo valor nominal es de 272.852 millones de dólares. Comparativamente, según el informe, es casi siete veces más que los 50.996 millones obtenidos de las exportaciones, y casi nueve veces más que los 38.499 millones de dólares que entraron por importaciones.

En tanto, las reservas del Banco Central apenas alcanzan a los 41.378 millones de dólares. El monto de depósitos en moneda extranjera creció en 12.059 millones de dólares durante el último año, la variación histórica, el aumento es todavía más abrupta, ya que en 2009 apenas había 161.918 millones de dólares de argentinos en el exterior, duplicándose en una década.

El envío de esas divisas al exterior en lugar transformar la industria nacional generando fuentes de empleos, genera la crisis económica que continuó Macri y se agravó durante el gobierno de Alberto Fernández debido a la pandemia. El resultado es que más del 40 % de la población vive en la pobreza.

Por otra parte, el monto, que de por sí es récord, podría ser todavía mayor porque el Indec solo toma en cuenta las operaciones legales, las cuentas declaradas, pero hay miles de personas que no las reportan porque es una forma de evadir impuestos.

“Todo ello se explica, en parte, porque el ahorro en dólares es el único refugio que los argentinos han encontrado ante las intermitentes crisis económicas padecidas en las últimas décadas”, explicó la periodista especializada en economía Cecilia González.

El cuadro se completa con el informe que sobre la pobreza aportó el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), difundida a través de la agencia oficial de noticias Télam, donde se detalla que el 34,9% de los hogares y el 44,2% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza.

“Por el escenario de crisis Covid-19, las capacidades monetarias de los hogares experimentaron un deterioro abrupto y pronunciado, con efecto regresivos sobre la pobreza y la indigencia, el nuevo escenario paralizó aún más la inversión, los consumos y la demanda de empleo en la economía formal, a la vez que frenó toda expectativa de reactivación, afectando especialmente a la pequeña y mediana empresa, profundizando la relación entre informalidad económica, pobreza y exclusión”, refrendó la UCA.

Al respecto, el director del Observatorio Social de la UCA, Agustín Salvia, dijo que "es necesario un crecimiento económico y un pacto económico-social para crear empleo porque sino no hay posibilidad de salir de la pobreza”.

Las dos caras de la misma moneda. A partir de este contexto se tendrán que conformar y desenvolver las nuevas familias argentinas, el futuro del trabajador y del jubilado. Para pensar, una y otra vez, qué destino tendrá un país que, como decía Juan Bautista Alberdi, necesita como para empezar a funcionar más de 80 millones de personas.

Será de buen tino entonces ver cómo ahora papá Superman se las arreglará para llevar una familia adelante, porque es muy posible que en la futura sociedad algo de súper habrá que tener.           

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