Tras las discusiones planteadas en el Concejo Deliberante, en las que el petrequismo no admitió diálogo ni modificación alguna sobre el proyecto de presupuesto 2021 presentado, finalmente el aumento aprobado por el oficialismo está llegando a los hogares juninenses. Y provocando un fuerte malestar en los vecinos.

La suba del 38% promedio en las tasas municipales (en algunos casos es superior) provocó un disparo en los valores a abonar por los ciudadanos, en muchos casos por servicios que el municipio no está prestando en forma adecuada.

En tiempos difíciles, la gente está recibiendo las boletas con estos fuertísimos incrementos, que obligará a replantear el pago. Según se había advertido, esta feroz vocación por la recaudación del intendente Petrecca sólo significará un impacto negativo en las cuentas municipales, porque se estima que el cumplimiento será menor al actual.

Sobre todo para aliviar el bolsillo de los contribuyentes, el Frente de Todos había propuesto que los incrementos en las tasas fueran escalonados: el gobierno hizo oídos sordos y siguió adelante, sabiendo que contaba con los votos necesarios para lograrlo.

Además de nuevas cánones que se incorporan este año, los juninenses deberán hacer frente a un nuevo pago a través del municipio. Por la recolección de residuos (dejó de prestar el barrido mecánico en las calles y el manual fue acotado a una minúscula zona céntrica), la ciudad abona alrededor de 23 millones de pesos mensuales a la empresa Ashira.

Y desde este año, la firma también tendrá a cargo la recolección de montículos (que hacían empleados municipales), por lo cual recibirá otros 9 millones y medio de pesos “extra”. Fue tras una licitación poco publicitada y difundida...

Por otra parte, hay sectores como el barrio Rincón del Cielo que se desayunaron con una recategorización dispuesta por la comuna: hasta diciembre, los habitantes de ese sector pagaban Red Vial. Ahora fueron incluidos en la Tasa de Conservación de la Vía Pública, con lo cual los importes de las facturas se incrementaron notoriamente, más allá del 38% promedio que sacudió a todos.

El malestar sigue en ascenso a medida que las boletas están siendo repartidas por la ciudad: no sólo por las subas en los importes, sino fundamentalmente porque Petrecca cobra a valor dólar servicios que presta en forma ineficiente. Las calles de tierra son un desastre, las asfaltadas están sucias, el servicio de recolección de montículos es espantoso y ni siquiera dan solución a reclamos por “luces quemadas” en la vía pública, por citar solo algunos ejemplos.

Pero en este año electoral, para el Intendente es fundamental asegurarse más ingresos –además de los importantes fondos que no ejecutó el año pasado (o sea, tenía la plata pero no la invirtió en obras)- para hacer frente a la campaña y asegurar la mayoría en el Concejo, que le permite cumplir sin cuestionamientos todos sus caprichos.