viernes 26 de abril de 2024

NACIONALES | 19 ene 2021

Ministerio de Salud

Coronavirus: la vacuna de Alberto y el adiós de Ginés

El Gobierno quiere inmunizar con la vacuna contra el coronavirus a 25 millones de argentinos en julio. Los números y la feroz interna en el Ministerio de Salud.


TAGS: VACUNAS, GINéS

Alberto Fernández recibió el sábado por la tarde una de las noticias que más preocupado lo tenía: la notificación de que el Fondo Ruso de Inversión Directa ya había remitido al Ministerio de Salud el dossier que confirma que la vacuna Sputnik V es efectiva contra el coronavirus y puede aplicares en mayores de sesenta años. Pero la “alegría” duró poco: la feroz interna en el Ministerio de Salud, los cruces por la desinformación y el plan “vacunación” del presidente para "transmitir confianza" y con el que podría despedirse el ministro de Salud, Ginés González García.

El pasado 29 de diciembre, días después de que Carla Vizzotti regresara al país con el primer cargamento de dosis de la vacuna Sputnik, González García sorprendió al reconocer en público que el presidente estaba “nervioso” porque no llegaban “los papeles” que certificaran la efectividad de la vacuna en pacientes mayores de 60 años.

Ese día, el Gobierno buscaba celebrar con bombos y platillos uno de los primeros hitos de la gestión: el comienzo de la campaña de vacunación más desafiante de la historia del país. La declaración expuso la feroz interna que se desató a mediados del año pasado en el Ministerio de Salud y agrandó la grieta entre el funcionario y el presidente, cuya relación se deterioró durante los últimos meses del 2020 y hoy enfrenta el peor de los presentes.

En Casa Rosada creen que fue él quien arengó la avanzada mediática y política contra Vizzotti, quien lo reemplazará en la cartera sanitaria “una vez que esté aceitada la campaña de vacunación”. En julio, si los tiempos no se demoran, la secretaria de Acceso a la Salud se hará cargo de la cartera sanitaria, luego de un año en el que “demostró estar a la altura de las circunstancias”, sostienen desde Balcarce.

Los “celos” de Ginés fueron creciendo conforme el rol de Vizzotti se tornó cada vez más protagónico durante la administración de la pandemia. A los roces que mantuvo con el presidente –a quien llegó a interpelar y desmentir ante los medios-, se le sumó también el crecimiento de su “ahijada política”, cuyo perfil técnico de bajo perfil encandiló a las encuestadoras y a los medios de comunicación, cuando pocos apostaban por ello.

Su activo acompañamiento al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y el trabajo en equipo con Vilma Ibarra y Elizabeth Gómez Alcorta fue otro de los disparadores de la bronca del ministro, que en un principio no quiso aceptar el cargo porque estaba “demasiado grande”, pero Alberto lo tentó con la premisa de que podría “jubilarse” de la gestión pública siendo el ministro de Salud que acompañó la legalización del aborto en la Argentina. Sin embargo, fueron Ibarra, Vizzotti, Gómez Alcorta y otros funcionarios los que se convirtieron en el rostro visible de la batalla legislativa con la que el Gobierno “cerró” un duro año atravesado por la pandemia.

“Carla es una profesional técnica, no le interesa el show de la televisión. Es una funcionaria abocada a su trabajo y sólo piensa en eso, no en la capitalización de su imagen positiva. No le gusta salir en los medios, no se siente cómoda dando entrevistas, pero lo hizo por pedido expreso del presidente ante la campaña de desinformación arengada por los medios y capitalizada por la oposición”, reconocen.

Vizzotti sufrió en carne propia un escarnio mediático y político después de que se tergiversaran sus declaraciones al diario Página 12. ¿Qué fue lo que dijo? Consultada sobre las posibles estrategias de vacunación que se analizan en el mundo, aseguró que era posible que se implementara un desdoblamiento de aplicación en la Argentina; aunque no en el caso de la Sputnik V por su composición química.

“Es una de las posibles estrategias que se van a aplicar en el mundo y la Argentina no es la excepción, pero Carla jamás dijo que se iba a realizar con la Sputnik V. No se la sacó de contexto, directamente se le adjudicó una declaración que jamás hizo”, reconocen con malestar desde Balcarce. El enojo creció después de que el propio Ginés catalogara de “error” a la declaración y que muchas fuentes de la cartera sanitaria aprovecharan la movida para –siempre en riguroso off- pasarle factura a una de las pocas funcionarias jamás fue cuestionado por el presidente, ni por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

El encargado de “poner paños fríos” fue Cafiero, quien no sólo la contuvo “puertas adentro”, sino que salió a bancar su gestión en los medios. “Carla es una funcionaria clave en este Gobierno y el presidente está muy conforme con la tarea que lleva adelante. Es una lástima que hayan tergiversado sus dichos. Le metieron en el barro de la discusión política y tendría que haber un ‘fair play’ para que la discusión política no se meta en la salud”, aclaró.

El malestar por los “celos” de Ginés –que comenzaron hace meses, pero hasta ahora eran ‘subestimados’ en Casa Rosada- se potenció cuando el Ministro puso nuevos palos en la rueda e impidió que la Secretaria pudiera cumplir con el pedido de “aclaración” por parte del presidente luego de la campaña de Fake News en su contra. “Le terminó de picar el boleto”, reconocen desde Balcarce.

La participación de Ginés junto al presidente en el anuncio del arribo de las nuevas dosis de Sputnik y la presentación del plan nacional de vacunación no fue casual; como tampoco lo fue la ausencia de Cafiero durante el anuncio. “No se va a ir por la puerta de atrás”, señalan, pese a que no participó de ninguna de las últimas conferencias vinculadas a la crisis sanitaria.

Pese al malestar, será él quien la semana que viene –si la traducción del paper cumple con los tiempos estimados- se vacune junto a Alberto Fernández para cerrar su gestión con una foto histórica. Un agridulce adiós para uno de los funcionarios más polémicos del primer año de mandato del Frente de Todos.

 Durante el 2021 el Gobierno espera vacunar por lo menos a 25 millones de personas mayores de 18 años: el 85 por ciento de la población.

La negociación con Pfizer sigue en pie, mientras que AstraZeneca enviará 22.431.000, Covax otras nueve millones, Gamaleya 20 millones más y se mantienen negociaciones con Janssen, Butantan/Sinovac Biotech, Sinopharm y Moderna.

Los grupos prioritarios para la vacunación suman 14.492.299 personas

Trabajadores de la salud: 821.39

Personas de 60 o más años: 7.414.866.

Fuerzas de Seguridad: 493.727

Personas de entre 18 y 59 años con comorbilidades: 4.063.968.

Personal de educación: 1.417.310

Otros, como personal esencial o docentes universitarios: 266.034.

Se destinarán $3.500 millones para los programas Sumar, Redes y Proteger; además de la compra de equipamiento, la logística, insumos y el pago de los recursos humanos.

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