jueves 28 de marzo de 2024

LOCALES | 25 ene 2021

Adultos mayores

Adriana Summa: “Tenemos una población muy avejentada”

Como tuvo que enfrentar la pandemia a poco de asumir, pero igualmente se animó a recorrer los geriátricos -en su mayoría “truchos”. con el objetivo de regularizarlos para cuando se normalice la situación sanitaria. A pesar de la censura del intendente hacia SEMANARIO, la funcionaria se animó a dialogar con nuestro medio y se refirió a la gran cantidad de muertes por Covid en el distrito y la “rebeldía” de los jóvenes.


Por: Redacción Semanario

Desarrollada su labor en el ámbito docente, Adriana Summa estuvo cerca del grupo Pensar Junín, la usina de funcionarios petrequistas y se sumó al municipio cuando terminaba 2019 como Directora de Adultos Mayores.

Poco le duró la normalidad a quien también es presidenta del Club Junín y brega por “ayudar al otro” y desde el municipio debió afrontar la llegada de una pandemia que le apunta precisamente a la tercera edad.

Crítica de nuestra publicación, igual aceptó de buena gana esta entrevista y rompió con la censura que impone a sus funcionarios Pablo Petrecca para hablar con SEMANARIO.

-¿Qué edades abarcan los “adultos mayores”?

-Para algunos es después de los 60, para otros, lo consideran a partir de los 65 años. En nuestro programa de trabajo brindamos atención desde los 60. Hay mucha gente sola, enferma, que necesita de atención.

-¿Cómo llegó a la dirección de adultos mayores?

-Yo vengo del sector de la educación ya que fui inspectora y lógicamente me pregunté si estaría capacitada para esta área que depende de Desarrollo Social y ahora siento gran satisfacción de haber podido trabajar durante un año tan atípico. Por haber podido ayudar al otro, indefenso y en soledad, en medio de una situación que no habíamos pasado nunca.

-¿Por dónde arrancó su gestión en diciembre de 2019?

-Lo primero que hice fue recorrer durante enero y febrero prácticamente todos los centros de jubilados y hacíamos talleres. Además, dentro del área, tenemos un programa de mucha importancia como el de “adultos conectados” y en el que estuvimos brindando servicio a unos 400 vecinos. De hecho, cuando llegué a la dirección había dos operadoras y luego sumamos otras dos.

Ellas llaman continuamente a las personas que están solas, aquellos que no tienen hijos o contacto con otras personas. A algunos se los llama diariamente para saber si están bien, si tomaron la medicación. Si nosotros no nos comunicamos, lamentablemente, no tienen a nadie. Entonces las operadoras ya tienen su carpeta con los datos de cada uno.

Lamentablemente, por circunstancias de la pandemia, debimos dejar sin efecto el programa “Recrearte” que se brindaba en cuatro lugares de la ciudad y que no sólo involucraba a los adultos sino que estaba abierto a toda la comunidad y tenía gran participación de público. Nos quedaron archivados los afiches y volantes. Otra de las actividades que habíamos podido cumplir hasta su finalización en febrero 2020 fue la colonia de adultos mayores, una actividad que les encantaba.

-Aparecida la pandemia y con ello el aislamiento, ¿cómo siguió la actividad en su área?

-Allí comencé con el trabajo en los geriátricos. Llevamos a cabo un relevamiento que no existía. En Junín son pocos los establecimientos habilitados, sólo cinco, pero hay muchos de estos lugares donde residen adultos mayores. Con el apoyo del intendente Pablo Petrecca y con un protocolo que armaron en el área de Salud comenzamos a visitar en marzo del año pasado todos los geriátricos, habilitados o no, que nos íbamos informando de su existencia. Les llevamos toda la información necesaria sobre prevención del coronavirus.

Por otra parte, las cuatro operadoras que teníamos funcionando con el programa para mantener conectados a los adultos mayores, comenzaron a trabajar desde su casa con un teléfono provisto por el municipio, para seguir con los llamados.

De ahí dimos inicio a un programa de atención de 24 horas por siete días para todo tipo de consultas. Comenzamos con los mandados, tramitamos recetas, conseguimos medicamentos.

Como nos llamaban porque estaban angustiados sumamos psicólogos a la dirección y desde los teléfonos de atención los derivábamos a los profesionales. Esto fue muy importante porque había muchas personas solas que no tenían a quién recurrir frente a la situación que fue casi repentina. A tal punto fue que muchos no tenían que comer y través de Desarrollo Social empezamos además a repartir bolsones con alimentos para que al menos tuvieran una ayuda. Ese fue un trabajo muy arduo ya que primero lo hacíamos todos los días, hasta que se empezó a normalizar un poco el horario de los comercios de cercanía. Siempre tuve encendido el teléfono porque llamaban ante cualquier necesidad y en un momento así no podíamos no escucharlos, y al menos darles una palabra de aliento. En los inicios de la pandemia recibía hasta 90 llamados telefónicos diarios, pero sabemos que ante esta situación de pandemia es el sector más vulnerable. A partir de noviembre comenzó a normalizarse un poco la situación, pero estamos atentos a lo que pase.

 

-¿Desde el momento que bajaron los casos cambió la tarea?

-Si, y empezamos a ver qué podíamos hacer porque nos pedía actividades y diseñamos las actividades que se iniciaron esta semana. Son al aire libre y esta semana salí a recorrer las tres plazas donde se lleva a cabo la tarea (9 de Julio, Marcilla y Corredor central de Jean Jaures) y estoy gratamente sorprendida por la cantidad de adultos mayores participantes. Se trata de un proyecto que tenemos en forma conjunta con el área de Deportes que nos provee los profesores.

