Los jóvenes de la organización DON ITO dieron comienzo a los talleres de verano en la Casa de Contención Penal Juvenil, donde elaboran pastas y tortas para repartir en merenderos, comederos y a las familias.

Al respecto, la voluntaria Carolina Toth, manifestó: “Hoy la mayoría de los talleres se concentran principalmente en el centro de contención de la ciudad, allí se trata de enseñar oficios y brindarles herramientas para que ellos en algún momento cuando puedan gozar de su libertad puedan focalizarse y llevar a cabo otra vida, pidiendo empleo en alguno de los rubros –ya teniendo una base- o apostando a iniciar un emprendimiento, ya sea individual o colectivo; y además de capacitarlos, todo lo elaborado, ya sea una mesa, un banco o tallarines son donados a lugares que lo necesiten, por lo general a merenderos y comedores, fomentando en los pibes el sentido de la solidaridad y el compromiso social. A todo lo demás mencionado, cabe destacar que el fin, que también se persigue es que ellos sepan que no están solos, que en nuestra organización somos varios los voluntarios dispuestos a ayudar, acompañar, escuchar… Creo que no siempre sucede, y es esto lo que  nos caracteriza como organización social, porque cada pibe que se va en libertad siempre mantiene el contacto con nosotros, siempre nos mandan y nos preguntan por cómo estamos, se hacen presentes a través de un mensaje por las fiestas, cumpleaños, nos preguntan por nuestras familias, es increíble el vínculo que se genera, y que el interés sea mutuo siempre se disfruta; incluso antes de la pandemia hemos recibido visitas de chicos que recuperaron su liberta y viajan a vernos, y  realizan alguna actividad con es nuestro espacio”.

DON ITO, en lo que va del año, contabiliza más de diez talleres en el Centro de Contención, donde elaboraron más de 40 kilos de fideos, 30 tortas y cerca de 800 tortas fritas, además de preparar más de 400 bolsitas de golosinas y acondicionar 150 juguetes que entregaron para reyes, y dieron comienzo al taller de huerta en su nuevo espacio.

Para finalizar, Carolina destacó: “Me llena el alma formar parte de una organización social con una calidez humana única, donde realmente nos preocupa y ocupa el vecino/a, y que siempre se encuentra presente y acciona siempre frente a necesidades o llamados. Nos queda continuar trabajando, sé que aún nos queda mucho todavía por hacer. Para cerrar, quiero agradecerles a los directivos del Centro de Contención y claro a los chicos que son los protagonistas de esta gran obra”.