A raíz de la sequía prolongada, la cota de las lagunas de Gómez y El Carpincho bajó entre 40 y 50 centímetros en este mes de enero, y el agua ya no pasa sobre los vertederos, lo cual se transforma en una trampa mortal para peces.

En las últimas horas trascendió un panorama desolador: tanto en la Mar Chiquita como a la salida del Carpincho, hay gran cantidad de peces muertos, de distintas especies, mientras el municipio analiza cómo limpiar el sector.

“La mortandad se da en Mar Chiquita y aguas abajo del Carpincho, propiamente en el río Salado, porque no pueden pasar el vertedero ya que las compuertas están cerradas”, explicaron funcionarios.

Las especies de peces muertos son carpas, bagres, monchuelos y alguna que otra tararira, aunque no se ha encontrado gran cantidad de pejerreyes.

La principal causa de esta situación es la sequía prolongada por la falta de lluvias, más allá del manejo y control del agua que se hace a través del sistema de regulación en Laguna Mar Chiquita de nuestra ciudad, compuesta por un sistema de compuertas regulable y un vertedero montado sobre la estructura de hormigón armado que a la vez sirve de puente entre ambas márgenes.

Al parecer, autoridades municipales consultarán posibles soluciones con responsables de Hidráulica provincial, a los efectos de tomar una medida que frene la mortandad de peces.