 

GERIATRICOS EN BLANCO Y NEGRO

-¿Con que se encontró a la hora de registrar los geriátricos? ¿Qué se puede hacer para mejorarlos?

-Hay un trabajo a largo plazo. Hay muchos de estos lugares y a algunos llegamos por el “boca a boca”. Igualmente, yo no pude entrar porque no estaba permitido por la pandemia, pero logré tener un registro de 40 lugares (sólo cinco están habilitados) y tenemos un grupo de intercambio de mensajes telefónicos donde charlamos en directo con todos ellos. El trabajo y la consulta son diarios por eso cuando hubo casos de Covid intervinimos directamente con la Secretaría de Salud. Todos los lunes y jueves me mandan un registro con la temperatura (corporal) del personal y lo envío al área de Salud. Eso nos ha permitido a veces detectar casos.

-¿Qué ocurre con los no habilitados?

-Debido a la emergencia no se pueden clausurar estos establecimientos sin habilitación pero tratamos de ordenarlos. Junto a Gabriel Bugallo, de la Región Sanitaria III, hicimos la recorrida –por afuera- evacuando consultas e informando de todas las medidas que se deben tener en cuenta frente a la pandemia. Esto implica que también avanzando en mejoras para poder llegar a la habilitación futura. Junto con nuestro personal hice el curso de inspección y tengo la certificación respectiva y el conocimiento para estar interiorizada de las obligaciones que tienen los geriátricos para poder brindar la atención eficiente de los adultos mayores.

Los propietarios saben que después de la pandemia, vamos a trabajar para que los lugares esté en condiciones para que la provincia los habilite para el cuidado de la salud física y mental de los adultos mayores que allí se alojen. Hay un trabajo muy importante que estamos realizando.

 

ATENCIÓN MÉDICA

-¿Cómo evalúa la atención médica de la que disponen en Junín los adultos mayores?

-Fue un año atípico. Muchas veces en mi oficina recibí gente que me planteaba dificultades por la atención de su obra social, en cuanto a las demoras, por ejemplo. Eso me llevó a hablar con los responsables de esas organizaciones porque soy de la idea de que el diálogo debe existir siempre sin importar el color político. He podido articular con la Región Sanitaria III o con el titular del PAMI en Junín, Mario Scorsetti. Conseguimos logros, hay falencias. Pero también, insisto, fue un año particular. Igual tenemos que avanzar muchísimo.

-Uno de los temas de avance que se reclama también es el de capacitación a los adultos mayores en el uso de la tecnología para tener más llegada en lo comunicacional.

-El sector ha avanzado muchísimo. Hemos estado a veces en contacto con ellos a través de la plataforma zoom. Sabemos que hay que seguir adelante, pero son muchos los adultos mayores que han acompañado las comunicaciones tecnológicas y eso les ha permitido comunicarse con sus familias. Nosotros junto a las operadoras y en los geriátricos también trabajamos para enseñarles el uso del teléfono para, por ejemplo, hacer video llamadas y tener a los suyos un poco más cerca.

No todos tienen la posibilidad de tener tablets o teléfonos inteligentes. Repartimos tablets en el 2019, pero ahora no había, por eso sería importante que comiencen nuevamente a entregarse, ya que la aprenden a usar y en estos tiempos para algunos es muy necesaria.

-¿Confía en que este año serán mejor que el anterior? ¿Tiene mayor esperanza a partir de la vacunación?

-Siempre estamos planificando actividades. Porque si hay algo que se necesita es el encuentro con el otro. Junto a la dirección de Cultura estamos trabajando ahora en promover una actividad de “radioteatro”. Pero la verdad es que no tenemos certezas de nada, intentamos armar el año, pero día a día en función de cómo se presenta la pandemia. Promovemos sí, el cuidado personal de cada uno de ellos porque también allí está nuestra responsabilidad. Todo dependerá de los contagios. Estaremos siempre trabajando en dar asistencia y si es posible en la recreación, en los talleres. Espero que pronto se apruebe la vacuna en adultos mayores y traiga más alivio.

-¿Por qué cree que en Junín se registraron tantas muertes por Covid, respecto a otros distritos de población similar?

-Es un tema que hemos hablado con los referentes de la Región Sanitaria III y coincidimos que en Junín hay muchos adultos mayores y hay muchos lugares en los que se concentran. Y cuando los casos se dan en ambientes cerrados ahí está el peligro. Yo digo que no son “muertes por Covid” sino “con Covid” porque tienen patologías preexistentes. Y reitero, nuestra ciudad es una de las que tiene mayor cantidad de geriátricos y muchos mayores de mucha edad. Tenemos una población muy avejentada según surge de un análisis que venimos haciendo con una organización de Buenos Aires.

-¿Qué opina de esta situación en la que los jóvenes parecen no tomar conciencia de cómo pueden afectar con sus acciones a los adultos mayores?

-Es algo que me preocupa y que lo hablo mucho con el intendente y el equipo de salud. También con mis amigos. Es una característica del joven pensar que no le va a pasar nada y de hecho a él no le pasa. Algunos ni tienen síntomas y apenas les duele la garganta, pero son los que llevan el contagio a sus padres y abuelos, dentro de la casa. Vamos a trabajar en la concientización y también parte de esa responsabilidad está en los hogares. El adolescente es típico de rebelarse, pero debemos como padres o como Estado, tratar de mejorar la situación que sin dudas es difícil porque ellos también estuvieron mucho tiempo encerrados y los afectó y el verano es propicio para salir y reunirse. Pero no queda otra que seguir insistiendo en la prevención, el uso del barbijo y no compartir mates, vasos, botellas de bebida. Insistir e insistir.

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